La triste historia de un beniano buscado en Moscú

El boliviano Jorge Frías Sigg tenía 83 años, natural del Beni, era abogado; murió en soledad y buscado en Moscú por un hijo al que nunca conoció.Foto / El PopularPor Radio Patujú de la Red ERBOLEl abogado beniano Jorge Frías Sigg, de 83 años de edad, fue encontrado sin vida el 10 de octubre. Murió en soledad, con el espíritu marcado por la dictadura de Hugo Banzer y buscado en Moscú por un hijo al que nunca conoció.Su cuerpo fue encontrado horas después de su fallecimiento, en una habitación alquilada de la zona Vino Tinto de la ciudad de La Paz, lejos en distancia y tiempo de su natal Guayaramerín.La red Erbol informó sobre su muerte con un titular desgarrador: “Víctima de la dictadura murió en la indigencia y el abandono”.El Popular, una cuenta de carácter noticioso en Facebook, describió la cruel ironía que encierra el fallecimiento de Frías: “Indignante, el Día de la Recuperación de la Democracia muere otra víctima de la dictadura en el olvido y la indigencia. Jorge Frías Sigg murió este 10 de octubre de 2017, en La Paz; pero su nombre no estuvo presente hoy en ninguno de los discursos que se dieron en los actos por los 35 años de la Recuperación de la Democracia en Bolivia”.El policía, que informó sobre el levantamiento del cadáver, describió las últimas horas de Frías. Se sabía que estaba enfermo y que escasamente probaba bocado. Hace tres meses, recibió la última visita de una dama, aparentemente una familiar. Según testimonios recogidos por los investigadores, fue visto con vida en horas de la mañana. En la tarde, el anciano fue encontrado muerto. En la noche, el cadáver fue llevado a la morgue, donde esperó que alguien haga los trámites y desembolsos para darle cristiana sepultura.El periodista de radio Bambú en Guayaramerín, Dorian Arias, encontró a una prima del doctor Frías, Elena Sigg, quien reveló que el beniano se resistió a volver al Beni para ser atendido por sus familiares. En realidad, tampoco quiso ir a Cochabamba o Santa Cruz, donde también tenía parientes dispuestos a acogerlo.“De aquí se fueron chicos ellos y no volvieron más. Tiene una hermana que está en Santa Cruz, pero viejita también. Si él ha muerto de 83, ella está con los 81 años, entonces no pudo ir al entierro, ni a verlo a su hermano. Esa es la situación, no porque no hayamos querido ubicarlo. Cuántas veces le dijimos venite para acá, para que te atendamos nosotros, pero no quiso”, contó Sigg.La historia del doctor Frías es una historia de amor, tortura y espera. Nació en Guayaramerín, población amazónica ubicada en el norte del departamento del Beni, allá estudió en el colegio Manuel Antonio Ojopi (MAO). Frías creció en una época en la que el Partido Comunista de Bolivia tenía fuerte influencia en la política nacional. Fue ese partido quien lo ayudó a formarse académicamente en el exterior. Por ese entonces no tenía idea de las encrucijadas que le presentaría la vida ni el sufrimiento que le acarrearían sus decisiones y convicciones.“Durante su vida y militancia fue un defensor de la democracia, luchador por los ideales de la justicia social; su compromiso por una nueva sociedad guiaba sus pasos durante su formación como profesional del derecho en la Universidad Patricio Lumumba en Moscú (Rusia), su amor por Bolivia dirigió sus pasos para retornar a su patria y ejercer su profesión; al ser abogado sus manos siempre trabajaron por la justicia. (…) La señora María Nilza Sigg de Camacho, lo acompañaba hasta hace 3 meses cuando su delicada situación de salud ya no le permitió continuar con sus visitas”, publicó El Popular, al mismo tiempo que  el cuerpo era velado en el Salón Manantial Ave de la funeraria Santa María, en la sede de gobierno.Mientras la Policía llevaba unas horas buscando a algún familiar de Frías Sigg, alguien llevaba buscándolo por más de 10 años, Marcos Octavio Medalla, un chileno radicado en Toronto-Canadá, compañero de universidad. Medalla tenía un motivo poderoso para buscar a Jorge, un motivo que devela otra faceta del beniano, pero también los efectos que los gobiernos militares causaron en quienes se opusieron a su régimen. Medalla publicó, en septiembre de 2007, en su blog El Purgante: Busco a JORGE FRIAS SIGG, Lumumbero de BOLIVIA.“En los años que Jorge Frías estudio en Moscú, se conoció con una bella muchacha, Olga Yurevna. Se encontraron en la estación de Oktiabrskaya, lugar tan conocido nuestro. Cinco años se prolongó la amistad entre Jorge y Olga y finalmente formaron una familia. Su matrimonio fue registrado el 19 de Junio de 1969”, escribió Medalla, hace más de una década.