Asamblea abroga el Código Penal y se lo pasa a Evo para que firme y lo deje sin efecto

Los senadores del oficialismo en el Senado tuvieron una posición más reflexiva que sus correligionarios en Diputados. En el debate, la oposición sugirió que la conspiración contra Evo es interna; los oficialistas le respondieron que les tienen miedo a las urnas

Marcelo Tedesqui V.



El Código del Sistema Penal ya fue abrogado en las dos cámaras de la Asamblea Legislativa y solamente falta que el presidente Evo Morales lo sancione, con lo que la norma de más de 680 artículos quedará sin valor legal.

Todo ocurrió en una sesión mucho más corta a la vivida el martes en Diputados: cuatro horas frente a las 11 horas que tomó el día anterior la misma aprobación. Otra diferencia fue que el debate entre oficialistas y opositores fue muy respetuoso, al menos el 90% del tiempo, en comparación con la sesión de miércoles en el que los asambleístas de UD y PDC ni siquiera pudieron hablar porque sus colegas del partido oficialista los interrumpieron con golpes en las mesas, gritos e insultos.

Las políticas en los sistemas de conducción de las cámaras fueron opuestas. En Diputados, Gabriela Montaño encabezó la arenga, los cánticos y hasta el enfrentamiento verbal. 

Mientras que detrás de la testera de Senadores, José Alberto Gonzales realizó un trabajo que se basó en el respeto a la palabra de los opositores, porque frenó cualquier indicio de confrontación que tuvo una chispa cuando amonestó a Milton Barón, uno de los pocos senadores del MAS que solicitaron la palabra y que preguntó en su alocución: “¿Qué se han fumado los opositores?, ¿con qué moral vienen a reclamar el fracaso del código cuando fueron ellos los que lo atacaron con mentiras?”.

Previamente, Edwin Rodríguez, María Elva Pinckert y Jeanine Añez habían recalcado que el MAS no escuchó las advertencias de la oposición cuando solicitaron que el procedimiento de aprobación del código debía ser más lento y consensuado, y aplicaron el rodillo para aprobarlo. Otro momento tenso surgió cuando el senador Óscar Ortiz (UD) exigió que se revele cuánto se gastó en la elaboración de un código que al final fue “el peor fracaso de la Asamblea Legislativa. Queremos saber a quién se contrató, cuánto costaron esos contratos”, manifestó. 

Al final de la sesión, Gonzales le señaló nombres y apellidos de cuatro abogados que según él se encargaron de redactar el código sacando horas de su tiempo sin cobrar nada extra, mientras dijo que los asesores internacionales llegaron al país con pasajes pagados por la cooperación internacional. “El código penal no demandó gasto alguno para la Asamblea”, aseguró. 

Barón explicó luego que los argumentos de criminalizar las protestas, que el código reducía las penas al narcotráfico, o que  afectaba la libertad de expresión, eran mentiras y puso sus argumentos.

El trabajo de tres años quedó en nada, “y eso da bronca”, admitió el asambleísta. 

Adriana Salvatierra (MAS) señaló que el código fue el único intento sincero de hacer un cambio real de la justicia, garantizó que tenía un enfoque restaurativo y técnico, “perdemos la oportunidad de transformar la justicia para la gente, romper con una lógica de criminalización que venía de la dictadura, un sistema que no pasara por meter a la cárcel a todos”, aseveró.

La senadora Carmen Eva Gonzales festejó que se abrogue lo que definió como “código maldito”. Luego levantó una versión impresa de la norma y la rompió delante de todos, mientras los oficialistas le reclamaban que no podía actuar de esa forma, “y más porque dice que es profesora”, gritaba la senadora Anselma Perlacios. 

Pero la asambleísta opositora fue más allá y recordó que se metió a una huelga de hambre los días que se negociaban las directivas, “y lo hice de todas formas porque igual, yo no negocio con ustedes ni por san puta”.

El 21-F

La repostulación del presidente Morales, que fue autorizada por un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional, fue parte importante del debate.

De hecho, Milton Barón y la senadora suplente Sonia Chiri mencionaron en sus intervenciones que el código fue un pretexto para que la oposición y “la derecha” desplieguen una estrategia conspirativa para desestabilizar al Gobierno.

“Tienen miedo a que el presidente Evo vaya a la reelección porque saben que van a perder, saben que con él la derecha no tiene opción, de una vez, eliminen los pretexto para conspirar, vayan de frente”, desafió Barón.

La respuesta no se dejó esperar y estuvo a cargo del senador cochabambino Arturo Murillo. “Hay algo que quiero dejar claro, por supuesto que el fondo de todo esto es la repostulación”, y recordó una vez más que el 21 de febrero de 2016, en un referéndum, el soberano rechazó la reelección presidencial.

Sin embargo, manifestó que efectivamente habría un proceso de conspiración en contra del presidente Morales. “Tienen que darse cuenta que esa conspiración viene de su círculo más cercano, que buscan convencerlo de violar la Constitución”, señaló. 

Sugirió a la bancada del MAS que aconsejen al presidente para que “no le hagan meter la pata, aunque hay que admitir que él tiene talento en la política, por eso es que cuando vio que una ley perjudica, él mismo la elimina”, dijo Murillo.

Rubén Medinacelli hizo una explicación técnica sobre el fallo del TCP, y Pedro Montes admitió que faltó socializar.

Fuente: eldeber.com.bo