«Ese desgraciado fue el que mató al teniente», afirmó el cabo Castro

Caso Eurochronos. El cabo Dionisio Castro habló ayer en la clínica Foianini con ocasión de la visita del comandante de la Policía, Rubén Suárez, quien le dio su apoyo. El agente recibió dos impactos de bala en una pierna y sigue en recuperaciónEl cabo Dionisio Castro recibió ayer la visita del comandante de la Policía, Rubén SuárezEl cabo Dionisio Castro Vaca, miembro del Batallón de Seguridad Física Privada de la Policía que se encontraba vigilando el recinto de la joyería Eurochronos cuando irrumpieron cuatro delincuentes fuertemente armados a robar, habló ayer de su imborrable experiencia con la muerte y afirmó que el brasileño Antonio Adao da Silva Costa, que usaba el alias de ‘Negro’, fue quien mató al teniente Óscar Gutiérrez Valenzuela con un fusil calibre 5.56.Castro, quien se encuentra en recuperación en la sala 456 de la clínica Foianini después de recibir dos impactos de bala en la pierna izquierda, reveló que dos patrulleros del Organismo Operativo de Tránsito, los primeros policías en llegar al escenario del asalto, pudieron correr la misma suerte del teniente, bajo el fuego del atracador, pero un microbús de servicio público los salvó, sin proponérselo, al cruzar por la avenida Velarde y cubrirlos por un instante de la mira del pistolero.El cabo Castro, un policía con 30 años de servicio, recibió ayer por la tarde la visita del comandante departamental de la Policía, coronel Rubén Suárez, gesto que lo sorprendió y agradó sobremanera. Aprovechó la ocasión para agradecer el interés del jefe policial por su estado de salud y para contarle algo de lo sucedido la mañana del 13 de julio.Dispuestos a matarCon voz ronca y un tanto agitada por la emoción, el cabo relató: “Fue ‘Negro’ el que me agarró y no me soltó. Entró y cerró las puertas y, como son automáticas, no podían abrir desde adentro para que los otros entraran. ‘Abre la porta maldito, te mato…te mato…merda…abre’. No abre, no abre…es digital, es eléctrico el sistema, le dije. ‘Dónde merda está el que maneja esto’, me gritó. No sé, no sé, pues, le dije”.“Enseguida apareció otro y le habló en portugués y frrraaaa bajaron todo para entrar. Ingresaron los demás y él se quedó conmigo en la puerta. Después desde adentro grita uno ‘a policia, a policia, a policia…’ Eran los camaradas que venían. Eran patrulleros de Tránsito en moto y (Adao) les disparó; ví que las balas llegaron cerquinga de la moto. Justo un micro pasó y los camaradas se salvaron…y desde ahí (el asaltante) se quedó conmigo y disparaba. El disparaba libre porque yo era su escudo, yo estaba con chaleco antibalas y se ponía detrás de mi y movía el caño, que me quemaba el cuello”, relató Castro.Los bandidos entraban y salían. “En la cuarta salida no sé cómo miré hacia el toborochi (en la vereda del frente, en el sector del banco Mercantil Santa Cruz) y vi un camarada (de seguridad) que me hacía gestos  para que yo lo golpee a ‘Negro’. Ese desgraciado fue el que mató al teniente”, manifestó Castro, que en medio de la agitación y el tiroteo recibió dos proyectiles que le desgarraron la pierna izquierda, lo desangraron y lo inutilizaron, pues no pudo movilizarse por su cuenta y en esos momentos pensó que iba a morir a manos de los atracadores.Incluso, uno de los bandidos le quitó el chaleco antibalas que en el dorso decía Policía, se lo caló y salió con las manos en alto cuando los grupos tácticos de la fuerza del orden habían tomado el control de la situación. El delincuente se tiró al piso, aparentemente, rindiéndose pero fue ultimado por los agentes, que lo consideraron una amenaza pues estaba armado con una pistola 9mm.El comandante estrechó firmemente la mano del cabo y le dijo: “No te desesperés…quedate tranquilo hasta recuperarte…nosotros estamos pendientes de vos… sos un héroe”.Castro agradeció al jefe de la Policía por la atención y por haber ayudado a su familia en un momento crucial, puesto que su esposa también se encuentra delicada de salud a raíz de una enfermedad. “Gracias mi coronel por ayudarme a internar a mi esposa en estos momentos en que no puedo moverme… gracias”, expresó Dionisio con una afable sonrisa.El cabo Castro, con 30 años de servicio y Suárez, rondando también la treintena con el verde olivo, se conocen hace muchos años. Es más, Suárez, siendo jefe del Batallón, llevó a sus filas a Dionisio para que tuviera una labor menos ajetreada, pero por destino de la vida le tocó vivir el infierno en Eurochronos.EL DEBER / Berthy Vaca Justiniano