“El 2 de Diciembre de 1969 nació un hijo, Mario. Al término de sus estudios, en Enero de 1970, Jorge viajó de regreso a Bolivia. Por dos años Jorge y Olga mantuvieron correspondencia. La última carta de Jorge a Olga llegó desde CUBA en 1973. En esa carta Jorge contaba que había estado prisionero en un campo de detenidos en Bolivia, luego del último golpe militar. Esas fueron las últimas noticias que Olga recibió de Jorge”, continuó.Y era cierto. El investigador y comunicador Edgar Ramos Andrade, le confirmó a Radio Patujú que Frías fue parte del grupo de 67 bolivianos que escapó de la isla Coati en el lago Titicaca, durante la dictadura de Banzer.“En fecha 2-noviembre-1972, en el apogeo de la cruel dictadura de Hugo Banzer, 67 detenidos políticos de la informal ‘cárcel’ en la Isla Coati ejecutaron un audaz plan de fuga masiva que dejó en ridículo a represores y dictadores”, publicó Ramos, en un documento titulado “Homenaje urgente a los evadidos de Coati 1972”, firmado en Riberalta, el 26 de octubre de 2014.“Uno de los evadidos fue Jorge ‘Satoracho’ Sattori Rivera, riberalteño y militante del Partido Comunista, prisionero político (varias veces) de la dictadura banzerista; recapturado tras la fuga de Coati; exiliado a Argentina, Chile, Venezuela y que falleció en junio de 1980, cuando era candidato a diputado beniano por la UPD; el avión que despegó de El Alto, se estrelló cerca de Laja. Allí murieron también, Enrique Barragán, Jorge Álvarez Plata, y Douglas Veizaga. Se salvó Jaime Paz Zamora, ese que nueve años después pactó con Banzer”, añadió el comunicador, con lo que nos ayuda a entender las circunstancias por las que atravesó Frías, y otros benianos, décadas atrás.En contacto telefónico con Radio Patujú, Ramos, desde La Paz, recordó que este grupo de bolivianos, entre los que se encontraban los benianos mencionados, fue llevado a la isla “como una especie de residenciamiento, aislamiento público de sus actividades para no influir en la sociedad en el reclamo de derecho de las personas”.“Esta fuga fue muy espectacular, porque como si fuera una película los presos escaparon, primero, en masa y después se dispersaron por Yunguyo, que es el paso fronterizo para el Perú. Esto ocurrió en medio del descuido de los paramilitares y del descuido de los policías que vigilaban los pasos de frontera, inclusive”, contó.Cuando Marcos Octavio Medalla publicó en su blog que estaba buscando al boliviano lumumbero, recibió la rápida respuesta de uno de sus seguidores, Eusebio, quien le pasó el dato de que Frías trabajaba en un banco en Bolivia, incluso atinó a pasarle un número de teléfono. La pista, sin embargo, no lo acercó al abogado.Tuvieron que pasar casi siete años para que alguien le dé otra referencia de su excompañero universitario.“Él es mi tío y como hace 10 años que no viene donde vivimos, mi madre que es su hermana lo extraña mucho ya que ella ya es mayor de edad”, escribió Laura Sigg.“Yo buscaba a tu tío porque tiene un hijo o hija desconocida en Moscú y un programa de Tv de Rusia quería llevarlo a conocer su familia. Un sobrino que está en España me escribió pero no logramos contactar a tu tío. Si sabes algo avísame”, respondió Medalla, pero el rastro volvió a desvanecerse.Enterados de su búsqueda y de la muerte de Frías, contactamos a Medalla y le preguntamos si todavía estaba interesado en saber sobre el paradero de su excompañero universitario. “No. Eso fue hace 10 años. Ese programa ya no existe”, respondió en un primer correo electrónico.“Yo también quise ayudar hace 10 años y contacté a un banco donde trabajó supuestamente el Sr. Frías. Contacté familiares directos y nadie me dio información de su paradero. Ahora por un medio boliviano supe que Jorge murió en la indigencia y abandono. Me escriben ahora sus familiares y periodistas. Demasiado tarde para Jorge”, describió ante nuestra insistencia.Pero tal vez no sea tarde, el mismo Medalla se ha dado cuenta, en un tercer correo electrónico sostiene: “Ahora lo único que puedo hacer es tratar de ubicar a la familia y decirles de su muerte”.Jorge Frías Sigg fue enterrado la mañana del 12 de octubre de 2017 en el Cementerio General de la ciudad de La Paz, en Bolivia. Quizás de ello nunca se enteren Olga, su pareja de los años sesenta, ni Mario el hijo que quiso conocerlo./Escrito para La Palabra del Beni.Erbol