Es argentina, ayuda inmigrantes en Estados Unidos y la invitaron al discurso de Donald Trump ante el Congreso

Se llama Silvia y nació en Banfield. Su presencia, hoy, es un fuerte mensaje político.

Sil Ganzó, invitada por una congresista a presenciar el primer discurso de Trump ante el Congreso. (Foto: ourBRIDGE)



«Soy lo que significa ser inmigrante«, dice Silvia Ganzó, una argentina que nació en Banfield, se fue a Estados Unidos a principios de 2003 y hoy dirige una entidad que da una mano a hijos de inmigrantes y refugiados.

Sil será testigo hoy del primer discurso de Donald Trump como presidente ante el Congreso norteamericano. La invitó especialmente la congresista Alma Adams, una demócrata de North Carolina que dice tener 900 sombreros y en enero no quiso ir a la asunción del magnate.

Mirá también

Donald Trump se presenta hoy por primera vez ante el Congreso: 4 temas a tener en cuenta

Seguí leyendo

Teniendo en cuenta la agresiva política que impulsa Trump contra la inmigración, supone un contundente mensaje la presencia de Sil en el Capitolio.

«Nunca pensé que iba a llegar a un lugar así… Estoy súper emocionada y contenta», le dice a Clarín desde la capital estadounidense, justo mientras pasa por el Monumento a Washington, que es un obelisco muy parecido al porteño.

Mirá también

Trump vuelve a la carga para echar de EE.UU. a millones de inmigrantes

Cada congresista lleva un invitado: «Conmigo Alma quiere mostrar que los refugiados e inmigrantes pueden hacer una diferencia y no somos todos terroristas o criminales o vagos, como dice cierta gente que no nos quiere acá».

Qué hace

«Nací y me crié en la Argentina y vine a Estados Unidos trayendo apenas un sueño. Hubo gente que me alentó a concretarlo. Mejoré mi inglés y acá estoy: haciendo lo que siempre quise hacer. Y ahora es mi responsabilidad ayudar a otros«, le dijo Sil al diario Charlotte Observer.

Mirá también

Ola de arrestos de inmigrantes en EE.UU.: más de 150 detenidos

En 2010 empezó a trabajar en una organización privada que atendía a la comunidad de inmigrantes y refugiados de Charlotte, en un barrio llamado The Bridge («El Puente»).

Cuatro años más tarde cerraron el programa que ella dirigía, pero decidió continuar por las suyas y fundó ourBRIDGE («Nuestro PUENTE»), una entidad sin fines de lucro integrada por docentes, tutores y voluntarios.

Básicamente se dedican a asistir a más de 70 chiquitos para que se adapten mejor a la comunidad donde se instalaron sus familias.

«Les enseñamos inglés y a entender la cultura local. Pero también a sentirse orgullosos de sus propias culturas«, cuenta Sil.

Sil y 2 de los 76 chicos que su ONG atiende y a quienes ella llama hijos.

Cómo fue

Sil trabajaba como mesera en Puerto Madero, en aquel país arrasado de noviembre de 2002, cuando llegó a sus manos un folleto con información para vivir y trabajar en Estados Unidos. Un par de meses después llegó a Charlotte, una ciudad de unos 800.000 habitantes que tiene el brillo indeleble de Michael Jordan, el mejor basquetbolista de la historia.

Ahí conoció a Claudio Bonus, un periodista mendocino que desde hace una década trabaja en medios hispanos de la región. Tuvieron a Iván, de 11 años, y a Martina, de 6.

Sil y Claudio

«Mis hijos son norteamericanos pero los escuchás y son argentinos -dice Sil-: mantenemos nuestra cultura, con orgullo

Fuente: clarin.com