Niños alérgicos al maní, los blancos más vulnerables al bullying

Por Suzanne Allard Levingston

(iStock)

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Pensaron que sería divertido: Durante el almuerzo, los niños lanzaron cacahuetes a un compañero de clase con graves alergias alimentarias. El estudiante de quinto grado de Los Angeles era tan sensible al maní que la sola exposición a él podría enviarlo a la sala de emergencias.



«No, deja de hacer eso, podría matarme», dijo el niño. Pero cuando se volvió para hablar con un amigo, uno de los muchachos puso un puñado de cacahuetes en su lonchera. Al ver esto, los amigos del niño alérgico rápidamente agarraron la lonchera y la arrojaron, posiblemente salvando a su compañero de un terrible accidente.

Foto para The Washington Post por Jennifer Chase

Foto para The Washington Post por Jennifer Chase

Este incidente de bullying ocurrió en 2015 y fue narrado en un sitio web para familias que deben lidiar con alergias alimentarias.

La comida es a menudo usada en celebraciones y para gastar bromas. Arrojamos arroz a los novios en su boda y le tiramos un pastel con crema Chantilly en la cara a los payasos. Pero no tiene nada de gracioso transformar la comida en un arma para asustar o poner en peligro la salud de personas con alergias. Los investigadores han comenzado recientemente a estudiar estos incidentes.

El acoso y el hostigamiento a niños con alergias a los alimentos parecen «comunes, frecuentes y repetitivos», concluyó un estudio de 2010 que encuestó a 353 adolescentes alérgicos a los alimentos, así como adultos y padres de niños alérgicos.

Las alergias alimentarias afectan a unos 15 millones de estadounidenses, incluyendo seis millones de niños, según el grupo Food Allergy Research & Education. Esto equivale a 1 de cada 13 jóvenes en el aula. La prevalencia de alergias alimentarias entre los niños aumentó a 5,1% en 2009-2011 (de 3,4% en 1997-1999), según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.

Los expertos dicen que se necesita que más adultos hablen sobre sus experiencias de alergias alimentarias y ayuden a disminuir la idea de que los alérgicos son diferentes, algo que suele alimentar el bullying

Los expertos dicen que se necesita que más adultos hablen sobre sus experiencias de alergias alimentarias y ayuden a disminuir la idea de que los alérgicos son diferentes, algo que suele alimentar el bullying

Para aquellos afectados, la ingesta de ciertos alimentos hace que el sistema inmunitario reaccione exageradamente; las reacciones van desde algo leve como picazón hasta una anafilaxia potencialmente fatal, una condición que puede provocar dificultades para respirar y mala circulación sanguínea.

Son ocho los alimentos que causan la mayoría de reacciones adversas: leche, huevos, cacahuetes, nueces, soja, trigo, pescado y mariscos. Las personas con alergias alimentarias severas a menudo llevan consigo medicinas que salvan vidas, como inyecciones de epinefrina, y deben estar extremadamente pendientes sobre su exposición a ciertos alimentos.

A veces, incluso una pequeña cantidad es todo lo que se necesita para causar una reacción, lo que podría llegar a través de una broma intimidatoria.

Hace varios meses, miembros de una fraternidad de la Universidad de Michigan untaron la cara de un estudiante alérgico con mantequilla de maní, lo que lo dejó con los ojos hinchados. Según el padre del chico, la fraternidad había sido informada de que era severamente alérgico. Como resultado, el estudiante responsable del episodio fue demandado.

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El bullying relacionado con las alergias alimentarias «convierte al juego en un acto de violencia», dijo Sandra Beasley, autora de un libro sobre el tema.

Los agresores, dijo, saben qué daño pueden estar causando cuando golpean a alguien o mantienen a una víctima bajo el agua. Pero con las alergias a los alimentos, «pueden no reconocer la consecuencia física de lo que están haciendo».

Los expertos creen que el hostigamiento basado en las alergias alimentarias podría ser frenado si se informara sobre las consecuencias de las alergias y las implicaciones sociales de todo tipo de intimidación. «Hemos aprendido que es importante hablar de ello», dijo el profesor de pediatría Scott Sicherer,

Lo que se necesita, según Beasley, es que más adultos hablen sobre sus experiencias de alergias alimentarias y ayuden a acabar con la idea de que los alérgicos son diferentes, algo que suele alimentar el bullying. «Eso podría cambiar radicalmente las cosas para mí», dijo. Ella ha encontrado que los que han sido más atentos sobre sus múltiples alergias son gente que tiene un amigo o un ser querido con la misma condición.

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Beasley asegura que algunas condiciones se han vuelto más aceptadas cuando son reconocidas por figuras admiradas. El jugador de fútbol David Beckham ha ayudado a normalizar el asma; Michael Phelps ha hecho lo mismo para el trastorno de déficit de atención/hiperactividad.

Los amigos del niño de quinto grado de Los Ángeles que alertaron a su compañero alérgico sobre el maní en su lonchera fueron reconocidos más tarde en una ceremonia de premios escolares, la cual incluyó una charla sobre alergias alimentarias y el bullying. El niño responsable del episodio fue suspendido.

La madre del niño no cree que la gente entienda automáticamente los peligros de las alergias alimentarias. «Es nuestro trabajo educarlos», dijo.

Debido a que las alergias alimentarias son mucho más comunes que antes, los expertos dicen que es probable que los niños comiencen a entenderlas mejor.

«Mi esperanza», dijo, «es que a medida que esta generación crezca, estas alergias alimentarias no serán motivo de tanta burla y bullying», dijo Linda Herbert, del Sistema Nacional de Salud Infantil.

Fuente: infobae.com