Tareas de exploración rezagadas y los resultados no convencen

reservasEl sector de hidrocarburos no aprovechó la década pasada, ya que las inversiones no se hicieron en regiones y períodos precisos para aumentar las reservas de gas; el futuro dependerá nuevamente de los precios altos, para que el Estado reciba mayores recursos, así como municipios, universidades, gobernaciones y el Fondo Indígena.Diez años de nacionalización y el Gobierno celebra los ingresos y la recuperación de las empresas estatales. Sin embargo, los analistas del sector lamentan que en este período el proceso no haya cumplido con algunos objetivos, que son vitales para seguir viviendo de la renta del gas. El primero tiene que ver con el aumento de la producción, que solo alcanzó los 60 millones de metros cúbicos (MMmcd), la segunda no se aumentó la producción de diésel, nuevos hallazgos en zonas no tradicionales sin resultados y la renta obtenida fue producto de la maduración del proyecto de venta al Brasil, que duró muchos años.Y si bien se encuentra el sector deprimido por los precios bajos, aunque la última semana levantó cabeza, la tarea del Gobierno es elaborar una nueva normativa, en la que se incluya incentivos y certeza a los inversores privados, quienes son los que tienen la tecnología y los recursos, opina el consultor privado energético, Boris Santos Gómez Úzqueda.Entretanto, el analista del sector de hidrocarburos, Hugo del Granado, alerta que las reserva hayan bajado en el período 2009-2016 de 6,7 TCF; y señala que en los 10 años de nacionalización hubo un decrecimiento de las reservas.IncumplimientoPor su parte, el experto en temas energéticos y consultor internacional, Mauricio Medinacelli, dice que la “nacionalización”, si bien es un proceso, “su implementación estrictamente técnica aún es una incógnita, basta con recordar que durante este período no se cumplió a cabalidad lo dispuesto en los artículos 6 y 7 de la Ley 3740 promulgada el año 2007”.A su vez, Gómez Úzqueda indicó que las “nacionalizaciones” son siempre muy conflictivas por las señales que emiten al mundo de los capitales privados.Sostuvo que “el pico” de inversiones en el marco de la nacionalización fue en 2014: de 2.050 millones de dólares para producción de gas natural, e hidrocarburos líquidos.Indicó, además, que la nacionalización mantiene los mismos mercados externos de venta de materia prima que ya se tenían desde la década de los setenta y noventa: Brasil (comprador de 30 MMmcd y Argentina 15 MMmcd sujeto a ser ampliado a 27 MMmcd).El analista indicó, además, que la producción tope que llegó el Gobierno en esta década fue de: 60 MMmcd de gas (volumen promedio 2014), y no al mínimo de 100 MMmcd, que se necesitan interna y externamente.DescubrimientosEn cuanto se refiere a nuevos descubrimientos, Del Granado señaló que son escasos, y no sirven para proyectarse a futuro, lo cual quiere decir que en unos años más, el gas se acabará en el Chaco boliviano.Mientra Gómez Úzqueda expresó que hay una notoria ausencia de inversiones privadas en exploración, transporte de hidrocarburos, refinación, comercialización y almacenaje de combustibles.Agrega que por ausencia de mayor exploración, consecuentemente de mayor certificación y producción y de adecuados ductos de transporte, además de factores políticos, fracasó (en su primera instancia) el contrato del proyecto industrial de hierro del Mutún, cabalmente por la incapacidad de proveerle gas/electricidad en volúmenes necesarios para el proyecto.“Nunca se pudo dar una señal positiva a los sectores inversionistas externos para inversión intensiva en exploración, producción, refino e industrialización”, apunta.De allí es que jamás se pudo, ni remotamente, alcanzar la recomendación de inversión del ex secretario ejecutivo de Arpel que recomendó, en 2008, invertir 30.000 millones de dólares en el período 2008-2018, sentenció.Para Del Granado, las reservas en la actualidad son de 10,45 TCF y certificados por organismos internacionales, lo cual permitirá tener ingresos por el gas un tiempo más.El Diario – La Paz