Una nueva Argentina con energía

borisBoris Santos Gómez ÚzquedaEl presidente Mauricio Macri puso un nuevo norte a Argentina y la reciente visita del presidente Barack Obama dio espaldarazo absoluto a la política de reordenamiento que Macri está haciendo en el país. Se respira y siente una nueva Argentina con energía. Y hablando del tema: habrá fuertes inversiones en el sector hidrocarburos en los próximos años.Esa energía positiva emana de la avenida Hipólito Irigoyen (sede del poderoso nuevo Ministerio de Energía argentino): la prensa refleja la alegría del retorno de las inversiones -pese a los tiempos de crisis- de compañías gringas (Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina) que ratificaron planes de inversión por 2.500 millones USD (2016-2017) y que podrían llegar a 14.000 millones USD en los próximos años en energía, minería e infraestructura.Tomando un café en Puerto Madero de Buenos Aires destaco que hay una nueva visión en energía: reordenamiento de precios y tarifas; fortalecimiento institucional de su Ministerio de Energía; compra de gas de Chile (LNG); compra de gas/electricidad (Bolivia) e impulso a energías alternativas.El reordenamiento en el tema energético (un despelote creado artificialmente por la gestión de Cristina Fernández y su extinto marido) obligaron a “actualizar” y “normalizar” precios de gas natural en boca de pozo, de combustibles y de electricidad, aunque sí habrá modelos de “tarifa social”. En 2015 Argentina gastó 11 mil millones USD para sostener los precios del petróleo y del gas “populistas” y aún están pagando más de 1.500 millones USD atrasados a productores de gas natural, incluida las compras de gas boliviano que Cristina y sus amigos no pagaban o pagaban con mucho retraso. El millón BTU (unidad británica de medida para el gas) tendría que estar cerca de 6 USD; de manera de contrarrestar el actual “desincentivo” (por precios artíficamente sostenidos) que significan para las petroleras (incluida YPF) tener que trabajar con bajos precios internacionales.Otro impulso de la evidente fresca política energética argentina será estimular Energías Renovables para movilizar proyectos eólicos/solares (calculan agregar a su matriz energética 10.000 MW de potencia instalada hasta 2025). Matriz que es movida por 70% desde hidrocarburos y que busca en 2017 llegar al 8% desde energías alternativas (utilizando para ello vientos en la Patagonia y alta irradiación solar en el noroeste y noreste del país).De Chile comprarán gas: 5,5 mmm3d (millón metro cúbico/día) para el invierno; unos 130 millones USD/año un 20% del total del total de 25 mmm3d que importa Argentina (vía LNG). Obviamente el gas de Chile es de procedencia asiática que llega a Chile a través de sus plantas de regasificación de Mejillones y Quintero y lo re-enviará a Argentina a través de los ductos Norandino (Salta) y gasoducto GasAndes (Mendoza).A ello también se añade el proyecto de comprar electricidad de Bolivia: eventualmente en dos años Bolivia iniciará exportación de electricidad a Argentina (envío de quizás 700 MW) junto a la construcción de la línea de interconexión; además de ampliar la compra de gas.Un dato -que circula en la prensa local argentina- desde la asunción de Macri: las corporaciones Dow Chemical Co. y American Energy Partners anunciaron inversiones por USD 1.000 millones en asociación con YPF para desarrollar petróleo/gas de esquisto. Vale decir no descuidan iniciativas en hidrocarburos no-convencionales. Punto alto para la nueva Argentina. Algunos analistas e informes indican que en Neuquén están “atrapados” debajo del desierto en una capa de esquisto 27 mil millones de barriles/petróleo y 802 billones de pies cúbicos de gas técnicamente recuperables (Administración de Información de Energía de EEUU). Hay futuro, por lo visto.Termino mi recorrido por la famosa avenida Corrientes respirando el inicio de esta nueva Argentina con energía. ¡Les deseo el mejor de los éxitos!El Diario – La Paz