La supervaca de Fidel y las quimeras de Evo

FIDEL Y UBRE BLANCA 1Los socialismos autoritarios, sean del siglo XX o del XXI, son expertos en proyectos quiméricos, ampliamente publicitados pero igualmente fallidos.Trenes y puentes a ninguna parte fueron moneda corriente en las dictaduras de Stalin y Mao, que sacrificaron incontables vidas de trabajadores forzados en iniciativas inviables.En ocasiones, estos proyectos arbitrarios y megalomaníacos han rayado en lo ridículo, como en aquel programa de la “supervaca” promovido por Fidel Castro en los años ´60, cuando el déspota caribeño anunció que en base a animales de gran rendimiento el sistema socialista cubano llegaría a producir “tanta leche que se podrá llenar la bahía de La Habana”.Por supuesto, la mega-bonanza lechera nunca se concretó y hoy en día la producción cubana en ese rubro es tan calamitosa como en todo el resto de los ítems agropecuarios e industriales. Esto, a pesar de los ingentes recursos gastados y de la exposición mediática de Ubre Blanca, la vaca emblemática escogida por Castro, que fuera explotada y ordeñada de manera totalitaria.Por el mismo viejo camino de soberbia, bufonadas y fracaso parece ir Evo Morales, quien ha prodigado en los últimos años múltiples proyectos de “desarrollo” que invariablemente han terminado en la bancarrota.El ejemplo más reciente es el del ingenio azucarero de San Buenaventura, en el norte paceño, donde ya se han despilfarrado 265 millones de dólares (obra adjudicada a la zapatesca CAMC) a pesar de que no ha logrado entrar en cabal funcionamiento.El quid de la cuestión estriba en que la infraestructura fue impulsada por el gobierno obviando un estudio del año 2009 que cuestionaba seriamente su factibilidad, en una nueva muestra de voluntarismo revolucionario…[email protected]