Adiós al Palacio. Adiós a la República

Mauricio Aira

En mis años de locutor una sola vez trasmití desde un balcón del Palacio Quemado, aunque mis visitas fueron varias la primera como delegado del Comité de Defensa de los Intereses de Potosí. Por los recuerdos de entonces pensar en el Palacio de la Plaza Murillo me produce nostalgia y tristeza.

De los contados libros que tratan del Palacio Quemado, uno me llenó de emoción y curiosidad, su autor Ramiro Paz Cerruto (hijo del gran Victor Paz) vivió dentro y fuera en los periodos en que su padre fue el principal inquilino. Su libro “en los pasillos del Poder” (270 páginas) es un testimonio de aquellos dias que siendo adolescente vivió en el tercer piso y hasta sufrió pesadillas, como cuando ausente su madre Carmela Cerruto en los EEUU por tratamiento médico, su padre en casa de quién sería su segunda esposa, con sólo 12 años quedó instalado según confesó Ramiro “Solo con Melgarejo” en el “piso maldito habitado por fantasmas”.



Paz Cerruto refiere que el gran muralista Miguel Alandia Pantoja había terminado su magistral, aunque terrorífico mural alegórico a la Revolución Nacional del pueblo rompiendo cadenas, docenas de caáveres y obesos militares marchando, para mi tenía un mensaje de terror, en las noches, la luces apagadas, me despedía del comandante de guardia y subía a trancos con los ojos cerrados las gradas para llegar a mi cuarto. Pedía a los garzones se quedasen conmigo para conversar: “por nada del mundo joven, en cualquier momento se aparece Melgarejo, no le gusta que lo vean. Se pone furioso”.  Con mi cultura argentina, sin las supersticiones andinas, me reía en medio de mis tareas de colegio, aunque debo referir que más de una vez escuché espantosos ruidos, ratas, ratones, termitas o la simple contracción de la madera? Una noche sentí que las puertas de los balcones eran empujadas por un fuerte viento. Me levanté, y comprobé gran tranquilidad afuera!.

La madre de Ramiro desde Baltimore escribió al hijo para referirse al episodio de cuando agarró un florete de esgrima en presencia de “la amiga de su padre” y la correteó por los pasillos hasta que le frenaron los guardias y terminó la historia” la misiva decía “orgullosa de ti, por hacer respetar el recinto en que debe habitar la moral, ya que allí se han sacrificado vidas como la de Busch y Villarroel que han soñado con una Patria noble y honrada”. Este recinto ha sido abandonado por Evo Morales, la pregunta es “för över? Lo evidente es, que la República parece haber muerto!