Obras «elefante blanco» de Evo: Aeropuertos que hacen prever pérdidas

La construcción de cuatro terminales aéreas, aún inconclusas, deja dudas.INUTILIDAD DE AEROPUERTOS HACE PREVER PÉRDIDASPuntual. Expertos anticipan que la inversión en los aeródromos de Chimoré, Copacabana, Monteagudo y Oruro es difícil de recuperar.Inutilidad-de-aeropuertos-hace-prever-perdidas-Ref. Fotografia: Panorama. El aeropuerto de Chimoré luce moderno y listo para operar. Su utilidad es el mayor desafío del Gobierno.EL DIA, SANTA CRUZLa construcción de al menos cuatro terminales aéreas durante los últimos años en el país, tres de ellas aún en proceso, hacen prever, según los analistas y expertos en el tema,  pérdidas millonarias a la inversión de al menos $us 70 millones de dólares que dispuso el Estado boliviano. Entre ellas se encuentra la de Chimoré (en el trópico de Cochabamba), los turísticos Tito Yupanqui (Copacabana, La Paz) y  «El Bañado» del municipio de Monteagudo (Chuquisaca). En cambio, el aeropuerto Juan Mendoza de Oruro, que ya fue inaugurado en febrero 2013, hasta ahora luce como un «elefante blanco» sin ser utilizado plenamente y muy distante de constituirse en los hechos como una terminal aérea internacional, tal como fue categorizado por las instancia de aeronaútica civil.Armando Méndez señala que esos cuatro proyectos desnudan una enorme debilidad del Gobierno en el manejo de los recursos públicos, tanto que esas inversiónes no provienen del «gasto corriente», sino que son inherentes a la inversión pública, cuya utilización de los ingresos del país se la hace «absolutamente ausente de una planificación». «El gran problema es que el Estado, por dedicarse a hacer inversiones en empresas públicas, hace todo mal, sin estudios y menos con planificación, estos trabajados tranquilamente pueden ser desarrollados por empresas privadas, dado que ellos ven rigurosamente si conviene o no hacer una inversión como son los aeropuertos», puntualizó.Diagnóstico a los proyectos. Pese a la escasa información fidedigna del Ministerio de Obras Públicas, instancia de la cual depende la construcción de aeropuertos del país, se tiene casos preocupantes como es la terminal aérea de Oruro. A casi tres años de su inauguración, practicamente su utilidad no llega ni al 10% de su capacidad instalada, con apenas tres vuelos semanales de la línea Transporte Aéreo Militar (TAM) y un volumen de ocupación de 250 pasajeros incluido en ida y vuelta a dicha ciudad, en ese periodo de tiempo. En dicha infraestructura aérea, el Estado ha erogado alrededor de $us 19,1 millones de inversión.En lo que va del año, dos líneas aéreas han dejado de operar a dicha ciudad: Aerocon  y Amaszonas. La primera porque entró en quiebra y se disolvió como empresa; la segunda, que vinculaba a una ruta internacional con tres vuelos semanales entre Santa Cruz-Oruro-Iquique, cerró su paso por la ciudad del Pagador, dada la escasa demanda de pasajeros y por otro por las condiciones complejas de aterrizaje que ofrece dicha terminal. «Es que nadie va ha volar donde económicamente solo le significa pérdidas en lugar de ganancias», reflexiona, Julio Alvarado, economista.Otro de los factores que incidieron en que dicho aeropuerto aún tiene pendiente varios trabajos complementarios como la existencia de una torre de alta tensión cerca la pista áerea y un vertedero de basura en la zona que genera la existencia de aves, fueron otras de las atenuantes que explican su actual situación.Según Constantino Klaric, experto en aeronaútica, el aeropuerto de Oruro por sus características topográficas y climáticas, los aviones solo pueden salir por un solo lado y está muy cerca de cables de alta tensión. «Todo ello hace peligroso el despegue y para operar se debe reducir peso y pasajeros lo que hace antieconómico a cualquier línea aérea», explicó.En el caso de Copacabana y Monteagudo. La construcción del aeropuerto turístico «El Bañado» del muncipio de Monteagudo (departamento de Chuquisaca), cuya inversión es de $us 8 millones aún se demora en su entrega, la misma que debió concretarse en agosto de este año, recién podría ser entregada en los primeros meses del próximo año. Es una moderna infraestructura para aviones medianos y chicos, cuyo objetivo es satisfacer a una población de 25.000 habitantes y otros tantos de esa región sureña del chaco chuquisaqueño.Eloy Gregorio Méndez, presidente del Concejo Municipal de Monteagudo, admitió que la construcción avanza de manera lenta, cuyo avance es del 80%. Sin embargo, descartó que dicha infraestructura quede como «elefante blanco», por la escasa población en la zona. «De ninguna manera esta región gracias a las diferentes actividades petroleras, como los trabajos de exploración del Bloque Azero, es que pronto se inciará demanda de mucha gente que viaja en avión. Será de mucha utilidad», respondió Méndez.En cambio, la otra cara de la medalla es el aeropuerto turístico Tito Yupanqui del Municipio de Copacabana (departamento de La Paz), cuya inversión de $us 7,1 millones, quedó truncado luego de que la Empresa de Construcciones del Ejército (ECE) se declarara en quiebra técnica y dejara inconclusa la obra, además de oficilizarse su cierre definitivo por parte del Gobierno.Luego de casi un año de abandonada la obra, que hasta donde se conoce tuvo un avance del 60%, el Ministerio de Obras Públicas ha resuelto adjudicar a la «Empresa Estratégica Boliviana de Construcción»(EBC), bajo la modalidad de «contratación por excepción», con una inversión de Bs 13,3 millones.Según Óscar Vargas, presidente del Concejo Municipal de Copacabana, informó que hasta ahora no se reinician los trabajos debido a que la quebrada empresa del Ejército aún no ha retirado sus pertenencias. «Eso nos preocupa, ya que nosotros queremos tener operando el aeropuerto. Para nosotros será de mucho beneficio, dado que Cobacabana está en una península, con solo una salida por tierra por el Perú. Entonces resulta en una vía de comunicación alterna para el turismo y para el pueblo», dinalizó.Con destino incierto. La construcción de un aeropuerto internacional en Chimoré (trópico de Cocababamba), en una zona muy compleja y de escasa factibilidad para el negocio aéreo comercial, es según los analistas una incertidumbre elocuente. El simple hecho de categorizarlo como internacional para una población media de la zona del Chapare cochabambino, de 30.000 habitantes, hará difícil recuperar la inversión que significa dicha infraestructura áerea, de $us 36 millones.Sin embargo, el Gobierno y el propio presidente del Estado, Evo Morales, señalaron en reiteradas ocasiones que dicho aeropuerto permitirá la exportación de la producción frutícola de la zona y la producción de alimentos, además de generar y dinamizar el turismo.El economista Germán Molina puntualiza que dicho proyecto, al igual de otros que desarrolla el Gobierno, se hacen sin estudios de mercados, de localización del proyecto y los impactos económicos favorables que debe tener a corto y mediano plazo. «Ya existía en esa zona el aeropuerto. Hasta el 2006 fue usado para lucha contra el narcotrafico. Sobre ello, con el argumento de internacional, se construye sin prever perspectivas ni siquiera a cinco o diez años, incluso lo que hoy estamos viviendo, con una tendencia donde la bonanza de diez años se ha perdido completamente y por ende se prevé déficit en los ingresos que ya se están sintiendo esa baja de ingresos en el país. Se hace el aeropuerto bajo ideas que de pronto se les ocurre, en un ambiente económico donde los recursos públicos empiezan a disminuir, ha caído la cuenta corriente de balanza de pagos, el déficit fiscal se eleva, hay un déficit que se quedará por varios años. En ese ámbito no tiene sentido tener un aeropuerto como se lo hace en Chimoré», señaló Molina.Por su parte, el alcalde de Chimoré, Silverio Lara, señaló desafiante que no hay duda alguna que el aeropuerto una vez entregado entrará en funcionamiento, con las mismas condiciones y características de un