Cuando ser gordita pesa en la cama

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“En cuestión de hombres, nosotras, las mujeres gorditas, nos quedamos con lo que sobra”, cuenta angustiada Fernanda, una mujer casada de 42 años, que evidentemente, no está feliz con su pareja.

Y ella no es la única que cree que su aspecto físico la “condena” a conformarse con “cualquiera”. Teresa, una chica de 30 años, que dice tener 20 kilos de más, relata: “desde que tengo uso de razón, soy la “gordita”. Cuando entré en la adolescencia no sólo tuve que soportar las burlas, sino que tenía que aguantar rechazo tras rechazo.



El “chico lindo” nunca era para mí y entonces, tuve que bajar mis “exigencias”. En las fiestas, si tenía suerte, alguno me sacaba a bailar, pero yo no tenía la oportunidad de elegir con quién. Y esa misma falta de elección, se trasladó a mi vida sexual”.

Por su parte, Gloria de 38 años, confiesa: “Nunca he tenido una vida sexual satisfactoria, y eso se relaciona con el hecho de que siempre tuve sobrepeso. El ser gorda me genera tanta vergüenza que siempre he evitado que mis parejas me miren, incluso que me toquen. En mi caso, lejos de disfrutar las caricias, son una tortura, porque imagino que ese hombre está pensando en los rollos que tengo, y en lo gorda que estoy”.

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Los testimonios de estas mujeres parecen ratificar las conclusiones de diversos estudios sobre la sexualidad de las mujeres con sobrepeso, que indican que los kilos de más se convierten en una pesada mochila que perjudica profundamente la vida sexual de mucha de ellas.Por ejemplo, una investigación presentada en el IV Congreso Internacional de Educación, Orientación y Terapia Sexual celebrado en La Habana, determinó que las mujeres que se consideran gordas, evitan los lances sexuales; evaden al máximo el contacto íntimo y que son más propensas a ser maltratadas física y psicológicamente por sus parejas no obesas.

Por otra parte, entre las conclusiones más importantes de un estudio realizado  en Francia en 2010, se destaca que:

  • Las mujeres con sobrepeso tienen un 30 por ciento menos de probabilidades de haber tenido un compañero sexual en el último año, comparadas con mujeres cuyo peso es considerado normal.
  • Las mujeres obesas menores de 30 años, son menos propensas a utilizar métodos anticonceptivos y a acudir al ginecólogo para que les recomiende un método de contracepción.
  • Las mujeres con sobrepeso tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir embarazos no deseadosque las chicas más delgadas, a pesar de tener una menor frecuencia sexual.

Como vemos, estos datos son realmente alarmante, porque si el estudio está en lo cierto, esto indicaría que muchas  mujeres con sobrepeso están más expuestas no sólo a embarazos no deseados, sino también a enfermedades de transmisión sexual.

¿Pero qué lleva a estas mujeres a estar más expuestas? ¿Se sienten con menos derecho a elegir con quién estar y cuándo; y sobre todo, a proteger su salud?¿Es un problema personal de las mujeres obesas o como sociedad abonamos al problema? Ante este dilema, para muchos sería fácil responder que es un problema de las mujeres obesas, que se relaciona con una baja autoestima, que ellas mismas tienen que aprender a superar, para valorarse como seres humanos, y priorizar otras cualidades más importantes que lo meramente físico. Suena bien, políticamente correcto, pero no del todo honesta como respuesta ¿verdad?Porque la realidad es que ese problema de autoestima no se lo genera la mujer “solita”, nuestra sociedad (es decir, todos nosotros) somos responsables de estigmatizar la obesidad.

En el estudio francés, liderado por Nathalie Bajos, directora de investigación del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de París, se destaca que las mujeres obesas debido a su sobrepeso, “no [siempre] se sienten cómodas con la visita al ginecólogo para hablar sobre métodos anticonceptivos”.Pero el problema no es que  simplemente estas mujeres no hablan del tema; sino que sus mismos ginecólogos tampoco lo hacen! ¿Por qué? Porque según Bajos, los ginecólogos y médicos “son menos propensos a recetar anticonceptivos a las mujeres obesas… porque probablemente suponen que estas mujeres son menos propensas a tener una vida sexual”.

¿Sorprendidas con la conclusión científica? ¡Realmente no! Porque la sociedad y no sólo los galenos tienden a pensar que una mujer con sobrepeso tiene una escasa vida sexual. Y si gran parte de nosotros piensa así, no podemos exigirle a las mujeres pasadas de kilos, que ellas cual Quijotes luchen solas contra todos los estigmas sociales y “reconstruyan su autoestima”. Como sociedad tenemos que cambiar nuestra percepción sobre la obesidad y luchar seriamente contra la discriminación hacia las personas con sobrepeso.

El conflicto entre la apariencia física y el sexo es un tema muy recurrente y doloroso en muchas mujeres. A diario, en Universo Alessandra, recibimos testimonios de chicas (ver http://www.universoalessandra.com/testimonios) contándonos su lucha contra el sobrepeso y la presión social.Y aunque en menor medida, también recibimos testimonios de hombres que se enfrentan a este problema. Sobre la sexualidad de los hombres obesos, la investigación francesa destacó que:

  • Ellos tienen más riesgo de sufrir disfunción eréctil.
  • Los hombres con sobrepeso menores de 30 años son más propensos a usar condón y a padecer enfermedades de enfermedad sexual.

Nosotros  no podemos dar una respuesta concluyente a la pregunta de por qué una persona obesa es menor proclive a usar anticonceptivos; pero sí la queremos plantear, porque aunque no tenemos datos científicos, intuimos que hay un fuerte ingrediente de prejuicio social que los intimida a buscar información al respecto o a exigir (en el caso de las mujeres) que sus parejas se protejan. ¿Ustedes qué opinan?

Fuente: Universoalessandra