Hay muchas palabras que riman con “Maduro”, pero en Bolivia prefirieron usar el término “duro” para alentar al presidente venezolano a seguir reprimiendo y matando al pueblo que sale a las calles a exigir el futuro que les prometió la revolución bolivariana. Los chavistas se farrearon una década del mayor auge de los hidrocarburos y dejaron a un pueblo inseguro, con el horizonte oscuro. Un gobierno de lo más impuro, corrupto y derrochador, dominado por un conjuro socialista diseñado en Cuba hizo un laburo destructivo que ha provocado el desgaste prematuro de una revolución que -“yo juro”, dijo Chávez-, duraría para siempre, en abundancia y sin apuros. Los gobernantes inmaduros, no hacen caso de las desventuras que el pueblo grita todos los días; por el contrario les responden con violencia, y yo censuro, al igual que todos los gobernantes del mundo menos uno, que convocó para hablar de los muros y terminó azuzando “dales duro, querido Maduro”.
Fuente: eldia.com.bo