#7 Puede dañar tus relaciones
Si siempre llegas tarde a las reuniones con tus amigos, ellos podrían pensar que no te importa su tiempo. Todo el mundo se cansa de este tipo de situaciones aunque te aprecien.
#6 Tus niveles de estrés van a subir
Luchar por llegar a tiempo, estar siempre a toda prisa y hacer todo al último momento, sólo te harán estar ansiosa. Tus niveles de estrés y la presión arterial se dispararán y eso no es bueno.
#5 Podría afectar negativamente tu carrera
Si nunca terminas las tareas a tiempo, la fiabilidad, productividad y el rendimiento serán percibidos como bajos. No hay razón para hacer algo cuando la necesidad de tenerlo ya pasó hace mucho tiempo.
#4 Tendrás baja autoestima
Los estudios demuestran que aquellos que tienen problemas para completar las tareas a tiempo, o para llegar puntuales, tienden a tener niveles más bajos de autoestima y confianza en sí mismos. ¿De verdad quieres eso?
#3 Dañarás tu reputación
¿Quién quiere ser conocida como «la que siempre llega tarde», o como la persona en que no se puede confiar en lo más mínimo? No lo creo.
#2 No serás capaz de cumplir con las metas y los plazos
La adhesión a plazos es importante, y no hacerlo podría significar un serio inconveniente en tu carrera y vida personal.
#1 Tu toma de decisiones se verá afectada
Los procrastinadores tienden a tomar decisiones pobres. Eso no es sorprendente, porque cuando se toma una decisión en el último momento, no hay una gran cantidad de opciones.Fuente: www.imujer.com