Habida cuenta del rotundo fracaso del modelo estatista y centralista en el manejo del agua que se ha aplicado en La Paz y en otras regiones del país, a cargo de empresas públicas y bajo la dirección de un ministerio, y en vista de la situación diametralmente opuesta que se vive en Santa Cruz, cabe preguntarse si no va llegando la hora de reproducir el modelo alternativo cruceño a escala nacional.Éste se basa en una combinación entre cooperativismo y autonomía, con distribución privada del agua y planificación descentralizada de obras de infraestructura (pozos artesianos) a cargo de la gobernación.Por una parte, el carácter privado de las cooperativas evita la inflación de supernumerarios ineptos que proliferan en las compañías estatales, mientras que la autonomía permite adaptar las decisiones a las necesidades reales de cada región. De esta forma se ha llegado a una cobertura de agua potable en casi el 100% del departamento.Ésta –y no el racionamiento socialista a nivel de todo el país que parece estar barajando Evo Morales- sería la base para una nueva política del agua, menos retórica y más pragmática que la del régimen populista…[email protected]