Santa Cruz. Uno de los dos reos heridos en Palmasola tiene muerte cerebral

Pelea en la cárcel de Palmasola dejó un muerto y dos heridos en una reunión de disputa de poder entre el regente y el subregente del penal.Un muerto y dos reos gravemente heridos, uno con muerte cerebral, fue el resultado de una reyerta en el interior del penal de Palmasola donde se disputan el poder dos bandos que aparentemente están armados con objetos punzo cortantes.Según la representante de Derechos Humanos en Santa Cruz, María Inés Galvis, la pelea se suscitó ayer en la reunión para definir a qué grupo le tocaba esta semana repartirse las ganancias obtenidas y no como se dijo que era para planificar el Carnaval.Un bando, al mando del regente Leónidas Vargas, está apoyando por los internos de delitos de bagatela; el otro, comandado por el Otis, está respaldado por los reos sentenciados por delitos mayores.Se teme que Leónidas haya sido golpeado, luego de la pelea, por seguidores de Otis, que cada vez gana más poder.El interno que estaría con muerte cerebral debido a la profundidad de las heridas provocadas por un machete es Carmelo Ferrufino García, que es tesorero de la Regencia; mientras que el otro que está con una herida de 10 puntos es José Eduardo Díez Rojas; ambos están en el hospital San Juan de Dios.El reo fallecido es Jaime Fernández Crespo (46), procesado por asesinato, que murió debido a las heridas y golpes recibidos en la pelea.Galvis lamentó que continúen las pugnas de poder entre los internos de Palmasola, que no se haya hecho la clasificación de los reos por la gravedad de los delitos y que por ello estén todos mezclados; y que hasta hoy no se haya aplicado la ley del indulto.Galvis reveló que sigue habiendo retardación de justicia debido a que hay juzgadores que no quieren asistir a las audiencias dentro de Palmasola, lo cual aumenta la tensión día a día.Asimismo, la defensora de los Derechos Humanos insiste en que los detenidos por delitos menores no deben estar mezclados con los sentenciados y prontuariados en el PC-4, que también es conocido como régimen abierto. Los internos más peligrosos deberían estar en el PC-7, que es régimen cerrado.EL DEBER