Los fantasmas del presidente

phantomLos esposos David Andrade y Graciela Alfaro han vuelto de la tumba para atormentar las malas conciencias de quienes les segaron trágicamente la vida.Es una forma de ver la reapertura de su caso ante la opinión pública, paradójicamente propiciada por quien en su día fue sindicado de tener relaciones con ese hecho de sangre: nada menos que el primer mandatario, al iniciar un juicio contra el prestigioso periodista y Premio Libertad, Humberto Vacaflor.Entre los años 2000 y 2003 se produjeron en El Chapare varios asesinatos de policías y militares a manos de fuerzas cocaleras, cuya central sindical estaba liderada como hoy en día por Evo Morales. Era la época en que éste lanzaba la consigna: “por cada campesino muerto habrá un policía muerto”.En ese contexto se produjo el secuestro, tortura y homicidio de un teniente del cuerpo erradicador UMOPAR y de su esposa, quienes sufrieron suplicios medievales a manos de sus captores.En el año 2003, la sobrina del principal imputado del caso, Nancy Fernández, declaró a la Fiscalía que Morales y la dirigente cocalera Margarita Terán habrían sido los autores intelectuales de las muertes. Fernández señaló que el entonces diputado llegó al lugar de los hechos y habría dicho: “Háganlos desaparecer para mi vuelta o hagan lo que quieran (…). Ahorita soy capaz de matar a estos tipos que están adentro”.Las muertes de uniformados en El Chapare incluso llevaron a la separación de Morales de la Cámara de Diputados, decisión que fue revocada por el Tribunal Constitucional de aquel entonces (una institución independiente muy distinta de la actual) por supuestas irregularidades en la medida. En esa sentencia se ampara el caudillo cocalero para alegar inocencia, pero el fallo del TC no es absolutorio del caso Andrade, sino que simplemente señala presuntas arbitrariedades en su separación del Legislativo.En los años 2002 y 2003 se produjeron nuevos asesinatos de policías y militares a manos de cocaleros del Chapare, como lo han recordado los ex presidentes Jorge Quiroga y Carlos Mesa.Tal es el origen incómodo de Evo Morales y es curioso que éste haya decidido darse un tiro en el pie con el proceso contra Vacaflor, precisamente en momentos en que su gobierno intenta legalizar 8.000 hectáreas de coca-para-cocaína en el Trópico de Cochabamba. Puede ser que esté confundido por los fantasmas que lo atormentan…[email protected]