Caso Gabriela/CAMC: Oposición ve una cortina de humo que busca proteger a la ex de Evo

La intención es alejarla de la comisión congresal que investiga el caso, dicen.

Oposición: Una cortina de humo busca proteger a la ex de Evo

 La exejecutiva de la empresa china CAMC y expareja del presidente Evo Morales fue arrestada ayer a solicitud del Ministerio de Transparencia, que la acusa por dos presuntos delitos después de 24 días de que se destapó el caso.Página Siete y ANF /  La PazParlamentarios de la oposición consideran que el arresto de la expareja del presidente Evo Morales forma parte de una «cortina de humo” que busca alejar a la acusada de la comisión legislativa multipartidaria que investiga el caso CAMC.El diputado de Unidad Demócrata (UD) y miembro de la comisión de parlamentarios que investigarán este caso, Wilson Santamaría, afirmó que «aquí hay una cortina de humo para distraer a la gente y hacernos creer que luchan contra la corrupción, pero en la comisión seremos muy incisivos en ese tema y vamos a investigar sus movimientos financieros, sus conexiones telefónicas y su movimiento migratorio para que los bolivianos sepan qué es lo que se esconde detrás de CAMC”.El senador Óscar Ortiz, del Movimiento Demócrata Social, dijo que la aprehensión «es una medida quizá desesperada para lavar la imagen del Presidente”,  «una medida orientada a ‘encerrar’ a la señora Zapata para evitar que ella pueda hablar directamente con los medios de comunicación, o quizás es el temor que tienen a la comisión de investigación legislativa, porque saben que (los parlamentarios de oposición que la conforman) lo harán todo público, mientras que los fiscales lo hacen todo entre cuatro paredes”, dijo el legislador, que forma parte de dicha comisión.Para Ortiz, las declaraciones del  ministro de Gobierno, Carlos Romero, sobre un presunto delito de  usurpación de funciones, dan cuenta de que el Gobierno admite que Zapata habló a nombre del Gobierno para conseguir estos contratos.»Habrá que aclarar que la señora Zapata no puede haber cometido sola este delito”, dijo.La diputada Susana Rivero (MAS), presidenta de esa comisión de investigación, dijo que no conoce los motivos de la detención de la expareja de Evo.»Desconozco los delitos, los detalles de la detención de Zapata; ésta no fue provocada por la comisión de investigación”, informó Rivero según la ANF.El senador Ortiz, también integrante de la comisión, sostuvo que no conoce las circunstancias de la detención de Zapata, pero que la investigación de la comisión seguirá adelante.La diputada Romina Pérez (MAS), en una entrevista con radio Compañera, explicó que  la investigación tiene cuatro fases y el trabajo está aún en la primera, que es precisamente pedir la documentación para detectar las eventuales irregularidades; posteriormente, citarán a las personas involucradas y harán otras pesquisas.»Estamos pidiendo a las instituciones del Estado que nos pasen todo el proceso de contratación”, sostuvo Rivero.Zapata, quien  hasta hace poco  era gerente comercial de la  china CAMC, fue arrestada ayer en la zona Sur de La Paz y llevada a la FELCC para que efectúe sus declaraciones ante un fiscal.MAS busca otros medios para no dejar el poderERBOL /  La PazLuego de que el presidente Evo Morales eludiera en cuatro oportunidades responder si en 2019 dejará la silla presidencial, la oposición  advirtió ayer en el MAS una actitud de virtual desconocimiento de los resultados del referendo,  cinco días después de haberse llevado a cabo la consulta popular.Morales  no rechazó ni confirmó en ninguna de sus intervenciones públicas su intención de insistir en la reelección a través de otros mecanismos legales, tal como hicieron mandatarios de corte socialista en Nicaragua y Venezuela, con una enmienda del Tribunal Constitucional.El gobernador de La Paz, Félix Patzi, advirtió que si el presidente Evo Morales insiste en la candidatura en  2019, sería una señal preocupante porque el país estaría en puertas de una tiranía política en lugar de una democracia.Dijo que el Gobierno debe entender claramente el mensaje del referendo, porque el pueblo votó para que Evo Morales ya no vaya más a una reelección,  así sea por una