Argentina: Fabrica casitas comunitarias para que los perros de la calle pasen el invierno

Manu Berti tiene 17 años y con su espíritu solidario ya ayudó a 80 animales.Junto a su madre, fabrican las cajas desde mayo del año pasado (Manu Berti). Crear un mundo mejor para los animales puede ser viable con pequeños gestos solidarios. Así es el caso de Manu Berti, un joven de 17 años, que fabrica cuchas comunitarias de cartón para que los perros callejeros sobrevivan el intenso frío del invierno.Del desinterés de algunas personas en ayudar al que más lo necesita, puede surgir la necesidad de otra de hacer todo lo posible por brindarle una vida más digna. Berti, de Santa Rosa, La Pampa, contó que el proyecto comenzó en mayo del año pasado y que la idea se le ocurrió a su madre, Mabel Varela.

Manu Berti tiene 17 años y es de Santa Rosa, La Pampa (Manu Berti). 
Las cajas están hechas de cartón, nylon y cinta de embalar (Manu Berti). 

«La idea surgió un día cuando estábamos caminando por el centro y vimos varios perros como siempre en situación de calle pasando frío. Ella comenzó con esto y yo me uní al tiempito, pero básicamente yo la ayudo a mi mamá», explicó el joven en diálogo con Clarín.Son tres los materiales que utilizan para fabricar las cuchas: cartón, que sirve para hacer la estructura, nylon, para forrarla, y cinta de embalar o otro tipo de pegamento para unir todas las partes. Además, otro componente que no forma parte del armado, pero es muy necesario es la frazada o manta que va en el interior. De esta manera, los perros se mantienen calientes.

Ya ayudaron a aproximadamente 80 perros (Manu Berti). 
Adentro de las cajas ponen fabrazadas o mantas para mantener el calor (Manu Berti). 

Sólo 20 minutos o media hora les lleva crear las pequeñas casas y no tienen un cronograma establecido. Simplemente, se reúnen a hacerlas cuando tienen tiempo libre.»Al principio, todos los materiales los poníamos nosotros, eran cajas viejas que estaban en la casa y bolsas de nylon que conseguíamos, pero llegó un momento que, a pesar de ser muy económico, ya teníamos que gastar bastante», dijo Berti. Cada caja que fabricaban, les costaba $20 y se les ocurrió empezar a difundirlo para que la gente pueda donar los materias y apoyar la causa.Por ello, publicó las cajas en sus perfil de Twitter. «Vos y tu mamá se merecen el cielo» y «Una genia tu vieja, y vos también ! Lo mejor» fueron algunos de los comentarios de los usuarios, quienes se emocionaron con el proyecto. En este sentido, aseguró que, cualquier que desee una cucha, puede contactarse con él a través de dicha red social (@bertiaka) o por Instagram (@bertiaka)



Desde un principio, las pequeñas casas se crearon con el fin de donarlas y hasta hoy sigue siendo un proyecto sin fines de lucro. «Como ahora nos traen muchos materiales, en lo único que gastamos es en tiempo, que se recupera con el acto de caridad. Es tiempo invertido en hacer algo bueno», sostuvo el joven, que vive con su madre y su padre.Santa Rosa es una ciudad con aproximadamente 115 mil habitantes y, al «no ser tantos», Berti aseguró que es más accesible ayudar: «No tengo un número exacto, pero ya ayudamos a más o menos 80 perros, la ciudad no es tan grande como Buenos Aires, Córdoba o Rosario».

 

Las cajas son principalmente para los perros callejeros porque son los que más pasan frío en invierno, dado que, probablemente, la mayoría de los animales que tienen un techo no tenga la necesidad de una cucha. Sin embargo, es consciente de que muchas personas no pueden tener mascotas en sus casas, por lo que terminan viviendo a la intemperie.»Algunos perros son del barrio o de la cuadra porque hay vecinos que no pueden adoptarlos, pero los cuidan en la calle. También hacemos para ellos», dijo.

La idea de fabricar cajas surgió de su madre y él se sumó después (Manu Berti). 
El proyecto es sin fines de lucro (Manu Berti). 

Los padres de Berti le enseñaron desde chico el respeto y las necesidades que tienen los animales. En su familia siempre hubo mascotas, tuvo desde perros y gatos, hasta animales de granja: «Mi mamá me enseñó que no hay que pegarles ni gritarles, siempre se puede enseñarle a un perro que sea educado desde el cariño. Para mí son como personas».Fabricar cuchas de cartón es una de las tantas maneras de ayudar, en vez de caer en la indiferencia y mirar para el costado. Pero la buena acción de esta familia no termina ahí, además, cada vez que lleva las cajas a los lugares donde hay algún perro callejero, también lo ayuda con un plato de comida, les hace mimos y se pone a jugar con ellos.

 

«Es una manera de darle una nueva oportunidad a un animal que fue abandonado o que nunca tuvo una familia. El proyecto es básicamente eso, ayudar a una parte de la sociedad que no es muy vista como los perros callejeros», afirmó. 

Fuente: clarin.com