5 datos para mejorar tus finanzas personales

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Todos podemos caer en el error de utilizar la tarjeta de crédito de manera desbocada y sin conciencia, sobre todo cuando se trata de nuestros primeros plásticos dorados. Pero con el tiempo, si seguimos arrastrando esos vicios de la juventud y ni maduramos en la forma en que manejamos nuestras finanzas personales, pasaremos el resto de nuestras vidas trabajando para pagar una deuda eterna.

Si ese es tu caso, es hora de que pongas las cartas sobre la mesa y hagas un cambio importante en la manera que administras tus ingresos y egresos. Estos 5 consejos te ayudarán:



 

Hazle seguimiento a tus gastos

Registra en algún formato (digital o en papel, como sea más cómodo para ti) todas las compras que realizas, sin importar lo pequeñas que sean. La idea con este ejercicio no es hacerte sentir culpable a ti mismo, sino identificar cuáles son tus hábitos de gastos y así erradicar los vicios y excesos que no te traen nada bueno.

 

Ingenia tu propio presupuesto

Suena complicado, pero realmente no lo es. Calcula tus ingresos mensuales y destina un porcentaje a tus necesidades (50%, por ejemplo), otro para tus ahorros (20%) y el resto para tus deseos (viajes, tecnología, y aspiraciones en general). Es sencillamente establecer un parámetro para controlar tus gastos.

 

Concientiza cada gasto

Si sientes que es imposible establecer un parámetro de tus gastos, entonces debes comenzar a poner en práctica este ejercicio: planifica con antelación dónde se irá tu dinero, como si se tratara de un negocio que planifica la compra de su próximo lote de mercancía. Allí verás que hay cosas más importantes en las que estás dispuesto a gastar tu dinero y otras menos importantes que, poco a poco, irás dejando de lado. Un buen negocio maneja con antelación cada centavo que gasta, y tú mismo dejarás de gastar en cualquier cosa sin pensar que estás limitando las posibilidades de adquirir un bien de mayor relevancia (por ejemplo: dejar de gastar en golosinas o bebidas gaseosas para poder salir a cenar con mayor frecuencia, que es una actividad que disfrutas mucho más).

 

Busca en todo la ganancia

Olvida la palabra ahorro y sustitúyela por “ganancia”. ¿Notas la diferencia? De nuevo, pensando como un comerciante, si gastas más de lo que ganas no tendrás nunca ganancias e irás a la quiebra. Es radical, pero así debes pensar sobre tus cuentas personales: si no obtienes ganancias al cierre de cada mes, nunca lograrás cumplir tus metas a largo plazo (adquirir un inmueble, viajar, etcétera).

 

Conoce tu propio valor

Todo negocio, toda gran o pequeña empresa, sabe manejar una serie de indicadores que le señalan en qué posición se encuentra en el mercado. Haz la prueba en tu propia casa: monitorea tus gastos en una hoja de cálculo y compara tu posición consolidada semana tras semana o mes tras mes. Podrás ver cómo evoluciona tu situación financiera para motivarte… o cómo involuciona, para tomar medidas.

Recuerda que ahora debe ser un hábito revisar regularmente tus fondos. Atrás quedaron esos días en que aplazabas hasta el final ver el estado financiero de tus tarjetas de crédito.

 

Con información de SoyEntrepreneur.com

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Fuente: untiposerio.com