Carlos Romero explica cómo volvió a su cargo y lo que hizo para recapturar a Belaunde

El ministro de Gobierno cree que “hay un par más involucrado” en el caso Martín Belaunde Lossio.

Carlos Romero:“Creemos que hay un par más involucrado”

El ministro de Gobierno explica cómo volvió al cargo y lo que hizo para recapturar a Martín Belaunde Lossio. Fue un operativo que implicó seguimiento de personas en varias ciudades y rastreos de llamadas telefónicas.

EL DEBER, Santa Cruz



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Romero dejó el Ministerio de Gobierno en julio y volvió 10 meses después para remplazar a Moldiz

Carlos Romero está en su casa por milagro. En la hora que lleva en Santa Cruz de la Sierra ya ha dado una entrevista y, después de esta, le quedan dos más. Es, ahora, el hombre más buscado por la prensa y, pese al cansancio, parece disfrutar su ‘regreso con gloria’ al gabinete de Evo Morales.

Tras ser relegado de la directiva de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Romero vuelve al Ejecutivo con una promesa: cumplir su oferta electoral de generar una agenda estratégica para Santa Cruz desde el lugar donde esté.

_¿Cómo lo convoca el presidente Morales para reasumir el Ministerio de Gobierno?

Primero fue una llamada el domingo 24 por la mañana. La jefa de gabinete del presidente me pide que me comunique con él y Evo me solicita que coadyuve en el tema de Belaunde. Comencé a hacerlo con las limitantes de que uno no puede tomar decisiones ni acceder a toda la información.

El presidente me pedía noticias con una corta frecuencia de tiempo y me comencé a poner nervioso. Pensé que me estaba poniendo a prueba o estaba pensando en restituirme en el cargo de ministro de Gobierno. Finalmente, el lunes me restituye.

_¿Cómo lo asumió?

Con sorpresa y preocupación porque había asumido un compromiso con Santa Cruz. Sigo estando convencido de que la potencialidad de la región es enorme y que hay que consensuar una agenda estratégica. Desde donde esté lo voy a hacer. También con preocupación por la complejidad del Ministerio de Gobierno. Si bien he pasado por allí, los contextos cambian y eso cuenta.

_Y llegó con un contexto de una misión a priori imposible, recuperar a Belaunde.

En estos días me han permitido afirmar en algunos círculos y entornos de que yo tenía la firme convicción de que íbamos a atrapar a Belaunde. Algunos me decían que era una apuesta muy fuerte, incluso cuando ya teníamos idea de dónde podría estar. Era riesgoso, porque hay ríos, pistas y estaba al frente de Brasil.

_¿Cómo se llega a la certeza de que estaba en Magdalena?

Se ha trabajado varios ámbitos de información. Fue un trabajo de inteligencia que nos ayudó a trabajar en los circuitos de los que ayudaron a Belaunde.

Algo que aprendí de la Policía es que todo lo que sucede a las personas, las cosas buenas y las cosas malas, pasa en su entorno. Se ha hecho una graficación de los nexos que había construido Belaunde en Bolivia, además de los lazos de su familia y las personas que se relacionaron con él. Se investigó las acciones de estas personas y se recuperó el libro de visitas del domicilio de Llojeta. Se cotejó las comunicaciones de las personas, se hizo seguimiento a alguna gente y se identificó a las personas articuladoras del plan.

_¿Quiénes fueron los personajes clave en esta historia?

Hay varios elementos. Uno de ellos es que se identifica al abogado Rodrigo Quispe, que si bien vivía en El Alto, supimos que tenía parientes en Magdalena (Beni). Se estableció que Quispe se hospedó en el hotel Oriental el lunes y llamó la atención que con parientes en Magdalena se registró en un hotel. El crimen no es perfecto y esa pista desencadenó todo.

_¿Quién contrata a Quispe?

Lo contrató Freddy Vidovic, el abogado del Curaca Blanco. Por un trabajo de inteligencia se estableció que Quispe debía trasladar a Belaunde por todo el territorio boliviano. Se advierte la comunicación de Tiburcio en Brasil y así se llegó a la hipótesis de que Belaunde buscaba una estrategia similar a la que se usó en el caso Pinto. Se sistematizaron las pulsaciones de llamadas telefónicas del entorno de Belaunde y eso permitió diagramar posibles circuitos de fuga.

Se desplazaron agentes encubiertos en Magdalena, además de operativos en Trinidad, Villazón y Santa Cruz. Los operativos tenían la misión de ejercer presión sicológica sobre las personas ligadas al caso. También sirvieron para hacerles seguimiento y generar algunas hipótesis. Después de eso hicimos una planimetría general de toda la zona de intervención, que abarcaba 15 kilómetros cuadrados alrededor de la pista de Magdalena y decidimos hacer visible el operativo policial, trasladando unidades de Umopar y de la Felcn a la zona, por las características topográficas. La instrucción era hacer un rastrillaje terrestre y cerrar el área del perímetro.

_¿Cómo dio la orden de intervenir?

Quispe salió de Magdalena rumbo a Trinidad para recoger dinero y completar el último tramo de la fuga. Ahí se lo atrapa y se lo traslada a La Paz. Como pierde contacto, el resto de los implicados se desorienta y se aborta el plan de fuga. Realizamos la intervención en la casa de la hermana de Quispe y encontramos a Belaunde.

_Usted sospechaba que Belaunde había contratado a gente con experiencia táctica. ¿Lo descartó?

Planteamos esa hipótesis porque una información advertía que Quispe podría ser un agente de inteligencia de la Policía o del Ejército. Luego la descartamos. Además, Quispe tuvo nexos con otras personas que sí tenían experiencia y eso forma parte de la investigación. Esto continúa, creemos que hay un par de nombres que deben generarse en el proceso investigativo.

_¿Cómo logra Belaunde tejer esta red desde Llojeta?

Alguien formula el plan de fuga, contacta personas con capacidad técnica para elaborarlo, pero lo ejecutan formulando estrategias casi aventureras. Aparentemente no estaban cerrados todos los circuitos y dispositivos. Hay dos elementos que nos ayudaron mucho.

No pasaron a territorio brasileño, por alguna dificultad logística y por la comunicación entre Belaunde y Tiburcio queda claro que buscaba que le facilite traslado físico, cobertura legal y de nexos políticos en Brasil. Tiburcio fue ambiguo, pero creemos que no aceptó representarlo. Eso hizo abortar el plan.

_¿Qué participación tuvo la Policía en la fuga?

Era un caso de connotación internacional y no hay una explicación que sea razonable en el debilitamiento de la custodia. La hora de reporte de la fuga tenía una diferencia de unas tres horas con relación al momento real. Hubo negligencia.

_¿Qué viene ahora para usted?

Retomar una agenda de trabajo que tiene que ver con seguridad ciudadana, modernización de la Policía, del régimen penitenciario y reformas judiciales. También con una filosofía de trabajo que es aplicar el diálogo y la concertación y nunca jamás un ministerio de persecución, represión y espionaje.