En 6 meses no se aclaró la muerte de joven boliviano en Buenos Aires

El País, Tarija



Written by  JORGE SALOMÓN/ EL PAÍS EN/BUENOS AIRES  Familiares, amigos y personas sensibilizadas con la causa de Franco Zárate, continúan pidiendo justicia a seis meses de su muerte, según los familiares, a manos del kiosquero Pelágio Gualberto Ximénez, quien se presume lo mató con un disparo en el pecho, el pasado 23 de enero en medio de insultos racistas y xenófobos, tras  una discusión por el precio de unas cervezas y gaseosa que el occiso pretendía comprar junto a su primo Aldo Zárate.A la fecha, la causa por el asesinato de Franco está estancada, no tiene avances y el presunto asesino continúa en libertad, razón por la cual, continúan las movilizaciones, marchas y acciones para que haya un juicio y castigo al responsable. Igualmente exigen procesamiento y destitución de los efectivos de la comisaria 42, ya que denuncian que encubrieron al asesino en una primera instancia y no posibilitaron que se llevaran adelante las pericias necesarias la misma noche en que aconteció la muerte de Franco.Los allegados a Franco han manifestado en varias oportunidades un sentimiento de indignación por lo que aseguran es falta de celeridad en el accionar de la justicia lo cual ha movilizado a un grupo de jóvenes amigos del joven y a sus familiares, quienes no escatiman esfuerzos para movilizarse y tocan todas las puertas posibles, y así recurrieron a Nora de Cortiñas, presidenta de la asociación Madres de Plaza de Mayo, organizaciones defensoras de derechos humanos, acceso a la justicia,  Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (INADI), Congreso de la Nación, Consulado y Embajada de Bolivia entre otras a las que han acudido con un solo pedido “Justicia”.“La discriminación y el racismo es un problema social que afecta a todos los ámbitos de la sociedad, siendo uno de los más comunes el ataque a nuestra identidad, porque a Franquito lo mataron por ser moreno y de origen boliviano, pero nosotros nos sentimos orgullosos de nuestro origen y cultura, y vamos a luchar para que su muerte no quede en olvido y se haga justicia”, remarca con la voz entrecortada Aldo, primo de Franco, y quien fue testigo de su asesinato.En sus gestiones lograron reunirse con el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera y hacerle conocer su preocupación  por la situación vivida y el que no haya avances en la justicia, y en la última visita de Estado del presidente Evo Morales, lograron entregarle una carta, en la que le piden pueda interponer sus buenos oficios para que la justicia los escuche, y el asesino de Franco vaya a la cárcel.Como sucedieron los hechosAldo Zárate, primo de Franco relata que la noche del 23 de Enero, junto a Franco y su padre Elvis  se dirigieron a un kiosco en la esquina de las calles Basualdo y Bragado zona de Mataderos para comprar dos cerveza y una gaseosa en un vehículo. Los dos jóvenes se bajaron para efectivizar la compra, mientras que don Elvis se quedó en el auto.Los jóvenes reclamaron el precio excesivo que el kiosquero pretendía cobrarles por las bebidas, comenzaron a discutir, y en medio de la discusión comenzaron los insultos racistas con términos como “boliviano de mierda”, la discusión subió de tono y Pelágio, el kiosquero, los amenazó mostrando un arma, entonces cuando intentaban retirarse  en el auto, este no arrancó por fallas mecánicas, entonces  el kiosquero salió del interior del kiosco y golpeó en la nariz a Franco que ya se encontraba sentado en el asiento delantero del auto para marcharse, y cuando él bajo para intentar defenderse le pegó un tiro en el pecho, y Franco cayó desfallecido en la acera.Don Elvis y Aldo llevaron a Franco al hospital Santojanni, que se encuentra a unas cuadras del lugar, pero murió en el traslado, en ese transcurso el kiosquero se dirige a la comisaria 42 a realizar una denuncia por intento de robo, realizado por tres bolivianos, y que para defenderse habría realizado un tiro al aire y de forma accidental hirió a uno de ellos.Cuando el padre y primo de Franco intentaron realizar la denuncia los oficiales de la comisaria 42 no los dejaron volver a la escena para reconstruir el hecho, ni declarar en ese momento y fueron detenidos hasta el día siguiente, razón por la cual no se realizó ninguna pericia para esclarecer el hecho, y al día siguiente Pelágio limpió la escena del crimen, e incluso contó con resguardo policial durante varios días, como si él fuese la víctima.Los amigos de Franco señalan con indignación que en una actitud claramente xenófoba por parte de policías de la comisaria 42, pesó más el supuesto intento de robo, que el asesinato de Franco, y nunca intentaron esclarecer los hechos, y recién pudieron sentar la denuncia 5 días después pero ya no en la comisaria sino directamente en tribunales.Iber Mamani, amigo de Franco, señala que irónicamente la justicia y funcionarios de la comisaria 42 protegieron al asesino, quien es de tez blanca y nacionalidad uruguaya, y no  a Franco Zárate de nacionalidad argentina pero de tez morena y origen boliviano.Avances de la causaEl abogado Cristóbal Zárate, tío de Franco, y uno de los abogados del caso, señala que hasta la fecha no avanzaron las causas que están a cargo del juzgado número 19, ni la que tienen en contra Aldo y don Elvis por el supuesto intento de robo, ni mucho menos la del asesinato de Franco Zárate,  agravado por alevosía y ensañamiento en manos de Pelágio Ximénez.