¿Cómo no sentirse ofendida por lo que los demás te dicen?

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“¡Tú sí que te alimentas bien!” dijo un hombre mayor al que no conocía cuando entré en la sala de reuniones del grupo para iniciar un curso de nutrición durante la clase grupal de recuperación.

De inmediato, sentí que las orejas me ardían y supe que mi cara se había puesto rojo carmesí. No quería hacer contacto visual con él porque la incomodidad era muy difícil de soportar, de modo que me puse en cambio a revisar mi cartera fingiendo que estaba ocupada.

Después de unos larguísimos segundos, levanté los ojos para mirarlo y para mi gran sorpresa, me sonreía de una manera amable y tranquilizadora.



Pasé en un abrir de ojos de sentirme ofendida y torpe a sentirme mal. Ahora pensaba que en realidad me estaba haciendo un cumplido, lo cual significa que estaba observando mi cuerpo, lo cual me pone increíblemente incómoda, sobre todo en un ambiente profesional.

cumplidos

En cualquier caso, me di cuenta en ese momento, cuando lo miré a los ojos, de que intentaba genuinamente halagarme.

Mi primer instinto fue tomar lo que me había dicho como si significara que yo era físicamente distinta de lo que él esperaba al llegar al grupo ese día, es decir, que yo no era lo delgada que él esperaba en una dietóloga.

Pero era evidente que simplemente trataba de ser amable conmigo. Si bien su cumplido podía interpretarse mal, cuando analicé sus intenciones, era evidente que su propósito era ser amable.

Creo que esa es la clave cuando nos dicen un cumplido. Reconocer que las palabras de la mayoría de las personas son un reflejo de sí mismas, más que de nosotros, y suponer las mejores intenciones.

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No debemos tomar las cosas que dicen otros con demasiada seriedad, la mayoría de las veces, la gente no sabe cómo interactuar y a menudo las cosas que dice no fueron pensadas como corresponde, en primer lugar.

 

¡Ocurre todo el tiempo!

Muchos de mis clientes vienen a verme y se quejan de los cumplidos ambiguos que reciben de otros. Me resulta sorprendente, pero cosas como “¡Qué bien estás!” o “¡Caramba, bajaste muchísimo de peso!” pueden en realidad confundir la mente de las personas.

El halago tiene una buena intención al decir estas cosas, pero la persona que lo recibe queda a menudo cautiva en analizar lo que el otro quiso decir realmente.

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Se puede interpretar que esos cumplidos transmiten mensajes como: “Se te ve muchísimo mejor” o “Estás más bella/atractiva así” o “No se te veía muy bien antes” etcétera, etcétera.

Muchas personas sienten la enorme presión de hacer un plan alimentario extremadamente rígido y poco saludable o un régimen de ejercicios porque las asusta perder los cumplidos o los elogios que reciben. Y otras toman estos mensajes como si significaran que no son dignas de amor a menos que tengan determinada apariencia.

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Como podrá ver, los cumplidos son complicados. Siendo alguien que escucha decir a otras personas cómo las afectan las palabras de otros y sabiendo cómo pueden afectar nuestros comportamientos y elecciones alimentarias, se me ocurren algunas ideas respecto de cómo podemos dar y recibir mejor los cumplidos.

Ante todo, yo propondría que cuando otro nos hace un cumplido, todos le otorgáramos el beneficio de la duda. Reconocer que cuando alguien nos dice algo sobre nosotros mismos, su comentario generalmente tiene que ver más con esa persona que con nosotros. Yo creo que lo más conveniente es reconocer la intención detrás del cumplido y suponer lo mejor.

 

Y si usted siente el deseo de hacerle un cumplido a alguien, le sugiero que busque atributos no físicos. Las felicitaciones genuinas por un gesto amable, una idea excelente o el impacto positivo que una persona tuvo en su vida son los mejores tipos de cumplidos que se puedan recibir. Los comentarios sobre la apariencia física, aunque sean positivos, pueden confundir la mente de una persona.

relación

De modo que si es usted quien hace el cumplido, hágalo sobre algo significativo y que mejore la vida de la persona a la que va dirigido. Si recibe un cumplido, dé por sentado las mejores intenciones de la persona que se lo está haciendo y trate de no analizar en exceso su comentario. En general, la gente trata de ser amable y atenta, pero a veces no se da cuenta de cómo puede afectar a la otra persona.

Podemos hacer cosas para dar y recibir cumplidos con más gracia y amabilidad. ¡Tómese tiempo hoy para expresar genuina gratitud por alguien que está presente en su vida!

Por Paige Smathers de FamilyShare, para WhatTheGirl.

Fuente: whatthegirl.com