Donald Trump y los insultos entre los participantes marcaron el segundo debate presidencial en México

López Obrador, favorito por las encuestas, calificó a su principal rival Ricardo Anaya como «demagogo», «mentiroso», «farsante», «corrupto» y «canallita», a lo que el joven candidato le respondió con un «autoritario», de ideas añejas y le pidió que serenara y no se enojara

 

El candidato independiente Jaime Rodriguez Calderón, Ricardo Anaya del PAN, José Antonio Meade de PRI y Andrés Manuel López Obrador de MORENA antes del segundo debate presidencial en Tijuana (Instituto Nacional Electoral via REUTERS)

El candidato independiente Jaime Rodriguez Calderón, Ricardo Anaya del PAN, José Antonio Meade de PRI y Andrés Manuel López Obrador de MORENA antes del segundo debate presidencial en Tijuana (Instituto Nacional Electoral via REUTERS)

El candidato favorito para ganar las elecciones presidenciales en México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el domingo que si llega al poder desea tener una relación de amistad y no sumisión con Washington y advirtió que el mandatario estadounidense, Donald Trump, «va a tener que aprender a respetarnos».



Trump ha lanzado duras críticas contra México y sus ciudadanos desde su campaña electoral y busca la construcción de un muro en la frontera entre las dos naciones, argumentando que frenaría la llegada de drogas y delincuentes.

Además, el republicano ha amenazado reiteradamente con abandonar el Tratado de Libre Comercio de Norte América (TLCAN que conforman Canadá, Estados Unidos y México, si no logra que se renegocie para hacerlo más favorable a su país.

«Quiero una relación de amistad con el Gobierno de Estados Unidos pero no de subordinación. México es un país libre, es un país soberano, no vamos a estar nosotros sometidos a ningún gobierno extranjero», dijo López Obrador durante un debate televisado con los otros tres candidatos para la presidencia.

El político de 64 años, que compite por tercer vez seguida por la presidencia, lidera por amplio margen los sondeos hacia los comicios del 1 de julio, seguido por Ricardo Anaya, abanderado de una coalición de derecha e izquierda, y por José Antonio Meade, candidato de una alianza liderada por el partido gobernante PRI, quien ocupa un lejano tercer lugar.

«Vamos nosotros a cambiar las relaciones (con Estados Unidos) y Trump va a tener que aprender a respetarnos, eso te lo puedo garantizar», dijo al descartar que no entraría en una eventual guerra comercial con Estados Unidos si se impondría alguna restricción a importaciones mexicanas. «Vamos a entendernos, vamos a hacer entrar en razón a Donald Trump», agregó.

AMLO, como se le conoce popularmente por su acrónimo, dijo que a un gobierno suyo le tocaría seguir con la renegociación del TLCAN y que está de acuerdo con Trump en que México debería mejorar los sueldos. «No podemos estar hablando de una acuerdo comercial si no se busca la igualdad en los salarios», afirmó.

Agregó que también propondrá que se firme, en el marco de la renegociación en curso del TLCAN, una alianza que incluya desde Canadá hasta Centroamérica para lograr el desarrollo en la región, especialmente de los países centroamericanos desde donde miles de personas salen cada año rumbo a Estados Unidos, a través de México, huyendo de la violencia y la pobreza.

El debate estuvo cargado de insultos entre los participantes. López Obrador calificó a Anaya como «demagogo», «mentiroso», «farsante», «corrupto» y «canallita», a lo que el joven candidato le respondió con un «autoritario», de ideas añejas y le pidió que serenara y no se enojara.

López Obrador es acusado por sus enemigos políticos de querer instaurar un sistema político y económico en México similar al de Venezuela, país agobiado por la peor crisis económica en décadas y una hiperinflación sin precedentes tras el modelo «socialista» del fallecido presidente Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro.

Pero AMLO asegura que la «mafia del poder» -a la que identifica como un grupo de prominentes políticos y empresarios- quiere seguir manejando los hilos del poder para continuar gobernando y beneficiándose económicamente mientras casi la mitad del país de unos 125 millones de habitantes vive en la pobreza.

(Con información de Reuters)

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Fuente: infobae.com