«Ella me alquiló una vez y ahora es una gran amiga»

Sonrisas. Gisele (derecha) le alquilaba su amistad Marijane, y terminaron siendo “amigas de verdad”.

Más de cuatro años de alquilar su “amistad” le dejaron a Gisele Teixeira incontables anécdotas y hasta una amiga de verdad.

“Marijane es brasileña. Me alquiló en una visita a Buenos Aires, pero después seguimos hablando y se volvió una gran amiga con la que hicimos varios viajes. Obviamente, ya no le cobro más”, cuenta esta vecina de Monserrat, cuyo marido también es un “amigo de alquiler”.



“Si te alquilan por varios días, al final es difícil cobrarles porque ya compartiste de todo. Pero es un trabajo y lo hacés”, admite.

Gisele es periodista freelancer. Nació en Brasil, vive hace 8 años en la Ciudad y empezó a alquilar su “amistad” porque necesitaba más trabajo. Ella apunta a turistas que buscan vivencias distintas.

“Un coreano –recuerda– me contrató tres días para almorzar y cenar con él, cada vez en un restaurante nuevo. Otra vez me alquilaron para ir a ver cómo están hoy los sitios de un libro de postales antiguas de Buenos Aires. Acompañé también a clientes que andaban en limusina y hasta llevé a pasear a dos agentes del FBI”.

“Nunca la pasé mal ni tuve miedo. Es un trabajo divertido”, afirma.

Fuente: clarin.com