Credibilidad e independencia, pilares para el nuevo Defensor

La elección del Defensor del Pueblo será esta semana. El Legislativo lo designará de 24 candidatos. Waldo Albarracín y Ana Benavides identifican las cualidades que debe reunir la nueva autoridad



Debate. Waldo Albarracín y Ana Benavides (der.), junto a la directora de La Razón, Claudia Benavente, en la entrevista.

Debate. Waldo Albarracín y Ana Benavides (der.), junto a la directora de La Razón, Claudia Benavente, en la entrevista. Captura de pantalla Cadena A.

La Razón  / Paulo Cuiza / La Paz 

Independencia y alta credibilidad son los principales atributos que debe tener el Defensor del Pueblo que será elegido en esta semana por la Asamblea Legislativa, afirmaron Waldo Albarracín, extitular en ese cargo, y Ana Benavides, miembro de la Defensoría durante su primera etapa de vida.

En entrevista en el programa televisivo Piedra, papel y tinta, que se difunde en alianza entre La Razón y la televisora Cadena A, ambos coincidieron en señalar que, además de otros requisitos, como el compromiso de defensa de los derechos humanos, éstos dos deben ser los principales que debe poseer la autoridad que resulte electa y que sucederá a Rolando Villena.

“El perfil de la persona que va a ser elegida debe hacer ostentación de su independencia política; no estoy diciendo que no tenga criterio político, que creo que lo debe tener”, afirmó Albarracín, defensor del Pueblo entre los años 2003 y 2008.

Trayectoria. Benavides, actual vicepresidenta del Tribunal Departamental Electoral (TED) de La Paz y exmiembro de la Defensoría, coincidió en que el nuevo Defensor debe ser “independiente de todos los órganos del Estado, además creíble y con una trayectoria de vida de defensa de los derechos humanos”.

Entre 1998 y 2003, esta autoridad formó parte del equipo de comunicación de la primera defensora del Pueblo de Bolivia, Ana María Romero de Campero. Según Albarracín, el nuevo titular de la Defensoría debe sumar además entre sus cualidades la protección de los derechos humanos, tener credibilidad ciudadana y demostrar sensibilidad humana para tener un perfil idóneo y ejercer el cargo.

“No es que la persona tiene que gritar a los cuatro vientos ‘soy independiente’ (…), de lo que se trata es que la persona deba tener una visión clara de qué es esta Defensoría, porque no es para defender a los políticos o a los que están arriba, sino a los que están abajo”, remarcó.

La Asamblea elegirá durante esta semana al nuevo Ombudsman del país de una lista de 24 candidatos que agrupa a los que vencieron las etapas de selección de méritos y competencias para el cargo. “Creemos que (en el Órgano Legislativo, los asambleístas) van a tener  capacidad de poner al mejor hombre o mujer en el cargo (de Defensor del Pueblo)”, expresó Benavides.

“Lo que deben hacer es ponerse de acuerdo, sacarse la camiseta del partido y razonar en función de país y elegir el mejor perfil para que gane el pueblo, no los políticos”, sostuvo Albarracín, actual rector de la Universidad Mayor de San Andrés. Entre los candidatos más destacados están Ramiro Llanos, exdirector de Régimen Penitenciario; Rogelio Mayta, abogado de las víctimas de octubre de 2003; y Silvia Salame, exmagistrada del Tribunal Constitucional.

Designación de una defensora

En criterio de Waldo Albarracín, lo ideal en la elección del próximo Defensor del Pueblo es que en el cargo se designe a una mujer. Dijo que esto representaría “equilibrio” y alternancia al ser una persona del sexo masculino quien deja las funciones. Elogió las trayectorias de las ocho candidatas a la Defensoría.

Institución está más politizada

Según la vicepresidenta del Tribunal Electoral Departamental (TED) La Paz, Ana Benavides, la Defensoría del Pueblo, en la situación que se halla actualmente, se encuentra bastante politizada. Desde su punto de vista, esta institución debería ser totalmente independiente con relación a los demás órganos del Estado Plurinacional.

Ratifican que no hubo delito en el caso CAMC   

El Movimiento Al Socialismo (MAS) ratificó que no existió tráfico de influencias en la relación entre el Gobierno y la empresa china CAMC, que también involucra a la expareja del presidente Evo Morales, Gabriela Zapata. La oposición advirtió que continuará con la pesquisa hasta dar con la verdad absoluta.

Víctor Borda, diputado del MAS, y su colega Fernanda San Martín, de Unidad Demócrata (UD), asistieron al programa televisivo Piedra, papel y tinta, que se emite en una alianza entre La Razón y Cadena A, y debatieron sobre el informe de conclusiones de la Comisión Especial Mixta del Legislativo, que determinó la inexistencia de tráfico de influentes en los contratos entre el Estado y la empresa china CAMC. San Martín observó que desde la instalación de esta comisión “no haya un trabajo serio”, por la designación de un número mayor de diputados del oficialismo en relación con los de la oposición.

Empresas. La asambleísta advirtió que el informe por minoría estableció ilícitos en la firma de contratos entre CAMC y el Gobierno, en empresas como Sales de Potasio, Misicuni y Bulo Bulo, en las cuales —aseguró— se halló delitos como uso indebido de influencias o resoluciones contrarias que no se los tomó en cuenta.

“Ahora se cierra la comisión de una manera abrupta y no se citan a personas claves como el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana”, lamentó San Martín.

“Este informe sustentado tiene todos los elementos de convicción necesarios para establecer que no hubo tráfico de influencias”, respondió Borda ante la afirmación de la opositora. Los miembros de la comisión cerraron el jueves su labor de fiscalización y determinaron la inexistencia de pruebas e indicios de una vinculación de Morales con un presunto tráfico de influencias o favorecimiento a la empresa china, de la que Zapata fue ejecutiva.

“Vamos a continuar con la investigación, porque esta comisión ha sido un show”, dijo San Martín. Borda recordó que la pesquisa tomó 80 días y que el informe establece responsabilidades en el caso de Bulo Bulo, que involucra al exministro Vladimir Sánchez y a otros funcionarios.