La narcotiranía que dice no tener presos políticos

(Reuters)
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El pasado viernes 1 de junio, secundados por cómplices repulsivos que ahora se están inventando un mote de «Nueva oposición» y son los mismos que han colaborado con el castrochavismo para mantener una tiranía comunista abyecta, en un show deprimente soltaron a presos que los escogieron de la siguiente manera: 20 de colectivos violentos pertenecientes a los brazos armados del régimen  detenidos en una zona de Caracas por atacar una caminata de disidentes; 1 mujer que por cierto llegó peinada de peluquería y soltando carcajadas de alegría y que estaba encarcelada  por estafa; 9 por delitos varios, ninguno militante de organizaciones opositoras y 10 presos políticos, entre ellos Daniel Ceballos y el General Vivas.

Titulares de prensa e informaciones del régimen hablan de 39 encarcelados aunque listas colocan 40… Pero realmente eso no es algo que importe mucho cuando una tiranía violenta derechos humanos y desconoce la ley y mantiene a 357 presos por pensar diferente y ejercer el derecho a manifestar sus opiniones o a protestar por una realidad brutal que viven los que habitan Venezuela.

357 presos que de manera violatoria Maduro y sus secuaces le aplican o no lo que ahora dan a llamar «beneficios».  Tener en cuenta que simplemente a los que realmente sí son presos políticos y que vimos en el show del viernes, casi todos fueron sacados de los calabozos pero continúan sin libertad plena y pendientes de un hilo que tensan a su antojo los que se creen dueños de vida y muerte en esta pobre tierra devastada. Y es que no aceptemos que cómplices despreciables como Pedro Pablo Fernández, su padre Eduardo Fernández y Claudio Fermín, para nombrar solo tres de una lista de varios, se prestan al engaño de la opinión pública nacional e internacional cuando mejor que nadie saben que siguen las ilegalidades porque ese cuento del  «beneficio» no contiene libertad plena sino más prohibiciones, entre ellas que esos presos solo se les ha cambiado el tipo de reclusión y  no podrán rendir declaraciones a la prensa, ni utilizar redes sociales, sus vidas y derechos están bloqueados, les está totalmente prohibida su salida del país y deben presentarse ante los tribunales cada 30 días. Cómplices que ni se dan por enterados del estado en el que salió de la mazmorra el decoroso General Angel Vivas, con la salud evidentemente destruida.



Los valientes integrantes del Foro Penal Venezolano han denunciado no más escenificarse el templete de la pseudo liberación de presos políticos (1 de junio 2018)  que ahora viene otro capítulo de la tragicomedia con su casting de protagonistas infames… Ahora convencidos de que pueden seguir burlando a la ciudadanía y también a los líderes y organismos mundiales que están muy pendientes de lo que hace esta caterva de bichos empoderados y repartidos en el gobierno y en la nueva pandilla que se vende como opositora, es que el sátrapa Maduro ha comenzado una  fase de «pacificación y unión», algo inexistente y cuya falsedad la prueba el hecho de que hoy existan más de 30 militares detenidos por una supuesta «traición a la Patria», delito de moda creado por la ilegal Asamblea Constituyente, que en cambio aplaude y apoya la entrega de nuestros país a la Tiranía cubana, cuyos déspotas se pasean con absoluto descaro por lo que consideran otra provincia de esa isla ensangrentada y oprimida desde hace ya seis décadas. Déspotas como el nuevo tirano Díaz Canel al que Maduro –durante su estadía para seguir llevándose lo que tanto necesita una nación hambrienta y desesperada- le pasó la banda presidencial, mostrando -sin margen para la duda- quien manda en la Venezuela de hoy.

Infamias que ya no son únicamente impuestas y celebradas por los matones empoderados y que todavía se exhiben como gobierno, sino que también celebran esos indignos mentirosos que hay que impedirles que continúen presentándose como opositores y para los cuales debemos pedir las mismas sanciones que gobiernos de países democráticos están aplicando a los criminales castrochavistas. Sanciones como las anunciadas por Santiago Cantón uno de los expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA) que ha escuchó testimonios de las múltiples y horrorosas violaciones a los Derechos humanos que hoy son prueba de los delitos de Lesa Humanidad cometidos por Nicolás Maduro y por los que tiene que ir preso junto con sus compinches en lo que llama gobierno y no es otra cosa que un combo criminal en el cual también están esos mal llamados «Opositores» que visitan el Palacio de Miraflores, son quinta columna en cualquier grupo que busque la libertad, y continúan haciendo lo posible para que permanezca la espantosa malaventura de todos los que vivimos en Venezuela.

No solo Maduro y sus más cercanos secuaces deben pagar por demasiado llanto, por demasiado dolor. También deben responder por el crimen de complicidad los que se visten de opositores para mantener la tiranía y sacarle provecho al «Buen servicio» que le prestan… Esos que estuvieron el viernes en el templete  deben responder también frente a la Corte Penal Internacional de La Haya. No es posible que quede impune un crimen con tantos autores y tantos beneficiarios. Los venezolanos no podemos permitir que estos cómplices luego se enchufen en un nuevo gobierno y en un país al que hay que reconstruir de verdad.

 Fuente: infobae.com