Diego Valeri, el MVP de la Liga norteamericana que quiere estudiar teología

Le dicen El Maestro, admira a Riquelme, lee a Menotti y desea que Messi termine jugando en EE.UU.

Diego Valeri habla cuando fue destinguido como el jugador más valioso de la temporada en la MLS. (Foto: AP/Anne M. Peterson).



Diego Hernán Valeri (Portland Timbers) es el tercer argentino en ser reconocido como «el jugador más valioso» (MVP) de la cada vez más atractiva Major League Soccer (MLS). En 2006, el premio fue para el inoxidable Christian «Gomito» Gómez, que a los 43 años sigue dando cátedra en Nueva Chicago. Y en 2008 se lo llevó Guillermo Barros Schelotto, hoy DT del Boca campeón 2017 y puntero de la Superliga.

Diego Valeri celebra un gol para Portland Timbers. Convirtió 21 y dio 11 asistencias en la temporada. (Foto: AP/Pete Christopher).

«Es un gran honor haber sido elegido MVP en mi quinta temporada. No fue fácil. Las cosas se me vienen dando muy bien. Yo nunca espero este tipo de reconocimientos individuales, siempre intento conseguir cosas colectivas. Pero, desde que llegué, quería tener impacto y hacer historia en mi club y en la Liga. Hoy me pone muy contento que pueda ver esos frutos del esfuerzo, tanto mío como de mi familia. Tengo varias sensaciones encontradas, pero son todas muy lindas», dice «El Maestro» Valeri desde el frío del Norte.

Apodado "El Maestro", Diego Valeri es uno de los más cotizados del plantel. de Portland Timbers Aquí junto a otro argentino: Sebastián Blanco. (Foto: AFP).

Con 21 goles y 11 asistencias, el ex mediocampista de Lanús (fue campeón en 2007), Porto y Almería, que nació en Valentín Alsina hace 31 años, obtuvo más del 50 por ciento de los votos de jugadores, propietarios de los clubes y periodistas, superando a los españoles David Villa y Víctor Vázquez, al goleador serbio Nemanja Nikolic, al italiano Sebastián Giovinco, al paraguayo Miguel Almirón, al norteamericano Michael Bradley y al venezolano Josef Martínez.

«Son todos de primera línea. Éste campeonato fue el más difícil para destacarse en la Liga. Además de estos chicos te puedo nombrar a Pirlo (que se retiró), Kaká, Schweinsteiger, Maxi Moralez, Ignacio Piatti, al «Pipa» (Federico) Higuaín, Lodeiro, Altidore y Dempsey, que tuvieron niveles espectaculares. Hay una cantidad de jugadores de una categoría extraordinaria. Por eso, entonces, estoy aún más sorprendido y también contento, claro», agrega todavía con asombro quien fue campeón con Portland en 2015, tiene contrato hasta fines de 2019 y es el goleador histórico del club (con 58 gritos).

-Con todos los jugadores que nombraste, ¿se está categorizando cada vez más la MLS?

-Sin dudas. Fijate que te nombré jugadores de experiencia y otros más jóvenes. Y hay clubes, como Atlanta United que ahora están invirtiendo. Compraron a Franco Escobar (22 años) y están tratando de traer a (Ezequiel) Barco. Hay muchos jugadores de altísimo nivel y la Liga se está categorizando. Me pone muy contento haber tomado la decisión de venir y estar haciendo historia aquí, en lo personal y en lo colectivo.

-En 22 años de historia de la MLS sos el séptimo sudamericano y el tercer argentino en conseguir el MVP…

«Gomito» Gómez y Guillermo Barros Schelotto dejaron el legado. De hecho, yo lo tuve a Guillermo de entrenador antes de venir y él me recomendó que aceptara sin dudarlo. Me avisó que si uno está bien metido y con muchas ganas, es un lugar para hacer historia.

-¿Cómo fue la temporada del Portland Timbers?

