La novia del poder y los mega-contratos

12662650_10153921447772938_7730345064665784070_nLa bomba estalló anoche en un medio cruceño, pero la onda expansiva se sintió claramente en el Palacio Quemado. La revelación: que la principal ejecutiva a cargo de los mayores contratos estatales chinos en Bolivia sería madre de un hijo de Evo Morales y que debería esa posición a su cercanía con el primer mandatario.La denuncia está cimentada en documentación de aparente solidez, como un certificado de nacimiento original exhibido por el periodista Carlos Valverde, gestor de este movimiento sísmico-político.Pero, como sugiere Amalia Pando, más allá de paternidades parece bastante evidente que la dama en cuestión, a quien bautizó como “La Mujer de Azul”, forma parte del entorno íntimo presidencial, lo que basta para presumir un caso importante de tráfico de influencias.La firma chino-boliviana, sucursal nacional de la asiática Camc creada en “alianza estratégica” con el Estado Pluri, está regenteada por Gabriela Zapata Montaño y bajo su mando se adjudicó en los últimos años los contratos más jugosos en materia de infraestructura ferroviaria (Bulo Bulo-Montero) industrial (plantas de zinc y potasio, equipos para YPFB, ingenio San Buenaventura) y de ingeniería civil (Misicuni).Todo por invitación directa, incluyendo el “tumbe” de adjudicaciones previas a otras empresas para darle campo a la Camc, mientras la “Mujer de Azul” se deshacía en loas al caudillo cocalero desde su cuenta en Facebook.La operación suma más de 500 millones de dólares, muchos de los cuales podrían acabar en proyectos fallidos, teniendo en cuenta el pobre récord de cumplimiento de contratos mostrado hasta el momento por la compañía en cuestión.Hasta el momento, las denuncias más graves de corrupción alcanzaban a los colaboradores cercanos al presidente Morales, pero en este caso de trata de un fuerte indicio de enriquecimiento ilícito que toca al propio mandatario…[email protected]