Wilma Velasco y Ramiro Paredes renunciaron a sus cargos en medio de la crisis que afronta el Tribunal Electoral de Bolivia. Ovando asumió la presidencia interina de esa instancia.
El Deber Digital, La Paz
Todas las autoridades son cuestionadas por su eficiencia y relación con el partido en función de Gobierno.
Opositores y oficialistas pidieron al resto de vocales seguir la decisión que sumieron en las últimas horas Wilma Velasco y Ramiro Paredes, que renunciaron a sus cargos para salvar la institucionalidad del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
«Ojalá que este camino que ha tomado la señora Wilma Velasco pueda ser tomado por los otros vocales electorales», afirmó el presidente de la Cámara de Senadores, José Alberto Gonzáles.
Mientras, la titular de Diputados, Gabriela Montaño, dijo que las autoridades «tienen dos caminos, o intentar mantenerse con una mirada muy crítica de la sociedad boliviana o asumir una decisión digna como ha asumido la expresidenta y vocal Wilma Velasco.
El asambleísta departamental por Soberanía y Libertad (SOL.bo), Edwin Herrera, sostuvo que «los vocales tienen que renunciar porque se han convertido en la mayor vergüenza del país en este momento«.
A su turno, el líder de la oposición, Samuel Doria Medina, escribió en su cuenta en Twitter que «la crisis en el TSE del Gobierno con la renuncia de su presidenta es terminal, quienes vendrán es la cuestión». Luego, sugirió el retorno de Antonio Costas, Oscar Hassenteufel y Jorge Lazarte.
Tras el alejamiento de Velasco y Paredes, solo quedan en el Tribunal los vocales Wilfredo Ovando, Marco Ayala, Dina Chuquimia, Fanny Rivas e Irineo Zuna, todos cuestionados por su afinidad con el partido en función de Gobierno.