La cadena en español propiedad de Comcast construirá una nueva sede central en Miami de $250 millones de dólares. Además le disputará los derechos televisivos en español de la Copa del Mundo de 2018 y 2022 a Univision, quien viene transmitiendo el popular evento deportivo desde 1970.
La televisión hispana en los Estados Unidos todavía carga con un estigma – injustificado para muchos – que se centra en el hecho de que las producciones en español destinadas al segmento de los que se conoce como «US Hispanics» o aquellos latinos residentes en el país del norte – los cuales se estima superarían los 55 millones – son en su mayoría telenovelas de bajo presupuesto en las que una inocente y en muchos casos propensa al llanto dama en apuros, cae víctima de los encantos de un atractivo y acaudalado joven que luchará contra todas las barreras sociales que los dividen para finalmente poder estar juntos.
A pesar de ser un colectivo heterogéneo que en la mayoría de los casos solo comparte el idioma – con interesantes variaciones de acento y expresiones únicas a medida que se recorren sus distintos países de origen dentro del continente Latinoamericano – los hispanos de los Estados Unidos parecen coincidir en algo.
Dentro de un contexto televisivo en el que cuentan con acceso a propuestas de streaming de productores de contenidos originales como Netflix y Amazon, donde en muchos casos se han generado producciones en su idioma y con actores reconocidos en sus países de procedencia, los hispanos se han vuelto más exigentes en lo que hace a sus preferencias de consumo de entretenimiento; algo que ha quedado reflejado de manera dramática en la caída sostenida durante tres años consecutivos de los niveles de audiencia de la cadena Univision, el principal referente de la tevé hispana en los Estados Unidos y considerado «intocable» por la competencia hasta no hace mucho tiempo.
Es que precisamente la estrategia del gigante liderado por el egipcio de padres judíos Haim Saban, quien ganó notoriedad durante la última carrera presidencial al apoyar públicamente a la campaña Clinton y donar siete millones de dólares a su proyecto político catalogando al hoy presidente Trump como «un peligro para los EEUU», se ha basado con éxito durante años en un modelo en el que telenovelas producidas en México por Grupo Televisa cruzaban la frontera para llenar la programación de la estación de alcance nacional.
Univision contaba con tres cuartos de la audiencia hispana en los EEUU para 2001, momento en el cual la cadena Telemundo fue comprada por la norteamericana NBC, y todo hacía suponer que tenían el futuro asegurado dentro de un nicho que se convertiría en un mercado codiciado al corto plazo debido al exponencial crecimiento de la comunidad latina durante la siguiente década.
Pero al parecer la dependencia casi absoluta en la mexicana Televisa, el mayor productor de contenidos televisivos en español del mundo y propietario en parte de Univision, comenzó a mostrar sus contras a medida que los hábitos de consumo de hispanos fueron cambiando.
Plataformas como YouTube además de las ya mencionadas vinculadas al mundo del streaming, hicieron que los Millenials cambiaran poco a poco la pantalla chica de los televisores por unas todavía más chicas de sus tablets y smartphones.
En entrevista con Bloomberg Businessweek, Cesar Conde presidente de NBCUniversal Telemundo Enterprises habló sobre la estrategia de la empresa enfocada en la producción de contenidos desde los Estados Unidos. «Estamos produciendo contenidos específicos para los hispanos viviendo en los EEUU, hechos por hispanos viviendo en los EEUU» marcando una clara diferencia con su rival que continúa produciendo en parte desde México.
Los dos ases bajo la manga más recientes de Telemundo en lo que hace a entretenimiento son docudramas basados en dos personalidades bien diferentes, de origen mexicano pero que despiertan fascinación a nivel masivo por los mitos asociados a sus figuras, una vinculada al mundo del arte y la otra al del narcotráfico.
«Hasta que te conocí» repasa la vida y obra de Juan Gabriel el «Divo de Juárez» fallecido el 28 de agosto pasado y ha conquistado a una audiencia considerable tras su estreno el pasado septiembre. Por su parte «El Chema» una propuesta más oscura que muestra la vida de un capo narco de alcance internacional basado de manera superficial sobre la historia del «Chapo Guzmán» conquista el prime-time nocturno con un nivel de realización pocas veces visto en la televisión hispana.
La programación noticiosa de Telemundo también ha acompañado el crecimiento de los niveles de audiencia con presentadores de la talla de José Diaz-Balart y María Celeste Arrarás liderando una férrea competencia diaria, hora a hora y minuto a minuto. Expertos de la industria aseguran que la mediatizada apuesta de Univision por el triunfo casi seguro de Clinton habría significado un duro golpe para la cadena, mientras que la postura más conciliadora de Telemundo tanto durante como una vez terminada la contienda, podría haber sido más beneficiosa para la rama noticiosa de la cadena.
Univision planea recuperar el terreno perdido mediante contenidos en inglés filmados en locaciones de los Estados Unidos, entre los que se encuentran una mini serie co-producida junto a Netflix sobre la vida de «El Chapo Guzmán» mientras que Telemundo aumentará la apuesta actual con largometrajes en inglés y español producidos desde EEUU para los hispanos.
En cuanto al sur de Florida, durante el mes de Febrero de 2017, el canal local de Miami, Telemundo 51 emitió siete programas que figuraron entre los mejores del mercado en cualquier idioma entre adultos de 25 a 54 años, sus noticieros ocuparon el primer puesto en el mercado. Mientras que los noticieros del fin de semana superaron a todos sus competidores independientemente del idioma.
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Fuente: infobae.com