“Presentamos varias pruebas como la tenencia del arma del kiosquero que es una bersa nueve milímetros, un arma de guerra, que tenía la placa limada. Frente a eso la Policía y el juez tendrían que actuar. Sólo por disparar en la vía pública con un arma de guerra esa persona debería ser detenida, pero no hicieron nada”, agrega el abogado.Igualmente los familiares están pidiendo que se garantice que Pelagio Ximénes no salió del país, porque es de nacionalidad uruguaya y ya no vive más en la casa donde vivía y tenía el kiosco, puesto que la misma era alquilada.Y para que haya avances reales en la causa, la querella de Franco está pidiendo que se secuestren la cámaras de seguridad, tanto la que había dentro del kiosco, como también la de una vecina, pero todavía no tienen una respuesta al respecto de los Tribunales.Se realizó una vigilia por los 6 meses del crimenEl día que se cumplían 6 meses de su muerte sus familiares y amigos organizaron una vigilia para recordar a Franco y pedir justicia, en el mismo lugar donde ocurrió todo, el kiosco que hoy se encuentra cerrado y con las paredes y toldo pintarrajeados con palabras como “justicia para Franco”, “ Pelagio asesino” o “racista”.El acto fue sencillo pero emotivo, los presentes que eran alrededor de 60 personas  quienes acompañaron con canciones y velas durante la vigilia para luego colocarlas alrededor de la foto de Franco, con el pedido de justicia y el grito de “Franco presente, ahora y siempre”.En la voz de sus amigos y familiares se recordó a Franco, y su amor por su origen boliviano, repudiando los hechos de racismo y xenofobia a los que generalmente esta expuestos los miembros de la colectividad boliviana.“Los términos bolita, indio o negro, van más allá del sentido ofensivo en que se pretende pero cuando nosotros tomamos conciencia de la riqueza cultural de la cual procedemos, no solo puedes cambiar la manera de pensar de uno mismo, sino que también puedes cambiar la forma de pensar de los otros”, fueron las declaraciones de Aldo Zárate, primo de Franco durante la vigilia.Por su parte, Vania, La novia de Franco señaló que no hay palabras para describir lo buena persona que era él con sus amigos y familiares, y que su muerte no puede llegar de un momento a otro, porque todo lo que pasó no debe quedar impune.Ramiro Tapia, cónsul General del Estado Boliviano también estuvo presente, junto a otros funcionarios del Consulado y señaló que es una obligación moral como representante del Estado boliviano, velar por la integridad moral y física de los compatriotas y acompañar para que se haga justicia.“Estamos aquí para comprometernos que el asesino de Franco esté en la cárcel,  porque un xenófobo no debe estar suelto en la calle en medio de nuestra sociedad, hemos acompañado a los amigos y familiares de Franco para tocar puertas de organizaciones que coadyuven a que se haga justicia y vamos a estar presentes en los espacios que sea necesario para que ni en este país u otra parte haya espacios para el racismo”, enfatizó ante los presentes.El acto concluyó con la exposición de un video donde mostraron todo el camino andado desde enero hasta la fecha y las movilizaciones realizadas para exigir justicia.Franco presente por siempreMovilizacionesDesde el 27 de enero se iniciaron movilizaciones, encuentros y marchas, como: “Contra  la Xenofobia, racismo y discriminación”, “Memoria y Verdad” o  “Ni una menos” entre las más representativas en busca de que el asesino Pelagio Ximénez sea encarcelado y se escuche el pedido de los familiares y amigos de Franco, que desde el principio no bajaron los brazos, pidiendo que la justicia esté al alcance de todos, sin que exista ningún tipo de discriminación para conseguirla.Pedido a InstitucionesSe tocaron puertas de diferentes instituciones que defienden los derechos humanos, y trabajan en materia de discriminación y racismo, parlamentarios, Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (INADI), Consulado y Embajada de Bolivia, quienes se comprometieron a realizar todas las gestiones necesarias ante las autoridades argentinas para que haga justicia, logrando entregar una carta al Presidente Evo Morales, durante su última visita a la República Argentina en julio pasado.Basta de racismo y discriminaciónLos amigos y familiares de Franco señalan que su caso es un reflejo de los maltratos que aún se tienen hacia la colectividad boliviana, a pesar de los grandes avances que se tuvo en la temática en los últimos años, por lo que aún existe marginación, discriminación y xenofobia hacia bolivianos e hijos de bolivianos y existen varios casos  por los que también piden justicia en otros casos de miembros de la colectividad, como Marcelina Meneses, Reina Maraz o Ezequiel Zambrana.