A un año del aborto desjudicializado solo se registró un caso en Bolivia

Para la Iglesia Católica, la vida humana empieza en el seno materno, y por lo tanto una interrupción del embarazo equivale a un asesinato.

imageMujeres hacen campaña a favor del aborto legal. | Foto ilustrativa de archivo: Ap Agencia

La Paz, 1 de mayo (ANF).- Actualmente en Bolivia el aborto se castiga con uno a tres años de prisión para la mujer embarazada que consiente la operación y con uno a seis años para la persona que realiza el aborto. Las excepciones se contemplan para casos de violación, incesto, estupro o cuando la vida de la madre corra peligro. Desde 1973 –cuando se dictaron dichas causas excepcionales– hasta 2014, solo se practicaron de manera legal y bajo esas excepciones 14 casos. 



El motivo de esta escasa cantidad de casos es que hasta el año pasado se requería iniciar una acción penal en caso de haber sido víctima de alguno de esos delitos y contar con autorización judicial. “Cuando las mujeres recibían la autorización ya era tarde y en muchos casos se había cumplido el periodo de gestación”, apunta Patricia Brañez de la campaña 28 de septiembre por la despenalización del aborto.

Desde el 2014, a raíz de una resolución del Tribunal Constitucional, basta con denunciar ante la Policía para que cualquier hospital realice un aborto legal a mujeres víctimas de esos delitos o en caso de que su vida esté en peligro.

Que se tenga registro, a un año de vigencia de ese precepto solo se ha practicado un aborto legal en el país bajo esa modalidad. Se realizó en Sucre hace apenas una semana a una menor de 13 años que fue violada por su tío. 

Ximena Machicao, consultora por los derechos de las mujeres y niñas, cree que la decisión del TC fue ineficiente y no solucionó el problema. “Ahora tienes que hacer una denuncia a la Policía por el delito de violación para que te deriven a un centro público de salud, pero no se trabaja ni con el sistema de salud ni con la Policía, no hay procedimiento ni protocolo que garantice esa medida”, razón por la cual apunta a un número escaso de mujeres y niñas que solicitan un aborto por esa vía. 

Además de la revictimización que sufren muchas mujeres cuando van a denunciar la violación, otro muro con el que se estrellan es la objeción de conciencia de los médicos que tienen derecho a negarse a realizar el aborto a pesar de estar autorizado por la Policía. Sin embargo, apunta Brañez, el centro en sí mismo no puede objetar por lo que está obligado a buscar a otro médico que lo realice. 

En 2014 varias organizaciones feministas presentaron una propuesta de reforma del Código Penal para que se despenalizara el aborto. El gobierno y la Iglesia Católica se opusieron calificándolo de delito. Para la Iglesia, la vida empieza en el seno materno, y por lo tanto una interrupción del embarazo equivale a un asesinato.

La Iglesia Católica entiende por aborto la muerte provocada del feto, realizada por cualquier método y en cualquier momento del embarazo desde el instante mismo de la concepción. Así ha sido declarado el 23 de mayo de 1988 por la Comisión para la Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico, dijo el sitio AciPrensa. Para la Iglesia, esta cuestión es un problema científico, político y social grave, pero también es “un serio problema moral para cualquiera, sea o no creyente”.