u otra cantidad de votos.»Forzar otra participación sería violentar la institucionalidad democrática e ignorar lo que el pueblo ha decidido, y no creo que ningún parlamentario actuaría (en apoyo a Evo). Si lo hace estaríamos confirmando el camino a la pretensión de la tiranía”, declaró.La diputada de Unidad Nacional Fernanda San Martín  exigió el respeto a la voluntad mayoritaria y afirmó que cualquier intento de postularse en 2019, a través de algún subterfugio jurídico, sería una ilegalidad de una persona que constitucionalmente está inhabilitada para un nuevo mandato.Gabriela, la «cara conocida”, y un juego de espejosMarco Zelaya /Página SieteEn el balance, Gabriela Geraldine Zapata Montaño ha logrado aquello que al parecer buscaba desde el principio: notoriedad. Pero no precisamente la que anhelaba. A juzgar por sus fotos posadas en el caserón del extinto jefe adenista Guillermo Fortún, quería dotarse de una imagen que mezclara, en dosis iguales, el glamour de la femme fatale, de la modelo de pasarela, y la frialdad de la ejecutiva exitosa, de tiburona de los negocios. O, lo que es lo mismo, parecía que buscaba aceptación social con desesperación.Se especuló mucho sobre su metamorfosis física. Se exageró, en las redes sociales, al publicar supuestas fotos suyas, en las que se veía a una joven de vestimenta gris, a la militante de las juventudes masistas -uno piensa en las seguidoras de la revolución cultural de Mao, en China-, lista para gritar consignas a favor del proceso de cambio, al lado de la Gabriela transformada por el bisturí que reflejaban las imágenes no de una sino de numerosas publinotas. Al fin y al cabo, resultó que esa militancia la condujo, como en una tragedia griega, al laberinto en el que hoy se debate. El caso de Gabriela  popularizó el neologismo «tunear”, que se aplica al trabajo de los chapistas que transforma o personaliza vehículos a pedido de sus dueños, con parachoques gigantescos implantados u otras autopartes que llaman la atención.Pero no fue su afición a la cirugía estética la que causó su debacle, sino el periodista Carlos Valverde, quien denunció un supuesto caso de tráfico de influencias en el que estarían involucrados el presidente Evo Morales y ella; según Valverde, la empresa china CAMC Engineering Co., para la cual Gabriela Zapata trabaja como gerente comercial, se adjudicó proyectos estatales por más de 566 millones de dólares; el vínculo entre la pareja fue un hijo que, según aclaró el Presidente, murió en 2007, cuando supuestamente terminó esa relación; pero una foto del Carnaval de 2015 puso en evidencia que tal lazo sentimental no estaba roto. Al tratar de justificar esa imagen, el Presidente dijo que Gabriela, su expareja, era una «cara conocida”.El escándalo explotó en plena campaña del referendo y se convirtió en el eje de lo que el Gobierno ha llamado «guerra sucia” por las redes sociales. Muchos aseguran que lo que hundió a Zapata fue su inclinación a ocupar el centro de la escena mediática, lo cual la haría culpable de que saltara la liebre, pero es más racional pensar que el asunto vino de otro lado, bajo el principio de que la verdadera información llega a los medios cuando alguien está interesado en que algo se publique.Desde ese momento, el Gobierno no ha dado respuestas claras y sólo se ha enredado. No se explica cómo, por ejemplo, Gabriela Zapata se convirtió en la ejecutiva de una transnacional china sin ni siquiera ser abogada o que resida en una costosa mansión de La Rinconada. Por las cartas que ha firmado en representación de diversas empresas, cuando trataba de vender servicios a instituciones estatales, o cuando, según Valverde, se presentaba como funcionaria pública, está claro que actuó como una lobbysta con un gran paraguas.Ahora resulta que ha sido arrestada sin que mediara una orden del Ministerio Público, lo cual lleva a pensar que acá hay gato encerrado.Todo este culebrón parece un juego de espejos en el que nada es lo que parece: desde la única «entrevista” que concediera Gabriela Zapata, de la que salió malparada por una sobreactuación nada convincente que bordeaba en el histrionismo, hasta su captura en la zona Sur. ¿Qué viene ahora? Posiblemente más enredos.