Fue hallado semiinconsciente, piel y huesos, y con espinas en los pies.
En estas condiciones fue encontrado Pedro el lunes, después de permanecer perdido en el monte
Pedro Tapia, de 50 años, con algunos problemas mentales, terminó de carpir un lote en el barrio Santa Clara, a las 18:00, pero en lugar de tomar la vía de retorno a su casa, se fue por un camino equivocado que lo llevó a una zona desconocida, fuera del pueblo, en medio del monte.
Esto fue lo poco que pudo decir el hombre que estuvo perdido 18 días y que el lunes, a las 19:00, fue encontrado semiinconsciente, piel y hueso, descalzo, con los pies llenos de espinas, por la zona de Urubichá, a unos 40 kilómetros de Ascensión de Guarayos.
Ya más alentado, luego de haber comido algo, Pedro contó que después de terminar su trabajo siguió un camino ancho pensando que era su calle, pero nunca llegó a su destino, sino a un cerro, donde estuvo una noche y un día, refugiado en una cueva porque llovía a cántaros.
El resto del tiempo sobrevivió caminando por el monte, subiendo y bajando los cerros, y comiendo cusi tierno de las palmeras.
Mientras tanto sus familiares, en Ascensión, pidieron ayuda a parientes y amigos, y emprendieron su búsqueda. Durante 10 días recorrieron varios lugares, pero no encontraron a Pedro, hasta que se dieron por vencidos.
No obstante, Francisco Tapia, hermano menor de Pedro, reconocido pintor, continuó la búsqueda pues tenía la esperanza de encontrarlo. Y así fue, pues al atardecer de este lunes lo encontró arrimado en el tronco de un árbol, prácticamente irreconocible, según contó.
“Yo tenía la esperanza de encontrar a mi hermano vivo porque se lo pedí a la Mamita de Cotoca”, dijo el pintor con la voz entrecortada y muy emocionado.
Désther Ágreda / El Deber / Santa Cruz