Soy partidaria de todo tipo de alternativas que sean saludables, y la meditación entra dentro de este tipo de cosas. Por eso, una de mis prioridades es lograr que mis hijas mediten durante 5 minutos cada mañana, ¡y lo estoy logrando!
En esta entrega te quiero contar cuáles son los beneficios de la meditación en los niños.
Tiene efectos similares que la medicación
La meditación, al ser practicada a diario, influye positivamente sobre ciertas enfermedades mentales como el trastorno de déficit de atención o TDA. Un estudio realizado por la Unidad Nacional de Terapias de Investigación en el Hospital Real de la Mujer en Australia, demostró que el 50 por ciento de los niños que comenzó a meditar, redujo la ingesta de las medicinas o las suprimió por completo.
Aprenden a escuchar
Seguro que has notado la dificultad que presenta el poder concentrarnos en un único sonido o de escuchar con atención a otra persona. Son muchas las distracciones que tenemos a nuestro alrededor y que realmente impiden que prestemos la atención debida a lo que es importante.
Con los más pequeños pasa lo mismo. La meditación les ayudará a aislar todos los ruidos “fuera de lugar” y a concentrarse en lo que la otra persona les dice.
Brinda un gran apoyo emocional
Los niños por lo general no tienen paciencia de esperar y se sienten frustrados en más oportunidades que un adulto. La meditación les permite encontrar la estabilidad emocional que tanto necesitan, pues aprenderán a equilibrar las reacciones de su cuerpo y las de su mente.
Favorece la concentración
La mente de los más pequeños suele saltar de un tema a otro a la velocidad de la luz. Eso muchas veces hace que se distraigan y no nos presten atención a lo que les decimos. La meditación les servirá para enfocarse en un pensamiento a la vez y mantener la concentración por mucho más tiempo.
Aprenden a respirar
Obviamente que respirar es algo natural, pero se trata de algo totalmente diferente cuando hablamos de la respiración profunda que nos conecta con la energía vital (prana). A medida que respiramos en forma profunda, todas las células de nuestro cuerpo se oxigenan.
En el caso de los niños, esta técnica les será de utilidad si por ejemplo se cayeron al suelo cuando iban corriendo o si una rabieta está a punto de estallar, pues los ayudará a calmarse y relajarse.
Si esto no te convence de lo útil que es que los niños mediten todas las mañanas por cinco (¡si cinco!) minutos, entonces no creo que pueda convencerte de otra manera. Créeme cuando te digo que da excelentes resultados, ¡mis hijas son la prueba de ello!
Fuente: www.imujer.com