Un nuevo enfoque promete cambiar el tratamiento de la dislexia

Dos científicos franceses hallaron una anormalidad anatómica en los ojos de las personas disléxicas. En lugar de tratar la conducta, trataron la vista con una luz LED

Un nuevo estudio propone cambiar la mirada científica sobre la dislexia: si hasta ahora se creyó que era una disfunción neurológica por la cual el cerebro no lograba identificar correctamente cierta imágenes, dos investigadores de la Universidad de Rennes, Guy Ropars y Albert le Floch, descubrieron un origen anatómico, y en principio corregible, para este problema que afecta al 10% de las personas en el mundo.



El trabajo, publicado en Proceedings of the Royal Society B, encontró que una pequeña zona de los ojos, las células receptoras de luz, se organizan de manera simétrica en los ojos de los disléxicos. Las personas que no sufren esa disfunción, en cambio, presentan receptores asimétricos, lo cual permite que el cerebro elija la imagen que detecta el ojo dominante. En el caso de los disléxicos, las dos señales similares confunden al cerebro, que no puede recrear una figura.

(iStock)

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Así una persona cambia el orden de las sílabas en una palabra, o confunde una letra b por una d, o mezcla los números. En consecuencia tienen problemas para leer, deletrear y escribir, a pesar de su inteligencia normal.

El hallazgo ofrece un método de diagnóstico relativamente simple: un examen de la anatomía ocular del paciente. Lo más asombroso es que el tratamiento puede ser, en lugar de las terapias de conducta habituales, la exposición a la luz LED.

La dislexia no sólo es mucho más común de lo que se presume, sino que afecta el aprendizaje escolar.

«En la vista humana, el cerebro debe elegir una imagen a partir de dos ojos«, sintetizaron Ropars y Le Floch. «Aunque en apariencia simétricos en su anatomía, nuestros dos ojos manifiestan rivalidad y dominio». Del mismo modo que casi todas las personas son diestras o zurdas, también tienen un ojo dominante. Y en general, es el derecho.

Hacia los 8 años un niño termina de establecer su circuito neuronal con el cerebro, que es extremadamente complejo: cada nervio óptico está hecho de 1,2 millones de fibras, es decir 40 veces más que los nervios auditivos. El ojo dominante tendrá más conexiones neuronales que el otro.

«En la visión binocular normal hay un efecto inherente de paralaje [distorsión] y el cerebro debe elegir el ojo en el que confiará de manera primaria para obtener información precisa, lo cual requiere alguna asimetría oculta entre los dos ojos«, desarrollaron los investigadores franceses. Cuando esa distorsión no existe, se genera una imagen en espejo, que confunde al cerebro.

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Las señales de imágenes llegan a células especializadas en detectar longitudes de onda, los conos —que son rojos, verdes y azules— y los bastones. La mayoría de los conos, responsables de la percepción del color, se encuentran en un pequeño punto cerca de la retina, la fóvea. Excepto en un pequeño hueco, de 0,1 o 0,15 milímetros de diámetro, donde no hay conos azules.

Y ese pequeño hueco tiene forma redonda en los dos ojos de las 30 personas disléxicas que estudiaron Ropars y Le Floch, mientras que en las otra 30 del experimento, que no sufren el problema, es redondo en el ojo dominante y deformado en el débil.

«La falta de asimetría puede ser la raíz biológica y anatómica de las discapacidades de lectura y escritura», dijeron los autores. «Para los estudiantes disléxicos, sus dos ojos son equivalentes y su cerebro tiene que apoyarse en dos versiones ligeramente diferentes de una escena visual determinada».

Para comenzar la búsqueda de un tratamiento posible, los investigadores utilizaron una lámpara LED para anular la imagen de un ojo: la luz titilaba a velocidad tan rápida que no se percibía, pero sólo permitía que el otro ojo enviara señales al cerebro. Durante la prueba, los disléxicos estudiados la apodaron «la lámpara mágica», porque les permitió leer normalmente.

John Stein, experto en dislexia y profesor emérito de la Universidad de Oxford, dijo que el estudio es interesante pero no explica por qué se dan estas diferencias.

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Fuente: infobae.com