Los escándalos de Liliane Bettencourt, la poderosa dueña de L’Oreal

La multimillonaria murió este jueves a los 94 años después de casi una década ser el centro de una polémica que tuvo en vilo a Francia y llegó incluso al Elíseo. Un mayordomo espía, un supuesto vividor, la guerra entre una madre y su hija y una de las mayores fortunas del mundo en juego

Francois-Marie Banier, Liliane Bettencourt y Francoise Bettencourt

Francois-Marie Banier, Liliane Bettencourt y Francoise Bettencourt

Un hombre de confianza, peleas de familia y mucho dinero. Así podría resumirse el escándalo que ocupó páginas enteras de los diarios franceses desde 2010, llegó a involucrar al entonces presidente, Nicolás Sarkozy, y tuvo en el centro de la polémica a la poderosa dueña de L’Oreal fallecida el jueves: Liliane Bettencourt.



El conflicto, que se cerró apenas unos días antes del fallecimiento de la que fue declarada por Forbes como la mujer más rica del mundo -con una fortuna estimada en 44.700 millones de dólares-, se remonta al año 2010. En ese momento varios medios franceses publicaron unas grabaciones realizadas por el mayordomo de Bettencourt en las que se evidenciaba la influencia que tenía sobre la anciana el fotógrafo y hombre de confianza, François-Marie Banier. Algunos aseguran que fue la hija de la heredera de L’Oreal, Françoise Bettencourt, quien ordenó al empleado realizar esas grabaciones clandestinas.

Liliane Bettencourt (Getty)

Liliane Bettencourt (Getty)

Tras la revelación, presentó una denuncia contra el hombre ante la justicia, acusándolo de recibir favores económicos y un trato preferencial por parte de su madre. Concretamente, lo acusó de haberse quedado con más de 1.000 millones de dólares, entre dinero en efectivo, cuadros de Matisse, Picasso y Man Ray y, dicen los rumores, hasta una isla propia, aprovechándose de que la mujer ya padecía los primeros síntomas de demencia y Alzheimer.

Para ese momento, madre e hija llevaban años distanciadas por las supuestas intromisiones de Banier -para entonces con una fama internacional de vividor- y otros hombres en los asuntos de la familia.

El escándalo llegó hasta el Palacio del Elíseo debido a que las grabaciones del mayordomo involucraba al entonces ministro de Trabajo del gobierno de Nicolás Sarkozy, Eric Woerth, quien habría estado al corriente del manejo fraudulento de la fortuna del imperio de los cosméticos. La contadora de L’Oreal denunció que Woerth fue el artífice de una cuantiosa donación de la compañía a la campaña de Sarkozy, declaración más tarde desmentida extrañamente por ella misma.

En 2015, las denuncias cruzadas llevaron a un tribunal de Burdeos a condenarlos a diversas multas y penas de cárcel. Banier fue el más perjudicado con tres años de cárcel y una multa de 350.000 euros, a lo que se sumó una indemnización de 158 millones que debía pagar.

El escándalo no se cerró allí y Banier contraatacó, acusando a la hija de la anciana de presionar y sobornar a testigos para que declaran en su contra. Los abogados descubrieron un acuerdo sobre un pago de 400.000 euros fechado en julio de 2007, y un préstamo que concedió Françoise Meyer de 300.000 euros en 2012 al que fue durante muchos años el abogado de su madre, Claire Thibout.

El fotógrafo y supuesto vividor, Francois-Marie Banier

El fotógrafo y supuesto vividor, Francois-Marie Banier

Finalmente, en 2016, el juez acusó a la hija de la empresaria de soborno, y el que había sido el abogado de su madre fue también condenado de «falso» testimonio. Recién en mayo del año 2017, llegaron a un acuerdo y frenaron los procesos judiciales cruzados. 

Christophe D’Antonio, periodista y autor del libro La lady et le dandy: la véritable histoire du couple Banier-Bettencourt (La lady y el dandy: la verdadera historia de la pareja Banier-Bettencourt), aseguró: «Banier se convirtió en la persona más importante para Bettencourt desde finales de los 90. Pasaron mucho tiempo juntos, viajaron por el mundo (…) Él es exigente, está acostumbrado a vivir como un príncipe gracias al dinero de ella, que no sabe negarle nada. Pero ella tampoco se arrepiente de lo que le da y quiere que él sea su legatario universal, lo que significa que al morir, recibirá entre el 10% y el 20% de su fortuna. El 80% o el 90% está comprometido para su hija Françoise y sus dos nietos».

Liliane Bettencourt y Françoise Bettencourt (Getty)

Liliane Bettencourt y Françoise Bettencourt (Getty)

Con el fallecimiento de Liliane Bettencourt, la polémica podría reabrirse.

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Fuente: infobae.com