-Fuimos primeros en la Conferencia Oeste, que es más difícil que la del Este. Es más compleja y terminamos primeros; hicimos una temporada estupenda. Es larga, hay muchos viajes y partidos complicados, los equipos son muy parejos y perdimos en semifinales con Houston Dynamo. El equipo sufrió mucho las bajas que tuvimos, perdimos por un gol y nos quedamos afuera. Este año la final se la ganó Toronto a Seattle Sounders.

-En un reportaje con la cadena Univision dijiste: «Me gustaría ver a Messi jugando en la MLS». Su pase vale más que toda la MLS. ¿Se puede dar que Leo termine su carrera en Estados Unidos?

-Es un deseo personal, sin dudas (ríe). Creo que es el mejor jugador de la historia y poder llegar a tenerlo en esta Liga sería maravilloso. Tiene que ser una decisión que nazca de él. Probablemente sea difícil convencerlo monetariamente, pero tendría que nacer de Leo, tiene que estar su deseo. Ojalá haya otras razones que lo puedan hacer pensar en esta Liga.

Valeri vive en la ciudad más poblada del estado de Oregón. A Portland la llaman «la ciudad verde» porque la gente cuida los recursos naturales. Por sus bosques, la industria maderera fue la base de su economía en el siglo pasado. Hoy es reconocida por el alto volumen de empresas «tech» (Intel, Google, Tektronix, Hewlett Packard, Xerox, e Bay, Microsoft y Amazon) que la llevaron a ser denominada «Silicon Forest».

-Ya dejaste de ser el «Pelusa» de Valentín Alsina. ¿Por qué te pusieron «El Maestro»?

-Me encanta que me digan «Pelusa», pero acá no se entiende, no entienden qué es. Entonces, quedó «El Maestro» por mí rol en la cancha, el director del juego. También por el perfil. Soy una persona que trata de expresarse bien, llevar colectivamente las cosas y con humildad. Me gusta el apodo. Si nace de la gente está bien.

-¿Llegaste a hacer una carrera universitaria?

-No, no… Debuté muy joven y me fui del país a Europa (Portugal y España). Después volví y enseguida me vine a Estados Unidos. No pude. Pero es una deuda pendiente en mi vida. Me gustaría hacer una carrera online, aunque sé que no es fácil. Cuando me retire, o quizás un poco antes, me lo voy a plantear.

-¿Qué te gustaría estudiar?

-Me gustan varias cosas. Personalmente, me gusta mucho la teología y la filosofía. Más que nada me gustan esas ramas.

-¿Qué te gusta leer?

-Leo de todo. Soy católico y me gusta leer cosas de religión. Me sé cosas de los santos que me nutren espiritualmente. Y me encanta leer cosas de fútbol también. Leo a (Eduardo) Sacheri y todo lo que me vayan regalando porque acá no se consigue mucho. Portland no es muy grande y entonces tengo que ir a Argentina para traerme algún libro o esperar a que mi familia me lo envíe. Leo cosas de (César Luis) Menotti y de (Ángel) Cappa. Mi cuñado me tiene muy atento con todo eso.

-¿Qué libro de fútbol recomendarías?

-En los últimos tiempos, de fútbol me gustó mucho el de (Fernando) Signorini: «Fútbol, llamado a la rebelión». Y de Menotti: «Fútbol. Juego, deporte y profesión». Me encantan.

-¿Y fuera del fútbol?

-¡Qué difícil! (risas). Probablemente, recomendaría algún libro católico: ‘El evangelio de María’, de un sacerdote español que me gusta mucho.

-¿Leíste la Biblia?

-Si. La leo siempre.

-¿Te gustan otras actividades culturales?

-Si. Estamos muy envueltos en la comunidad de Portland. Se nos hace un poco difícil con el idioma porque todavía no lo manejamos perfectamente, pero siempre estamos muy compenetrados con mi mujer Florencia y nuestra hija Connie en cosas comunitarias que nos nutren a nosotros y a la sociedad.

