La experiencia federal que Bolivia se lleva de Suiza

Foto: Nancy Vacaflor. La delegación de Bolivia en una jornada de trabajo con el equipo suizo.
Actores políticos y de la sociedad civil de Bolivia visitaron Suiza para conocer por qué el modelo federal de ese país es tan exitoso y si alguna de sus claves y competencias puede ser replicada en el país.Página Siete/ La PazDe Suiza se dice que es el país que más riqueza tiene por cada uno de sus habitantes, que es el más desarrollado y, en algún ranking mundial, también figura como el país más feliz del planeta. ¿Cómo lo lograron? ¿Qué puede aprender Bolivia de Suiza?Una delegación de autoridades nacionales, subnacionales y actores de la sociedad civil de Bolivia, por invitación de la Cooperación Suiza, viajó a ese país para conocer la experiencia respecto a la administración de su federalismo, la distribución de competencias y de sus recursos económicos.El Estado de Suiza ha construido su sistema federal desde 1848, lo que no es poco tiempo. Semejante trayectoria no sería posible de replicar en Bolivia de inmediato, no sólo porque la realidad política y económica  es diferente, sino por su corta experiencia en descentralización. Aunque es posible rescatar las buenas prácticas de este modelo.La subsidiariedad, la delegación de competencias al nivel más bajo, los procesos de consulta al ciudadano, la toma de decisiones, la priorización en el desarrollo, la consulta a las minorías, la participación del privado son algunas coincidencias de buenas prácticas que recogieron los miembros de la delegación boliviana tras conocer la experiencia de federalismo en Suiza durante la última semana.Gobierno federalSuiza tiene tan claras las competencias de sus diferentes niveles que es impensable, un hecho que es cotidiano en nuestro medio, que un presidente como Evo Morales decida las obras que se construirán en un  municipio o en un departamento. Esto no es posible en este país, el gobierno federal no tiene facultad para realizar obras en los cantones (departamentos), y si quiere hacerlo, debe ser a partir de consultas y decisiones compartidas.Para empezar, la estructura del Estado está asentada en la Confederación, los 26 cantones (departamentos) y las 2.324 comunas o municipios. A diferencia de Bolivia, Suiza impulsó su federalismo desde la organización de los cantones, los que se constituyen en «estados soberanos”.En la experiencia suiza, han sido los cantones los que han otorgado facultades exclusivas al gobierno (central) federal, que son totalmente limitadas: en defensa, seguridad, carreteras nacionales, educación universitaria y técnica y soberanía del Estado, además de relaciones exteriores.Pero, los cantones (departamentos), en definitiva, son el centro en la toma de decisiones soberanas con amplias facultades, es decir, y como dicen los propios suizos, «todo lo que no está en la Constitución es competencia de los cantones”.Para este país también está absolutamente claro que la «última palabra la tienen los ciudadanos”, porque a nivel federal y cantonal sus pobladores pueden impulsar iniciativas populares y referendos para consultar sobre la modificación parcial o total de su constitución o cuando no están de acuerdo con la legislación de sus representantes.Esto es sólo una pincelada de cinco días de conocer el funcionamiento del sistema suizo. Y aunque no será posible copiar el modelo, hay criterios coincidentes en la delegación boliviana que llegó a este país en el marco del intercambio de experiencias impulsado por la Cooperación Suiza.El carácter de subsidiariedad es uno de esos principios «clave” del modelo, es decir, que las decisiones, la resolución de los problemas se gestiona desde el nivel más bajo, lo que significa que cuando un municipio (comuna) no puede responder a una necesidad, es el cantón el que entra para apoyar y, en última instancia, interviene el nivel federal.»Es fundamental el concepto de que todo se resuelve al nivel más bajo, entendiendo que las soluciones salen de los habitantes. No es de arriba hacia abajo, como en Bolivia. Es un aprendizaje para orientar el debate autonómico”, sostiene el alcalde de Tarija, Rodrigo Paz.Criterio que es plenamente compartido por el rector de la Universidad Ecológica, Carlos Hugo Molina, para quien «la subsidiariedad, es decir, el nivel más bajo no debe renunciar a las competencias que necesita el ciudadano en el lugar donde está. Y lo que realiza el nivel central es de complementariedad”.La concejala de Cochabamba Rocío Molina (MAS) cree posible avanzar en este principio que posibilita que las decisiones más importantes sean de los ciudadanos porque existen «diferentes soluciones a problemas comunes”.El otro tema a rescatar es la visión de «consensos, coordinación y respeto entre diferentes fuerzas de izquierda o derecha y entre los niveles federados. En este país (Suiza) es de respeto”, afirma el senador opositor Homer Menacho.Aunque sigue el debate sobre la precisión respecto a las tareas, las instituciones políticas y financieras han avanzado significativamente sobre su política fiscal y  su distribución competencial.CompetenciasEn  Bolivia, la Constitución Política del Estado y la Ley Marco de Autonomías ya define las competencias para los cuatro niveles existentes (central, departamental, regional y autonomías indígena originaria campesinas), aunque su aplicación todavía es una asignatura pendiente.El gobernador de Cochabamba, Iván Canelas, piensa en su departamento al momento de escuchar la explicación del Departamento de Finanzas de ese cantón, desde donde se administra toda la política fiscal impositiva que es la base del federalismo.Su primera reflexión es que la experiencia puede «ayudar a cambiar en aspectos de la estructura que en algunas regiones se mantiene y que en vez de ayudar afecta a un mayor desarrollo”. Por ejemplo, que se ejecuten obras sin tomar en cuenta la necesidad de la gente.Su opinión se generó después de visitar el municipio de Rennaz, ubicado en el cantón de Vaud, que tiene 857 habitantes. En esa comuna se construye un hospital, que será compartido en uso y disposición de inversiones por dos cantones: Vaud y Valais.De esta visita, la delegación obtuvo varias lecciones, como la participación de privados en la ejecución de obras en las que  el municipio se constituye en «garante”, o la consulta a los ciudadanos para convencerlos de la construcción de la obra. Para los suizos no importa el tiempo, sino el resultado. (ANF)Sobre  el país helvéticoPoblación. Suiza tiene 8,2 millones de habitantes.Superficie. 41.284 kilómetros.Densidad demográfica 176,5 habitantes/km2.Lenguas.  Se hablan cuatro idiomas (alemán, italiano, francés y romanche).Libertad de culto  Mayoría católica, reformado-evangélico. Estructura: cuenta con el nivel de la confederación, los 26 cantones y los municipios.Recursos. Sólo Ginebra tiene un presupuesto de 8.000 millones de dólares.Participantes. El ministro de Autonomías, Hugo Siles; los alcaldes Iván Arciénega y Rodrigo Paz; el gobernador de Cochabamba, Iván Canelas, y la concejala Rocío Molina; los legisladores Homer Menacho y Javier Zabaleta; el rector de la Universidad Ecológica, Carlos Hugo Molina, y el consultor Javier Revollo.Es fundamental el concepto de que todo se resuelve al nivel más bajo, pues  las soluciones salen de los habitantes.