Prohibido fregar la fiesta azul

Richard Arispe Carrasco

No cabe duda que el pedido es ese, queda terminantemente prohibido entorpecer la diversión y el derroche que está por 12 años, haciendo el masismo de los recursos económicos y bienes del país, bajo amenaza taxativa del ministro tránsfuga de defensa que a los que intenten entorpecer esta celebración, que pretenden sea eterna, serán detenidos y sacados a empujones, la fiesta es exclusiva para azules encapuchados.

A los masistas encapuchados no les interesa que el supuesto borracho sea el dueño de casa, a quien pretenden sacar a empellones, el propietario de la casa les quiere recordar que ya se les acabó su “segundo contrato” y ahora deben devolver la casa. El propietario se cansó de los excesos y tropelías cometidas por hordas de borrachos de poder. Lo que a los azules les interesa es seguir comiendo y bebiendo opíparamente, porque no pueden negarlo, sus grandes panzas, billeteras y cuentas bancarias los delatan. Ahora también les gustan los viajes en jet.



Antes no tenían ni para micro, pero ahora son grandes empresarios y por ello no quieren que nadie les arruine la fiesta, los excesos y atropellos a las leyes. Es más, el líder de los encapuchados en Santa Cruz es un prominente empresario de tierras e infraestructura de mercados populares, antes incluso lloraba porque supuestamente lo habrían asaltado en su oficina, pero la plata desapareció, como mucho de los fondos públicos desaparecidos en las manos de los azules.

A los encapuchados azules nos les gusta trabajar, les gustan las pegas, los cheques de 20 mil y por ello harán de todo para quitarle la casa al dueño, apoderarse de todo, no respetar las leyes. No importa el referéndum, no interesa el 168, menos la opinión de la gente. Lo importante es que la fiesta azul continúe, pese a que será a palos para el colectivo.

Fuente: Facebook Richard Arispe Carrasco