Demi Lovato siguió consumiendo drogas mientras promovía su abstinencia

La cantante cuenta cómo fue su peor época con su adicción al alcohol y la cocaína

Demi Lovato siguió consumiendo drogas mientras promovía su abstinencia

Con apenas 20 años, Demi Lovato tenía dos vidas muy diferentes. Una, de cara al público, vendía la imagen de una cantante abrazando el éxito pero que no creía en el alcohol o las drogas. La segunda, en el ámbito privado y sin el conocimiento de sus amigos más cercanos, tenía que ver con todo lo contrario.Lovato lo explica muy bien en su nuevo documental, Demi Lovato: Simply Complicated, que se estrenó en YouTube este pasado martes. «No estaba trabajando en mi programa y no estaba preparada para estar sobria», dice Lovato en la película, cinco años después de su época más oscura. «Escondía [cocaína] en aviones, en baños, durante la noche… Tuve una racha en la que consumí a diario durante dos meses. Hubo una noche en la que me metí un montón de coca y unas pastillas de Xanax y me empecé a ahogar un poco. Me comenzó a latir el corazón a mil por hora y pensé: ‘Oh, Dios mío, puede que esté sufriendo una sobredosis justo ahora».

Una de las personas que sabía perfectamente lo que estaba pasando era su manager, Phil McIntyre: «Estábamos en Nueva York y se notaba que se había metido algo. Estaba en directo promoviendo un nuevo estilo de vida y mi reacción fue: ‘Vaya cara que tienes'». Pero pese a los esfuerzos de McIntyre y de otros especialistas, el proceso por conseguir que Lovato dejara las drogas y el alcohol no fue sencillo. Después de un accidente en el que se tomó medio bote de pastillas, Lovato ingresó en una unidad de psiquiatría, aunque eso no impidió que siguiera consumiendo drogas. La cantante se escapaba para poder comprar más e incluso llegó a falsear los tests del centro con el pis de otras personas. El alcohol llegó a jugar un papel tan importante en la carrera musical de Lovato que su equipo profesional casi la abandona. La cantante cuenta que se puso muy borracha una noche junto a dos extraños que había invitado a su hotel. Al día siguiente, Lovato tenía que coger un avión para actuar en American Idol, el programa de competición musical, pero todo su equipo pudo dar cuenta enseguida de la resaca que tenía la cantante en cuanto la vieron subir al escenario. Sus compañeros y su manager le dieron un ultimátum que sirvió para que Lovato decidiera hacer todo lo posible por volver a estar sobria. Su primera tarea: destruir el móvil con la información de todos los traficantes que le vendían las drogas. Y no valía con golpearlo, tenía que meterlo en un vaso lleno de agua y ver cómo se estropeaba hasta el final.«Lo más importante para Demi es perder gente; perder a las personas que le importan y que le quieren», dice en el documental Mike Bayer, la persona que la apoyó durante el proceso de desintoxicación. En cuanto vio que sus amistades peligraban por culpa de esos factores externos, Lovato decidió cambiar. La cantante confiesa que ahora es embarazoso para ella mirar atrás y ver a la persona que una vez fue, pero que cree que la amenaza de sus amigos y compañeros fue la iniciativa que le hacía falta: «Aquel fue el comienzo del proceso de rendirme».

Fuente: revistavanityfair.es