aeropuerto internacional, al dinamizar la exportación de productos agrícolas como la banana, piña, papaya, palmito, entre otros.»Todo dicen con tal de oponerse a las obras de nuestro Presidente (Evo Morales). No hay por qué dudar que ese aeropuerto va ha ser muy importante en la generación de las exportaciones de nuestros productos agrícolas y la atracción de turismo a esta zona», justificó el munícipe.Dicha terminal aérea debió ser inaugurada el pasado 12 de septiembre, quedó suspendida debido a la falta de provisión de energía y de equipos para la torre de control, informó el gerente de supervisión de la obra, Ramiro Orellana.CaracterísticasUna mirada a cuatro proyectosChimoré. Según datos técnicos, el aeropuerto contará con una pista de 4.000 metros de largo por 60 de ancho y fue construido con una inversión de 36 millones de dólares. La iluminación y equipamiento corresponden a Aasana.Oruro. El uso del aeropuerto es cada vez menor debido a una significativa interconexión víal terrestre que facilita a los pasajeros transitar por tierra. El Comité Cívico de Oruro concibe dicho concepto como discriminatorio.Copacabana. Por ser un municipio netamente turístico por el lago Titicaca y la Virgen de Copacabana, sus autoridades ven como oportuno y alternativo tener una pista aérea para tranposte de pasajeros de aviones livianos desde La Paz y Cuzco.Monteagudo. El municipio se encuentra en una zona netamente petrolera del país. Sus pobladores ven oportuno tener un aeropuerto para transporte de pasajeros de aviones pequeños desde dicha población hacia Santa Cruz y a todo el país.Punto de vistaJosé AlbertiPresidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz«Un aeropuerto será viable si hay actividad económica»»La inversión en cualquier infraestructura, como en este caso de los aeropuertos debe contar necesariamente con un estudio de factibilidad técnica y económica para demostrar su viabilidad en el largo plazo, su retorno en la inversión y su impacto social que va ha tener en el mediano tiempo.Por lo tanto, esos aspectos deben ser fundamentales en la construcción de los aeropuertos, ya que es un elemento importante con que se deben desarrollar las obras, más aún si es de inversión pública.Para que un aeropuerto sea víable, es vital generar actividad económica en la zona en cuanto a desarrollo productivo, social y actividad turística, en este caso por ejemplo en Chimoré, donde dicha construcción debería estar acompañada por esos eslabones económicos.Además, hacer aeropuertos no solo es generar conectividad y acceso a la población, un servicio que en este momento es el más caro comparado con otros países. Para ello hay que generar actividad económica sin restricciones, es la única premisa que permitirá la utilidad óptima de los aeropuertos del país.Ahora si el aeropuerto se hace para exportar productos agrícolas pecuarios como anuncia el gobierno con el caso de Chimoré, debe incentivar mayor dinamismo de la actividad productiva, sin ello, será imposible avisorar un movimiento de cargas y de pasajeros ni a mediano y a largo plazo.Ahora en el caso de las líneas aéreas del país, algunas empresas han salido del mercado porque la rentabilidad del sector aeronáutico ha caído, precisamente por las restricciones y barreras que hay. Además se ha creado un cierto oligopolio entre el TAM militar y BOA.Entonces hay que permitir la apertura de los cielos, la apertura de la conectividad aérea para que otras empresas puedan operar en estos mercados relativamente pequeños, con mejores ofertas y cualidades, obviamente con las mismas reglas para todos.Lamentablemente, la regulación en nuestro país no permite a ciertas líneas aéreas competir y operar en igualdad de condiciones, por ejemplo en el eje troncal. Eso ahuyenta en cierta manera el arribo o la creación de más líneas áreas.En el caso específico de Chimoré, está concebido para atraer turismo, lo que hay que ver es si ese aeropuerto tiene el tamaño de proyectos alternos para cubrir esa inversión».