Enrique Salazar: “Sacaron el programa los viernes y me quitaron algo”

El periodista y conductor de Que no me pierda (Red Uno) habla del cambio de horario de su espacio, de cómo los programas de entretenimiento ganan terreno y de su relación laboral.

imageEL DEBER, Santa Cruz

Doce años en red uno. Rechazó una invitación a ser candidato por el MAS, optó por la TV



Los años lo han cambiado. O al menos eso es lo que él dice. Enrique Salazar, el conductor de Que no me pierda se siente distinto. Reconoce que el paso del tiempo lo ha convertido en un hombre más diplomático y menos duro a la hora de sentarse frente a un entrevistado. La llegada de sus cinco décadas de vida le ha dado la madurez de entender de que no es dueño de la verdad. Y mientras muchos piensan que el periodista está en un momento complicado por la reducción en el horario de su programa, que se difunde por Red Uno, él piensa que le quedan muchos años más en la red.

¿Ahora los programas de entretenimiento mandan?

¡Claro! Cosa que no pasó con la Red Uno, porque tenemos una línea editorial clara. Evidentemente ha habido achicamientos. No tengo el programa el viernes. Al comienzo me molesté, por una cuestión natural, uno siente que le están quitando algo. Pero salió espectacular, puedo relajarme, repensar los temas, los invitados. Descansar un día a la semana me ha ayudado a crecer.

¿Cuándo lo entendió así?

Al segundo viernes. Me sentí menos agotado. Al comienzo no me gustó, pero luego vi que era una idea muy acertada. Y estoy siendo muy sincero.

Luego vino Bailando por un sueño y se mueve su horario. ¿Cómo lo toma?

Cuando a usted le avisan y le dicen cuál es el concepto y el objetivo y usted lo razona y dice está bien. Me explicaron que es una apuesta de la red. Yo dije está muy bien. Me sacan media hora, pero también se le da media hora más de alegría a la gente.

¿No ha sentido que hay una intención de sacarlo gradualmente de la pantalla?

Los colegas de medios, los periodistas son los que se alborotan y dicen lo están tumbando a este, pero el gran público no. Ellos llaman y preguntan por qué no empezó en ese horario. Pasó el estreno de Bailando por un sueño y estamos ajustando. ¿Cómo ve el nuevo espacio?

Estuve en el cóctel de lanzamiento y no lo pude ver. Sin embargo, percibo otra mirada de la TV, alegría en las caras. Es una producción nacional que permite al talento nacional desarrollarse en cosas positivas.

¿Qué le parece que se invierta en entretenimiento y no en programas periodísticos?

Debería ser parejo, porque todo es importante. Si usted tiene tres hijos y todos quieren ser ingenieros o licenciados, porque mandaría a uno al tecnológico, ¿qué pasa? Seguimos con las noticias en el tecnológico. Creo que no es un tema de mala intención.

Todo apunta a que el entretenimiento sigue creciendo

Es más espectacular. Entre una pantalla que muestra un baile o la cara de un ministro. ¿Cuál mira a usted? Probablemente lo espectacular, lo que no significa que la noticia no sea vital para la sociedad.

Pese a lo que dice, mucha gente asegura que ha habido desacuerdos con los cambios en la Red Uno

Oponerse a los cambios y a lo que está de moda en Latinoamérica es no avanzar con la ola. A veces he cuestionado que no se contrate a las personas adecuadas para dirigir los proyectos. No lo digo por nadie en este momento

Más allá de las tendencias, ¿cómo está su relación en Red Uno?

Es perfecta. Yo no voy con dobleces, tengo una relación perfecta. Soy parte de la línea editorial

¿Se ve muchos años más ahí?

Sí. Me siento muy bien. Me llevo muy bien con Ivo Kuljis

¿En ningún momento ha sentido poco valorado su trabajo?

No. Y tampoco lo permitiría. El respeto es general. Uno aprende a aceptar opiniones diferentes, quizá hace dos años yo no hubiese aceptado opiniones distintas y hubiese tenido que irme