-¿Tu familia quiere quedarse a vivir en Portland cuando te retires del fútbol?

-Constanza (Connie) está metiendo mucha presión (risas) porque está creciendo en Portland y tiene prácticamente a todas sus amigas, el colegio, su vida y el deporte acá. Se va a hacer cada vez más complicado. Pero nuestra familia en Argentina es muy importante para nosotros. Es difícil proyectar algo como jugador de fútbol.

-¿Seguís leyendo libros para los chicos de «Children’s Book Bank» de la ciudad?

-Siempre. Lo hacemos siempre. De hecho, tenemos que ir a limpiar libros y acomodar en el Book Bank.

-¿Qué sensación te quedó sobre la final de la Copa Libertadores que perdió Lanús?

-Me quedó una sensación estupenda por lo que ha construido este equipo. Como hincha, solo satisfacción porque dejó una forma de jugar, que es lo más difícil, y por dónde llegó por primera vez en la historia. Es una lástima que no la hayamos podido ganar, pero creo que hay muchas más cosas positivas que negativas.

-En la MLS lo utilizan. ¿Qué opinión tenés acerca del VAR en el fútbol?

-Creo que puede ayudar. Quizás se está experimentando y estaría bueno que se vaya afinando para ser más justo, porque la idea de esto es que haya justicia. A nosotros nos ha perjudicado mucho a lo largo del año y, de hecho, en los playoffs (semifinales) el juez no quiso reveer una jugada que fue claramente penal y sí volvió a mirar otra jugada en la que cobró penal para nosotros y lo canceló. Es una cosa rara aún. Quizás, creo que el técnico o el capitán de cada equipo podrían tener la potestad, aunque sea dos o treces veces por partido, de pedir su utilización. Porque, ahora, siempre la potestad es del árbitro. Creo que eso puede ayudar.

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Sebastián Blanco no es solamente su compañero. Es el compinche, casi un hermano del fútbol: «Estoy muy contento de volver a jugar con él. Crecimos juntos, tuvimos una experiencia hermosa en Lanús. Y cuando me lo nombraron y me preguntaron por él no dudé en afirmar que el club debía hacer un esfuerzo para traerlo. Más allá de todo lo que lo quiero personalmente, es un jugador de jerarquía y el técnico ya lo notó».

-¿Seguís teniendo como ídolo a Juan Román Riquelme o esa idolatría cambió?

-¡No, no! Mi admiración por Riquelme es para siempre, para siempre… Uno intenta asimilar algo de su juego e imitar lo bueno que se pueda. Lástima que mucho no puedo imitarlo (risas). Es algo que, cuando sos chico, lo mirás y te queda para siempre.

-Te pido una frase sobre cada técnico que te marcó en tu vida deportiva. ¿Miguel Ángel Brindisi?

-Un padre en mi carrera.

-¿Guillermo Barros Schelotto?

-Un ganador que contagia esa mentalidad.

-¿Ramón Cabrero?

-El abuelo de mi carrera. Lamentablemente se nos fue, pero en mí fue importantísimo para ubicarme dónde tenía que estar y darme ese empujón para asentarme en Primera División.

-¿Un jugador de la MLS tiene esperanzas de jugar en la Selección Argentina y estar en el Mundial de Rusia?

-Sin dudas. Esperanzas, sí. De hecho, a la MLS vino Piatti en un gran momento en Argentina que tranquilamente podría haber sido citado. Y también Blanco. Hay jugadores en un gran nivel futbolístico que están eligiendo esta Liga. Lo que pasa es que Argentina tiene grandes jugadores en las mejores ligas del mundo y eso obviamente complica.

-¿Tenés la ilusión de que te llamen alguna vez de la Selección Argentina?

-Y, como sueño personal, sí. Pero sé que es muy difícil porque hay grandísimos jugadores. Aunque, a veces, los sueños…

Fuente: clarin.com