En Santa Cruz, 52 trans cambiaron el nombre y piden inclusión laboral

En el país, 192 personas cambiaron legalmente sus datos de sexo. De ese total, 52 lo hicieron en Santa Cruz. Muchos ven difícil sustituir su identidad por falta de documentos, pues salieron con lo del cuerpo de sus casas, repudiados por su preferencia sexual

Berthy Vaca Justiniano



Un total de 192 personas transexuales y transgénero de todo el país tramitaron ante el Servicio de Registro Cívico (Sereci) el cambio de sus nombres propios y dato del sexo en sus partidas de nacimiento gracias a la vigencia de la Ley N.° 807 de Identidad de Género y su reglamento, emitido el 1 de agosto de 2016 por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Según los datos del Sereci, los trámites realizados por departamentos son: 57 en La Paz, 52 en Santa Cruz, 36 en Cochabamba, 14 en Chuquisaca, 11 en Oruro, nueve en Tarija, ocho en Potosí y cinco en Beni.

En los dos años de vigencia de la norma, solo dos trámites fueron rechazados; ambos casos corresponden al departamento de Chuquisaca. Hasta la fecha se tienen tres trámites en curso para ser procesados: uno en el departamento de Santa Cruz y dos en el departamento de La Paz. En el departamento de Pando no se tienen registros de este trámite, según el reporte del Sereci.

Representa un avance

La estilista Suany Caballero Saavedra (39), oriunda de Santa Cruz, hace uso de su nueva identidad (antes se llamaba Marco Antonio Caballero Saavedra) desde septiembre de 2016 y confiesa que le ha ido muy bien desde entonces.

“El cambio de identidad es un logro. A mí me ayudó hartísimo ser reconocida como mujer trans. Antes, por ejemplo, iba a los bancos y, al presentar mi carné con el nombre masculino, miraban mi apariencia femenina y era un choque y motivo de burla de los empleados. En el campo de la salud, en una ocasión me interné para una operación y un funcionario del hospital renegó: ‘Qué hace esta mujer en la sala para varones’. Ahora, en cambio, al presentar mi carné con mi nombre de mujer me facilita las cosas”, comentó Caballero.

Suany siempre tuvo a la familia de su lado porque desde el kínder tenía apariencia femenina; fue creciendo y nunca ocultó su forma de ser, por lo que no tuvo problemas en su hogar. No es el caso de otras personas transgénero que, en su mayoría, han sido repudiadas y se han visto obligadas a abandonar sus casas o han sido echadas por su familia.

Otras no lo ven necesario

Vanina Lobo (antes Lucas), coordinadora de la Unión de Travestis y Transgéneros de Santa Cruz (Uttsc), dijo desconocer la cantidad de personas transgénero, pero calculó que unas 1.000 han recibido información sobre la Ley 807 en la promoción de la identidad de género que ella ha hecho en varios municipios.

Reveló que existe desinterés de un buen número de personas por varios factores: uno, que no cuentan con certificados de nacimiento ni con carné de identidad, debido a que abandonaron sus casas sin nada. Otras, sobre todo las que trabajan en servicios sexuales, consideran que el cambio de nombre no les servirá de nada, porque creen que seguirán siendo discriminadas por la gente y extorsionadas por policías que se aprovechan de ellas.

“Muchas ven que no es necesario el cambio de identidad, pero nosotros vemos que sí es necesario para ejercer ciudadanía con nuestra identidad de género. En este momento hay 112 registradas, pero no todas tienen el documento anterior ni los requisitos”, señaló Lobo.

Quieren tutelar su patrimonio

Víctor Hugo Vidangos, conocido como ‘Ninón’, manifestó que el cambio de identidad significa un avance en la lucha por la igualdad, pero falta que las autoridades promuevan, mediante leyes, la inserción laboral del sector, puesto que las empresas, públicas y privadas, no dan trabajo a estas personas.

“No las reciben pese a que hay muchas profesionales. Queremos políticas de trabajo para la inserción laboral. Un homosexual tiene que fingir ser heterosexual para mantener su trabajo y seguirá así porque el machismo manda”, lamentó.

Ninón dijo que la comunidad ahora lucha por tres proyectos de ley. Uno de ellos es la unión entre personas del mismo sexo.

“No queremos matrimonio, pero sí el acuerdo de vida en familia para preservar el patrimonio. Como abogado, he atendido casos de parejas del mismo sexo que han trabajado y edificado juntos su patrimonio. De repente uno de ellos ha muerto y la familia del difunto se ha declarado heredera y ha dejado en la calle al otro, porque la ley los respalda. Eso no es correcto”, indicó Ninón.

Fuente: eldeber.com.bo