«Bolivia es un país de origen para la explotación sexual infantil»

 Aseguró que uno de los factores que más llama la atención y preocupa es “la normalización de la situación de explotación sexual en ciudades como El Alto”.“Bolivia es un país de origen para la explotación sexual infantil”Una de las jóvenes que ha sido rescatada por la fundación Munasim Kullakita, en El Alto. Foto: Marco Aguilar / Página SieteReinaldo Plascencia, coordinador de calidad de programas para América Latina de Educo, dijo que Bolivia es considerado como un país de origen y de tránsito para la explotación sexual infantil.El especialista aseguró que uno de los factores que más llama la atención y preocupa es la normalización de la situación de la explotación sexual. “Es decir, muchas veces la gente sabe que esa fila que está en la calle es porque ha llegado una niña nueva que está siendo explotada y sabe lo que está ocurriendo, pero no hace nada”, dijo el experto en una entrevista con Página Siete.En Bolivia, Educo trabaja y apoya a la fundación Munasim Kullakita, institución ha ayudado y ha brindado atención integral a más de 200 niñas, adolescentes y mujeres rescatadas de la trata. La más pequeña de las niñas acogidas tenía 11 años, pero había sido rescatada cuando tenía 10; lo que significa que fue sometida a la explotación sexual incluso antes.El domingo, este medio publicó un reportaje sobre la explotación sexual en El Alto, donde se identificó que niñas desde los 10 años son víctimas de explotación sexual comercial.¿Cuál es el trabajo que impulsa Educo en América Latina para proteger a los niños y niñas? ¿Cuál es su prioridad?Educo es una organización global enfocada en los derechos de la niñez y su bienestar. Nuestra sede está en Barcelona (España) y trabajamos en países de Asia, África y América Latina. En América Latina, tenemos trabajos en Guatemala, Salvador, Nicaragua, Perú, Ecuador y Bolivia. Trabajamos en tres grandes grupos de derechos.¿Cuáles son los tres grupos?El primero tiene que ver con la educación. El segundo con la gobernanza centrada en la niñez y la participación como tal de este sector. El tercer grupo es de los derechos relacionados a la protección. Dentro de está última área se incluye el apoyo que damos para temas que tienen que ver con trata, tráfico y explotación sexual y comercial de la niñez.¿Cuál es la situación de la exploración sexual a los niños en América Latina?El tema de explotación sexual comercial es un tema mundial, en el caso de América Latina se sigue las tendencias en el mundo, alrededor del 80% de las víctimas constituyen mujeres o niñas, obviamente que la mayoría de los victimarios son directamente (hombres). Entonces afecta particularmente a las mujeres y a las niñas sólo por el hecho de ser mujeres y niñas, esto tiene que ver con el tema de género y el machismo que viven en nuestra sociedad.Las estadísticas son muy confusas sobre el tema e influyen muchos factores. Por ejemplo, es muy difícil que los datos que se recogen estén disponibles porque hay mucho carácter de confidencialidad al respecto, también porque tenemos sistemas ineficientes. Al ser una actividad muy vinculada a negocios ilícitos, es muy difícil poder cuantificar la realidad. Hay también mucho estigma sobre el tema y por tanto es muy difícil cuantificar cifras al respecto.¿En los últimos años, los casos de víctimas han aumentado o han bajado? ¿En cifras, cuál es el panorama de la explotación sexual? ¿Cuál es la situación en Bolivia?Hablando del caso específico de víctimas, la cifra de si han bajado o han aumento varía. En países como Bolivia, de los pocos datos que están disponibles, las estadísticas muestran que esto ha bajado, pero repito, por los factores que dije anteriormente, es difícil dar por hecho que eso es una realidad. Hay mucho movimiento migratorio a nivel mundial, América Latina no escapa a eso, entonces toda esta gran cantidad de movilidad de personas, incluyendo muchas que lo hacen de forma ilegal, hace que en ese proceso ocurra mucho un fenómeno de este tipo.La explotación sexual comercial es la principal derivación de la trata en nuestros países, y en menor medida (se encuentra) el tema del trabajo, esclavitud y explotación laboral, que ya cuando hablamos de eso los más afectados suelen ser los hombres y los niños.¿En el caso de Bolivia, cuál es la situación de la explotación sexual infantil?Bolivia es considerado un país de origen para este tipo de fenómenos y también uno de transito. Posee fronteras muy porosas con Paraguay, Perú y Brasil, donde realmente el fenómeno existe. También está la situación de El Alto, una urbe que está creciendo de manera increíble y eso genera una dinámica que es muy propicia para el asunto.Pero también hay estudios recientes, incluyendo el de la fundación Munasim Kullakita, que nosotros apoyamos, que muestran que hay también explotación sexual comercial en lugares donde hay minas y donde se construyen grandes proyectos de carreteras.Estos son lugares donde las dinámicas que se generan alrededor son muy propicias para este tipo de asuntos. Y a veces el enfoque se ha dado alrededor de las ciudades de La Paz y El Alto, hace que se pierdan de vista y se observen como territorios a los que se tienen que prestar mucha atención.¿En cifras cuál es el panorama en Bolivia?Como ya he mencionado en materia de estadísticas como tal, de las pocas (cifras) que están disponibles, se muestra que el tema de explotación sexual comercial ha tenido una ligera disminución en Bolivia, pero siguen las grandes interrogantes sobre realmente la veracidad de estas estadísticas en relación a la cantidad de personas que están en riesgo de poder sufrir este flagelo.Desde su organización, ¿qué características le parecen alarmantes de la situación de la explotación sexual en Bolivia y en El Alto?Nos llama la atención el patrón que hemos mencionado en general: la cantidad de niñas y de mujeres que son víctimas. También nos llama la atención la normalización de la situación, es decir, muchas veces la gente sabe que esa fila que está en la calle es porque ha llegado una niña nueva que está siendo explotada y sabe lo que está ocurriendo, pero no se hace nada, hay una invisibilización del tema.Nos preocupa, además, que, por ejemplo, si bien es cierto que el reto de sacar a las niñas y a las mujeres de esa situación es grande, aún es más grande el reto (de ayudar) a los niños varones.Casi no hay estadísticas o instituciones que trabajen en este tema. Por ejemplo, la fundación Munasim Kullakita, que es experta en protocolos para la atención de mujeres, nos ha dicho que no tiene protocolos para la atención de niños al respecto. Entonces, si los expertos nos saben cómo hacerlo, imagínese la sociedad en general.Entonces, estos niños sufren mucho y sacarlos de ahí (de la explotación sexual comercial) es doblemente terrible por el machismo de la sociedad. Es un poco difícil que un niño reconozca que está en esa situación y que pida ayuda, entonces eso también es un tema que complica muchísimo a la gente.PÁGINA SIETE / Anahí Cazas / La Paz