DE VOCACIÓN SALVAVIDASMario Roda, es uno de los guardaparques del Parque Noel Kempff Mercado que acompaña la expedición, nació en Florida, una de las comunidades cercanas, de niño su abuelo le contaba historias de gente que fue salvada por delfines de río.“Escuché decir a mi abuelo que cuando una persona se está ahogando ellos la ayudan a salir a la orilla, dicen que son algo parecido a nosotros. Yo los he visto desde niño, son inteligentes, es un animalito que no hace daño a nadie, por la zona hay muchos pescadores no es que los atrapen, pero a veces como los delfines comen peces caen en la red”.En las comunidades ribereñas asocian al delfín boliviano con la belleza y la valentía y es considerado como una especie buena o benigna, sobre todo por estar relacionada con relatos como la del abuelo de Mario, y casos comprobados, según él, en que los delfines salvan gente de ahogarse. En este sentido, los pobladores locales consideran importante conservar a esta especie. “Ellos nos salvan, nosotros los tenemos que salvar y cuidar”, manifiesta con seguridad el profesor.La presencia del delfín boliviano data de más de medio millón de años. Según el Plan Nacional para la Conservación del Bufeo Boliviano 2012-2016 publicado por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, la especie Inia boliviensis, es considerada como el único mamífero estrictamente acuático registrado para Bolivia. En el 2012, el presidente Evo Morales, lo declara Patrimonio Nacional del Estado Plurinacional.Aunque la historia evolutiva de Inia boliviensis no está muy clara aún, se presume que la formación de una barrera geográfica en el Plioceno habría sido lo que dificultó el contacto entre las poblaciones de delfines que quedaron dentro del territorio boliviano y aquellas que quedaron en la Amazonía Central.En Bolivia, se conoce al delfín de río como ¨bufeo¨. El nombre Inia proviene del grupo étnico de los guarayos, así fue como lo bautizó Alcides Dorbigny en 1832, en Baures lo llaman Ibge, los itonamas lo conocen como puchca y en Moxos es llamado aico.
SUS DUELOS CON LAS ANGUILASEl bufeo es considerado el rey de los ríos, está encima de la cadena trófica. Las anécdotas sobre peleas entre anguilas y bufeos se consideran un espectáculo, historias que suelen escucharse de los pescadores más expertos.“El bufeo levanta a la anguila con su cola a unos dos metros de altura, relata Elmer Peña, uno de los tres guardaparques con más experiencia en la zona y que forma parte de la expedición. Se emociona, mientras narra la escena, como si él mismo estuviese en ese momento en el río: “El delfín es inteligente, parece hasta que se divirtiera, la anguila le da un choque eléctrico, él la empuja y luego es como si la esperara para recibir otro choque, como si supiese que al final él va a ganar, la anguila solo se logra salvar cuando se mete entre la maraña del bosque inundado y se pierde”, comenta.El delfín boliviano es también relacionado con castigos de carácter mitológico, por ejemplo si una persona se baña en el río en determinados periodos del año, o mata un bufeo, ésta es “encantada” y se convierte en bufeo. Otra creencia gira en torno a que los bufeos son almas de niños perdidos que han sido transformados en bufeos, y de ahí su carácter carismático. GUARDIANES DE LA VIDAOtra de las creencias que se asegura son una verdad comprobada por los comunarios es que cuando una mujer embarazada está en una canoa, los delfines pasean por debajo y de un lado al otro cerca permanecen cerca de ella. Y es que una de las características del delfín de río es la protuberancia que tiene en la cabeza, por donde emite ondas ultrasónicas. Estas ondas reflejan sobre los cuerpos sólidos, retornando un eco, orientando al bufeo, sobre todo en aguas turbias, con reducida o, incluso, nula visibilidad. De este modo pueden orientarse y percibir el mundo que los rodea.“Para el Parque Noel Kempff Mercado es importante conservar el delfín, somos un área protegida y esta especie nos indica si hay más o menos peces, si todo está saludable, el agua, el bosque, ellos están en la cima, mantienen el equilibrio, no es cómo piensan algunos que hay menos peces porque el delfín se los come es más bien al revés”, nos cuenta Robert Salvatierra, Jefe de Protección del PNNKM.
RIESGOS Y PRESERVACIÓNExiste una falsa creencia en algunas personas respecto a rol del delfín en los ríos, y es la de que esta especie acaba con los peces. Si bien un delfín se alimenta de dos kilos de pescado diario, su dieta variada ayuda a mantener el equilibrio en las poblaciones de peces.“Si hay algo que debemos aprender es no echarle la culpa de nuestros problemas a otros comenta Fernando Trujillo”, líder de la expedición, un biólogo colombiano marino con más de 25 años de experiencia que le ha dedicado su vida a los ecosistemas de agua dulce y en particular al delfín al igual que varios de los otros biólogos que son parte de la expedición.La ausencia de peces obedece a factores ajenos al delfín, uno de ellos podría ser la sobrepesca. Si bien nos encontramos en un área protegida, el río Iténez es internacional, una buena porción del parque se encuentra en la frontera con Brasil, en donde llaman al Iténez como Guaporé.Según Leslie Córdova una de las biólogas especializada en ictiología (peces) de Faunagua, parte de la expedición, en el trayecto recorrido se contó 38 embarcaciones cada una compuesta por tres tripulantes. Desde Pimenteiras hasta río Verde, se reciben unos 15 mil turistas al año, si bien hay épocas de pesca y veda, los esfuerzos del lado brasilero deben fortalecerse por la conservación no solo del delfín sino de los ríos. Otras de las causas es la deforestación, y es que se aprecia con claridad la diferencia entre el lado boliviano del brasilero, el primero está conservado, el segundo no existe.Si no hay bosques, no hay peces y si no hay peces no hay delfines. Cuando el río sube los peces comen los frutos de los bosques y detrás de ellos vienen los delfines. Así de simple.Ver a un bufeo es una de las cosas más lindas es espectáculo natural, señala Elmar, cuando los niños se están bañando en la bahía, le lanzan una toronja y ellos juegan con la fruta como si fuese una pelota, son sociables. Según mi abuelo cuando hay un delfín en el río uno se siente garantizado, porque no hay anacondas, anguilas eléctricas, lagartos; si el delfín corre a las amenazas, nosotros por qué no haríamos de hacer lo mismo por ellos y por nosotros.Fuente: WWF Alejandra Urioste / F Trujillo / Los Tiempos