El 11-S boliviano

leopEl mundo recuerda hoy los 15 años del mayor atentado terrorista de la historia universal, perpetrado por yihadistas islamo-fascistas en la ciudad de Nueva York.Al mismo tiempo, en Bolivia se rememoran 8 años de la masacre de Porvenir, que sirvió de excusa para la toma militar del departamento de Pando, marcando un punto de inflexión para la derrota de la oposición autonomista en el oriente y sur de Bolivia.El incidente comenzó con la movilización de organizaciones campesinas afines al partido de gobierno -con logística oficial- hacia la capital pandina, Cobija, generando el casus belli necesario para la deposición del díscolo prefecto de ese departamento, Leopoldo Fernández.Durante el avance de las fuerzas gobiernistas se produjo la ejecución de dos partidarios del prefecto pandino, lo que a su vez se tradujo en un confuso intercambio de fuego donde cayó una decena de campesinos, presuntamente a manos de sicarios que años después fueron identificados en el entorno del ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana.La oleada de violencia no se detuvo ahí, sino que aún se cobró dos víctimas más en el aeropuerto de Cobija, incluyendo a un pastor evangélico que predicaba la paz Biblia en mano.Desde entonces, Leopoldo Fernández ha sufrido un largo via crucis judicial, sin que el retiro de las víctimas y de organizaciones de DDHH de la acusación en su contra –por falta de pruebas- detenga la intención palaciega de convertirlo en chivo expiatorio de lo sucedido[email protected]