Dr. Honoris Causa en terrorismo psicológico

MOIRA OKMoira Sandóval Calvimonte*Para no perder la costumbre, el vicepresidente lanza otra afirmación temeraria, señalando que la oposición estuviera montando un fraude con la votación del área rural,  pues dicha situación aparte de ser materialmente imposible de realizarse –por razones obvias ya que ningún ciudadano que no sea parte del Órgano Electoral podría alterar de manera alguna los resultados del sufragio– va cargada además de un mensaje subliminal que busca enfrentar al área rural vs. zonas urbanas y llega más lejos, procurando antagonizar a la juventud con sectores campesinos. Con ello ha generado una ola de reacciones negativas, generando desconfianza en el desempeño del Órgano Electoral.Tal opinión fue expresada a pocas horas del resultado oficial que dio el triunfo al NO, acusando de practicar matonaje político electoral a los ciudadanos que en todas las ciudades hicieron vigilia en los recuentos para mostrar su voluntad de proteger los resultados. Y no es menor el efecto causado con estas declaraciones, pues el primer influenciado por su retórica terrorista, fue el propio presidente Morales, quien anunció la eventualidad de instaurar juicios a miembros de las Cortes Electorales Departamentales, generando mayor desconcierto e irritabilidad en los ánimos ya caldeados de la población.Esta es la práctica recurrente del vicepresidente, que en menos de dos días hizo un bombardeo psicológico al estado de ánimo de los bolivianos, primero a pocas horas del Referéndum, cuando la superioridad de la votación a favor del NO era clara, señalando –sin ninguna base de probabilidades estadísticas- que resultaría un “empate técnico” entre las dos opciones. Declaraciones antijurídicas, pues en la normativa electoral no existe tal categoría en el acápite que regula los Referéndums, como tampoco se contempla segunda vuelta u otras dinámicas propias de las elecciones de candidatos.Sabemos que no existe una Sentencia Judicial que declare la culpabilidad del señor Alvaro García Linera en los delitos que se le imputaron hace tres lustros, por los cuales estuvo en prisión preventiva. A causa de vicios procesales, fue puesto en libertad, sin que se pruebe su culpabilidad. Tuvo el status de presunto delincuente y presunto terrorista, por actos atentatorios a los bienes y a la seguridad interior del Estado (Universidades), asì como a derechos civiles y ciudadanos, mas nunca hubo declaratoria judicial de su culpabilidad, por consiguiente, la verdad formal es que es inocente. Fue beneficiado también en última instancia por la retardación de justicia, llegando a prescribir el año 2007 los delitos que se le imputaban.No obstante la certeza jurídica anterior, con algunas de sus expresiones públicas, como aquélla de sugerir a los niños que se aten al cuerpo cartuchos de dinamita, o la de incitar a los padres a golpear a sus hijos y dejarlos sin comer tres días en caso que reprueben materias (o no obtengan promedios sobresalientes), así también sus últimas declaraciones sobre los resultados del Referéndum, resulta notoria y evidente, su designio y vocación de desestabilizar a la sociedad, sembrar dudas y temores, crear malestar, enardecer y despertar las emociones más conflictivas del ser humano. Una verdadera labor de terrorismo psicológico y verbal hacia el ciudadano.Apelando al aforismo jurídico “notoria non egent probatione”  que establece que el “hecho notorio no requiere prueba”, refiriéndose a aquellos que son de conocimiento general, pudiendo haber sido trasmitidos por diferentes medios de comunicación escrita, radial, televisiva, o internet, y por lo tanto, fueron del conocimiento de la sociedad. Coinciden los tratadistas en que se reputan como hechos notorios, aquéllos de naturaleza pública, cuya existencia es conocida por la generalidad de los ciudadanos, en el tiempo y lugar que se produjo.Siguiendo este sencillo y claro razonamiento jurídico, al considerar las reiteradas declaraciones del vicepresidente, de las cuales se presume iuris tantum su notoriedad,  se advierte que éstas van siempre en sentido de infundir temor o confusión en la ciudadanía.De ahí que cabe afirmar que resulta evidente, siendo exonerada de prueba mi afirmación, de que el Sr. Alvaro García Linera ejerce terrorismo verbal y psicológico sobre la ciudadanía -al ser declaraciones públicas de gran notoriedad- que en vez de brindar certezas y tranquilidad a la población, aplica estrategias destructivas, destinadas a confundir, desalentar, angustiar, dividir y enfrentar al pueblo, entre familiares, vecinos y compatriotas del área rural vs. la urbana.Sin embargo, lo que no ha reflexionado el vicepresidente, es que sus actos de bombardeo mediático cargado de terrorismo psicológico hacia la población, constituyen un verdadero autogol que aleja más y más al gobierno de la posibilidad de una reconciliación efectiva con el pueblo. Ese pueblo tan maltratado físicamente, en todos los rincones del país, en Caranavi, Pando, La Calancha, Yucumo-Chaparina, y tan agredido verbal y psicológicamente en cada discurso, en cada acusación, y principalmente en el relato oficial descalificador de que quien critica o exige derechos es un agente de la CIA, un conspirador del imperio.No hace falta declaración judicial, la verdad material tiene preeminencia a la verdad formal, así consta en obrados que el Sr. Alvaro García Linera ejerce violencia psicológica y terrorismo verbal, contra el pueblo boliviano, constituyéndose en el primer desestabilizador social. Eso, en algún momento tiene que acabarse. O alguien deberá ordenarle que baje un cambio, por el bien del país y la democracia.*Abogada. Miembro de la Academia de Ciencias Penales de Bolivia.