Descubren los genes que nos dejan calvos

Un estudio genético revela cerca de 300 genes relacionados con el riesgo de perder pelo.

Hasta ahora, habíamos conseguido relacionar la alopecia con un grupo pequeño de genes. Sin embargo, una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Edimburgo (Escocia) ha descubierto un total de 287 genes implicados en la posibilidad de desarrollar calvicie. El estudio ha sido publicado en la revista PloS Genetics.

 



Se trata del estudio más amplio sobre la relación entre la pérdida de cabello y la genética gracias a la información extraída del Biobanco de Reino Unido.

 

Los investigadores examinaron los datos genéticos y de salud de 52.874 personas (hombres blancos británicos de entre 40 y 69 años), con una edad media de 57,2 años. De todos ellos, 16.724 (el 31.6%) no tenían pérdida de cabello, 12.135 (el 23.0%) sufrieron pérdida leve de cabello; 14.234 hombres (el 26.9%) sufrieron pérdida moderada de cabello y finalmente 9.781 (el 18.5%) perdieron cabello de forma severa.

 

Consiguieron localizar finalmente hasta 287 regiones genéticas involucradas en la estructura y desarrollo del pelo; la mayoría forman parte de cromosomas no sexuales, pero ciertamente una parte sustancial (13 genes) pertenece al cromosoma X, el que los varones heredan de las madres.

 

Para conseguir esta conclusión, los expertos analizaron las variantes genéticas asociadas a la calvicie masculina, tanto la calvicie temprana como tardía, gracias a los estudios de asociación de genoma completo, que permiten examinar las variaciones genéticas en todo el genoma con objeto de localizar su asociación con un rasgo observable.

 

Diseñaron una fórmula que logró identificar a personas predispuestas a desarrollar calvicie severa a partir de la presencia o ausencia de ciertos marcadores genéticos en su ADN. Sin embargo, no se trata de predicciones individualizadas, sino del establecimiento de subgrupos de población en los que el peligro de perder el pelo es bastante más elevado que en otros. Pese a las limitaciones del estudio (el no poder hacer una predicción individualizada exacta), se trata de un gran avance en la comprensión de la arquitectura genética de la calvicie de patrón masculino.