Accidentabilidad, de la táctica a la práctica

M.Sc. Jerry H. Fletcher

Innumerables son las veces que hemos leído notas de prensa acerca de accidentes vehiculares, incluso hemos escuchado sobre evento donde gente conocida, amigos, familiares o quizás usted mismo estimado lector, ha estado involucrado en algún hecho de tránsito. Si pudiéramos volver al pasado, seguramente implementaríamos algún tipo de acción que busque evitar ese evento no deseado.

Según un estudio que realizó el Instituto Nacional de Estadística (INE) en un periodo de 10 años en Bolivia, los eventos relacionados a accidentes de tránsito registraron una cantidad aproximada de 900 personas fallecidas en los primeros años, siendo que, al finalizar la década, se incremento a 1.850 personas fallecidas aproximadamente. En este periodo de tiempo, se han lamentado más de 13.000 personas fallecidas en hechos de tránsito, constituyéndose Santa Cruz en una de las tres ciudades, junto con La Paz y Cochabamba, que poseen el índice más alto de accidentabilidad vehicular en el país, estas cifras son escalofriantes, pero desafortunadamente son una realidad.



Recientemente, el director de Tránsito de la Policía en Santa Cruz  destacó que el 94% de los accidentes de motorizados y tráfico que se producen en el departamento, se deben a fallas humanas, por su parte, el INE precisó que el 53,5% de los accidentes se debe a la imprudencia ocasionada por el conductor, el 14,8% obedece a exceso de velocidad, 11,5% por embriaguez o drogas y 9,8% otros, confirmando los datos del director de Tránsito con algunas variaciones.

Existe una serie de factores en menor proporción que contribuyen a tener el escenario idóneo para que se produzca un accidente, entre estos factores están: calles y carreteras  con problemas estructurales,  además de falta de mantenimiento con deficiente señalización, ausencia de iluminación, problemas de diseño, contaminación y obstaculización visual. Los sistemas de transporte colapsados, crecimiento abrupto y no planificado de la ciudad, comercio informal que se adueña de aceras públicas, entre otros factores.

Tratando de contribuir en la búsqueda de posibles soluciones, y tomando en consideración que más del 80% de las causas de accidentes vehiculares es por falla humana, es necesario reflexionar sobre el comportamiento que tenemos y la clave está en 3 pasos: 1) tomar conciencia, 2) asumir la responsabilidad y 3) entrar en acción.

Mientras no se acepte que es preciso tomar conciencia del problema y que ha llegado el momento de actuar de otra forma, no habrá manera de obtener resultados diferentes. El objetivo de este artículo es que reconozcamos que estamos frente a una complicación extremadamente seria, que merece el análisis del conjunto de la ciudadanía.

Si vencemos el primer paso de la toma de conciencia, se presentará el dilema de definir si acepto la responsabilidad de reaccionar. Por supuesto, no falta quien prefiere espera a que otra persona se haga cargo de la situación. Es posible tener conciencia, sin embargo, negar la responsabilidad. Por otro lado, los que sí asumen la responsabilidad, toman el mando de la dirección sin necesidad de descargar responsabilidad con otras personas o instituciones.

Pasar de la aceptación de la responsabilidad a la proactividad es fundamental para consolidar un cambio de actitud. De la contundencia en la implementación de acciones dependerán los logros. Algunas acciones recomendables son: eliminar de nuestro circulo las adquisiciones dudosas de licencias de conducir, evitar ser permisivos como padres de familia con sus hijos que aún no cuentan con las habilidades necesarias, ni la edad mínima requerida por ley.No conducir en estado de ebriedad, optar por alternativa como radio taxis, Uber o conductor designado. Respetar las señales y no pasarse los semáforos en rojo, no parquearse en lugares prohibidos, respetar las líneas de cebra, no ir en contra ruta en las calles, respetar los límites de velocidad, entrenarse en manejo defensivo, entre otras tantas acciones.En tanto y en cuanto, nosotros mismos como parte de la sociedad no avancemos en estos tres pasos y no pasemos de la táctica a la práctica, las estadísticas nos seguirán mostrando altos incides de accidentes vehiculares, no obstante, quedará la satisfacción de que por lo menos durante la lectura de este artículo, usted se evaluó respecto al nivel de avance que tiene en los tres pasos, ergo, ¿En qué ya paso está?Jerry H. Fletcher es docente de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Financieras de la UAGRM