Sobre la vacunación de los niños, Italia ahora confiará en lo que digan los padres

Roberto Ieraci vacuna a un niño en Roma este año. Las tasas de vacunación en Italia y en el resto de Europa son más bajas que en Estados Unidos.CreditAlessandra Tarantino/Associated Press

ROMA — Los padres italianos ya no tendrán que presentar un comprobante médico en las escuelas administradas por el Estado para demostrar que sus hijos ya han recibido sus vacunas, según anunció el nuevo gobierno populista del país el 5 de julio, una estrategia que alarmó a los expertos, pues temen que disminuya el cumplimiento con las vacunas que deben tener los niños.

El nuevo dictamen, anunciado en una rueda de prensa por Giulia Grillo, ministra de Salud italiana y miembro prominente del contestatario Movimiento Cinco Estrellas, solo requiere que los padres aseguren que sus hijos han sido inmunizados para que puedan inscribirse a la escuela en septiembre.



El gobierno dijo que su objetivo es simplificar los procedimientos de inscripción y posibilitar la participación escolar para todos, incluyendo a los niños cuyos padres aún no tienen su documentación en orden.

“Queremos fomentar la inclusión en las escuelas y hacer la reglamentación más sencilla para los padres”, dijo Grillo.

Sin embargo, quienes critican esta estrategia dicen que el gobierno italiano está mermando la fe en las ciencias y la normativa pública.

“Debilitar una ley que funciona, que los italianos respetan y que les está haciendo un bien a los niños y al sistema de salud es una estrategia autodestructiva”, comentó Roberto Burioni, virólogo de la Universidad San Raffaele en Milán.

Desde el año pasado ha sido un requisito que los niños italianos en edad escolar tengan diez vacunas. Estas se ofrecen gratuitamente para los niños, dijo Burioni, un defensor de la vacunación que difunde información científica en línea sobre la inmunización.

No obstante, las tasas de vacunación en Italia y otras partes de Europa son más bajas que en Estados Unidos. El año pasado, Alemania tomó medidas enérgicas contra los padres que se rehusaban a vacunar a sus hijos antes de inscribirlos en el jardín de niños y Francia introdujo multas para los padres que no cumplen con este requisito médico.

Burioni señaló que en Italia se solicita un certificado de buena salud firmado por un médico incluso cuando las personas quieren tomar clases de natación.

“Y si muero mientras nado, no afecto a nadie más”, dijo. “En este caso, estamos confiando en las personas con respecto a algo que sí afecta a todos los demás”.

En los meses previos a la elección en marzo de este año, los dos partidos que ahora dirigen Italia —el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga, de extrema derecha —expresaron en repetidas ocasiones su escepticismo en cuanto a los beneficios de las vacunas. Su programa gubernamental incluye planes para modificar una ley de 2017 que establece como obligatorias diez vacunas para los niños italianos en edad escolar.

Esta ley se implementó para ampliar la cobertura de inmunización en el país después del brote de sarampión en Europa de ese año con más de 14 000 casos. Italia, con más de 4 500 enfermos, quedó en segundo lugar solo después de Rumanía en el número de casos de contagio.

El Movimiento Cinco Estrellas dice que quiere tener el nivel más alto de inmunizaciones posible, pero desde hace tiempo ha defendido el ajuste de esta ley, pues la considera demasiado restrictiva. En 2015, el grupo propuso una ley para limitar las vacunas, pues considera que están vinculadas con el cáncer, la leucemia, las alergias, la inflamación y el autismo, aunque la evidencia científica determina lo contrario.

Beppe Grillo, comediante y uno de los fundadores del Movimiento Cinco Estrellas, argumentaba en sus programas de humor hace varios años que la vacunación no debe ser obligatoria y que inocular virus puede ser peligroso.

El dirigente de la Liga, Matteo Salvini, también ha declarado con frecuencia que diez vacunas son “demasiadas” y que la decisión de vacunar o no a los niños debe quedar en manos de sus padres.

“Vacunación sí, obligatoria no”, dijo en un mitin la semana pasada.

“Sí necesitamos estar a salvo del sarampión, pero otras vacunas me parecen totalmente innecesarias”, afirmó Salvini, y añadió que sus hijos están vacunados.

Cuando los reporteros le preguntaron al ministro de Educación, Marco Bussetti, también miembro de la Liga, cómo iba a hacer el gobierno para ofrecerles una educación a los niños que tienen algún padecimiento autoinmune o que están tomando alguna terapia para salvar sus vidas y que no podrán asistir a la escuela si no están vacunados todos los demás niños en su clase, respondió: “Tengan por seguro que no nos olvidaremos de ellos”.

No quedó claro cómo hará el gobierno para asegurarse de que los padres digan la verdad acerca de las vacunas de sus hijos en los formularios de inscripción escolar.

Por su lado, la ministra Grillo anunció en la rueda de prensa del jueves que está embarazada.

“Una vez que nazca mi bebé”, declaró, “voy a llevarlo a vacunar tal como lo hacen todos los ciudadanos italianos”.

POR GAIA PIANIGIANIFuente: nytimes.com