Ministro desinflado

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Desde todos las regiones del país llegan lamentables reportes sobre los efectos de la sequía y las pérdidas ocasionadas tanto en la agricultura como en la ganadería. El peor de los casos parece ser el de Potosí, donde más del 60 por ciento de la cosecha se ha perdido por falta de agua. Ha sido tan grave la escasez, que hasta en el Beni, el departamento con mayor presencia de ríos y lagunas, ha registrado mortandad de ganado que pereció sin forraje y porque los abrevaderos quedaron secos.



Llega la hora de distribuir la ayuda y rápidamente brota la vena de animadversión del gobierno hacia el oriente boliviano, especialmente hacia Santa Cruz, donde según el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, los productores están inflando los números, supuestamente para obtener una mayor compensación. Mientras que los agropecuarios calculan 400 millones de pérdidas, el Gobierno no llega a los 250 millones de dólares. La mejor respuesta para el ministro la tuvo una ama de casa de La Paz, que lo increpó públicamente frente a las cámaras de televisión por los altos precios del pollo y las verduras, reflejo de lo mal que la está pasando el campo.

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Fuente: eldia.com.bo