Es el crimen perfecto dije en mi mente mientras escaneaba silenciosamente cada objeto guardado en el cuarto de Laura.
Quien ordenó matarla sabía que en Santa Cruz existe una doble moral, que las mujeres pueden ser más machistas que los hombres y que las señoras del Comité Cívico Femenino jamás se pronunciarían porque Laura no viene de una familia cruceñaza de la “creme brule”; tampoco lo harían algunas que corrieron de rosado porque Laura era una “modelo independiente” que vivía en la Pampa de la Isla y no una top de alguna famosa agencia, no era una presentadora o ex Miss. No faltó la que comentaba: así acaban estas chicas, o ellas se las buscan, justificando así el asesinato.
Tampoco le dedicarían grafittis porque “era una modelito”, aquellas mujeres estigmatizadas por algunas feministas que las culpan de ser cómplices de la cosificación, pensé que tal vez iban a decir algo quienes marcharon el miércoles llevando cartelitos que decían #NiUnaMenos pero sentí tristeza, estaban concentradas reclamando porque Gabriela Montaño, Fernanda San Martín y Julieta Paredes estaban en el programa “Esta casa no es hotel”, hablando de la marcha y de luchar contra el feminicidio el mismo día que Laura era acribillada con 7 tiros.
Dije tal vez diga algo la Casa de la Mujer, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, el Defensor del Pueblo, alguna parlamentaria o algún otro grupo de mujeres que dicen que defienden a “todas” las mujeres.
Me volví a equivocar. Silencio total.
El autor intelectual del cruel asesinato de Laura Santa Rosa sabía como somos en Santa Cruz y que el argumentito de “ajuste de cuentas” conseguiría que nadie se quiera meter y que el asesinato de Laura y su padre poco a poco quede en el olvido, reforzado por la cantidad de chismes e historias fantasiosas que crearían sobre ella.
Importando mas el chismererío lanzado en los grupos de whatsapp que dar con sus asesinos. “Es que no hay que meterse en casos de narcos” me dijo mi amiga. Y mientras estaba en aquella humilde casita en un barrio lejano de la Pampa de la Isla observando como las tías de Laura multiplicaban milagrosamente la farofa que invitarían hoy en el segundo día de la novena, me preguntaba a mí misma que clase de narcos eran estos que no tenían lujos ni dinero, tuvieron que entre todos tíos, primos, amigos dar cuota para poder comprar los cajones recordando así que hasta para morir hay que tener plata.
Y es que quien la mandó asesinar sabía que Laura y su familia no tenían recursos y como en este país la justicia cuesta, el asesinato de Laura y su padre quedaría en nada.
De repente la notificación de mi whatsapp me mostraba una serie de fotos que estaban circulando. Quien mando asesinar a Laura Santa Rosa la odiaba de tal forma que tenia que seguir lastimándola aun después de muerta. No era suficiente con haberle matado a su padre, con hacer correr una serie de rumores que conseguiría que los mas fariseos, conservadores e hipócritas de nuestra sociedad la sentencien. Había que mostrarla a ella y a su padre inertes y desnudos en una plancha de metal esperando que la forense inicie la autopsia.
Cuando hoy volvieron a circular nueva fotos de la morgue, imágenes demasiado duras, me dí cuenta que estamos frente a una persona obsesiva y peligrosa que había logrado pagar a alguien para que le pasen las fotos de la autopsia y puedan circular entre los grupos de whatsapp de distintas fraters de hombres.
Había que matarla civilmente a Laura.
Demasiada crueldad, una perversidad y alevosía que no vi jamás, en ningún otro caso. A mi NO me da la gana de que el asesinato de Laura y su Padre queden en la Impunidad, no me da la gana de que sea un “crimen perfecto”. Voy a protestar por el cruel asesinato a Laura Santa Rosa porque cuando uno decide luchar contra la violencia hacia la mujer no anda seleccionando por cual mujeres luchar o por cuál hacernos las opas!!!!
Soy madre soltera como era Laura. Y lo que más me duele es pensar en el sufrimiento de Laura los últimos minutos que le quedaban de vida, estoy segura que a ella le dolía mas que las balas que atravesaban su cuerpo y la desangraban, el no saber que iba a pasar con su pequeño niño, un bebé de un año y medio que fue testigo de como disparaban a su abuelo. Un bebé que llora a cada rato buscando a su mamá, mientras con sus pequeñitas manos sostiene sus retratos esperando que aparezca su abuelo para llevarlo al parque a jugar, mientras dice pum pum pa pa expresando en su balbuceo el trauma que le quedó.
Laura yo no tengo miedo, yo me las voy a jugar por vos, porque nadie tenía el derecho de quitarte la vida. Merecías ver crecer a tu hijo, escuchar sus primeras palabras, entregarle el regalo que le compraste a tu papa para su cumpleaños que será en estos días, merecías amar y sentirte amada y que nadie tenga el derecho de estigmatizarte y ponerte una letra escarlata, merecías sacarte mas selfies, mas snapchats, sentir la emoción de cuando tu hijo vaya por primera vez al colegio, merecías sentir cada noche el amor de los brazos de tu madre, los mimos de tus hermanos, asistir a las bodas, baby showers de tus primas, reír y bolichear con tus amigas.
Merecías que la última imagen que quede de vos sea esta foto que tanto te gustaba donde se veía el esplendor de tu belleza y de tu juventud.
No nos vamos a callar Laura !!!
Vamos a dar una dura pelea para que tengas el derecho a descansar en PAZ
#JusticiaparaLauraSantaRos
Fuente: Facebook de Jessica Echeverría