Un MAS para toda la vida

Editorial – Página SieteEl Toque por TrondSon cada vez más frecuentes, y por ello preocupantes, las señales que dan las más altas autoridades del país sobre el futuro de la democracia. En una reciente intervención, el presidente Evo Morales puso como modelo de sistema político al de China: «Si nos unimos de verdad, compañeras y compañeros, nuestro proceso puede ser como en China, gobernar para toda la vida, pero sirviendo al pueblo boliviano, y no estamos lejos de eso”, dijo en una reunión ante centenares de dirigentes del MAS en Cochabamba.La implicación es seria. En China existe un sistema de partido único en el que  no existen libertades políticas, no se respetan los derechos humanos y los medios independientes no tienen cabida. Es verdad que el Partido Comunista chino lleva siete décadas en el gobierno, algo que parece entusiasmarle al Presidente.Si el sistema político chino es el modelo que quiere adoptar el Presidente para el país, acabará la democracia. Es muy probable que no lo logre, pero que esa idea esté en su mente no deja de ser inquietante. Ya antes había dicho que el «proceso de cambio” debería durar 500 años.Ello tiene su correlato en el cada vez más indisimulado deseo de que se aliente una reforma constitucional que le permita a Evo Morales reelegirse indefinidamente. Justamente en el mismo evento en el que Morales dijo que aspiraba a convertir la democracia boliviana en un «modelo chino”, los dirigentes asistentes dijeron que había que pensar desde ahora en un plan para la reelección indefinida. Los comicios serán recién en 2019.En semanas anteriores, el ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) Rodolfo Machaca fue explícito en su estrategia: «Nosotros como organizaciones sociales hemos visto avances en el país y hemos pedido desde el año pasado trabajar una propuesta para modificar la Constitución”, para permitir que el Presidente se mantenga en el poder después de 2020.Y si a ello se suma el pedido del vicepresidente Álvaro García Linera de que para conseguir una salida soberana al mar «el Presidente Evo siempre nos (debe) acompañar”, tenemos un cuadro que es altamente decidor sobre el futuro de la democracia.La experiencia histórica demuestra que la reelección indefinida no es  democrática, puesto que propicia  la acumulación de poder en pocas manos y la reducción de la capacidad de fiscalización;  debilita el debate público y la participación ciudadana y anula a los  medios independientes. Estos regímenes para «toda la vida” no suelen dar democracia ni mejores condiciones de vida, sino todo lo contrario. Es lo que ocurre en China, Cuba y Corea del Norte.Si el sistema político chino es el modelo que quiere adoptar el Presidente, acabará la democracia. Es probable que no lo logre, pero la idea inquieta.(Caricatura de Trond, El Día)